El Partido Popular en Murcia ha comenzado la cuenta atrás para las elecciones autonómicas en mayo de 2023. El pistoletazo de salida lo dio el propio presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, durante el debate del Estado de la Región el pasado martes. El jefe del Ejecutivo, encargado de dar cuenta de la acción de su Gobierno durante el último año, enarboló un discurso alejado de la crispación, y en el que apeló al diálogo y al consenso de las fuerzas políticas. Si bien dedicó críticas al Gobierno central en cuestiones relacionadas con la inflación, el Mar Menor o los impuestos, fueron comedidas. Una retórica que choca con la habitual camorrismo que se había incrustado en el argumentario del PP murciano y que parece apostar por una centralización del discurso.
El supuesto viraje no evitó que López Miras propusiera una ley de autonomía financiera, al estilo de la Comunidad de Madrid, para “blindar” las competencias fiscales que la Constitución reconoce a las comunidades, así como para proteger de “injerencias de otras administraciones fiscales que escondan subidas de impuestos”. Sí se mostró más abierto en políticas medioambientales. Sobre el Mar Menor, pidió que dejara de ser “objeto de confrontación” y que produjeran en torno a él “un amplio acuerdo” para su recuperación. López Miras admitió que la laguna salada había sufrido “numeras presiones” durante las “últimas décadas” -en las que ha gobernado el PP-: “Nadie lo esconde. Nadie trata de ocultar la realidad”. Además, anunció una formación para especialistas en instalaciones de hidrógeno verde, que consideró la opción más “prometedora para reducir la dependencia energética”. El jefe del Ejecutivo insistió en “apostar por las renovables como seguro de sostenibilidad social y económica” y en buscar fórmulas de autoconsumo por el precio de la energía.
También apostó en su alocución por Cartagena, a la que calificó de eje “industrial y tecnológico reconocido a nivel nacional e internacional”. Dicho municipio, el segundo en tamaño después de la capital, ha sido en los últimos años un feudo del Partido Popular. Un hecho que cambió en las últimas elecciones, con una una mayoría simple del partido localista, heredero del cantonalismo cartegenero, Movimiento Ciudadano (MC). Contra todo pronóstico, PP y PSOE pactaron un gobierno en coalición para evitar que el líder de la formación, José López, obtuviera la alcaldía. Una decisión que costó la expulsión de los socialistas de su partido. Con la llegada de unos nuevos comicios, los populares quieren recuperar terreno. Hace unas pocas semanas, López Miras incluso se mostró abierto a que Cartagena vuelva a ser una provincia: uno de los reclamos esenciales de Movimiento Ciudadano. En el debate del Estado de la Región, el presidente puso en valor la “la tradición militar histórica, el potencial de las fuerzas armadas y la formación de personalidad cualificado universitario”.
El jefe del Ejecutivo murciano habló sobre violencia de género y la ley de servicios sociales que garantiza la ayuda a las víctimas. Un tipo de violencia que calificó de ser “la peor expresión de desigualdad que existe hacia las mujeres”. También alabó el trabajo del Observatorio de Igualdad, dirigido por la consejera de dicho ramo, Isabel Franco. Un organismo que, pese a haberse reunido dos veces en dos años, consideró que “facilita la labor” y da una visión “más amplia de las necesidades de la Región”. Una dinámica en su discurso que lo alejó de la retórica de Vox, una formación que hasta ahora había condicionado su discurso en ciertas cuestiones por la necesidad de apelar a un mismo electorado. Un cambio de tono que parece desencadenarse tras la mayoría absoluta del PP obtenida en las autonómicas de Andalucía.
López Miras, sorteando obstáculos
En los tres años de legislatura, el presidente murciano, Fernando López Miras, ha tenido que sortear varios obstáculos que le han permitido dejar el terreno preparado. El primero de ellos, la modificación de la ley electoral, que no permitía volver a presentarse como candidato a los comicios. Un regalo envenenado de su predecesor, Alberto Garre, quien a su vez sustituyó en un principio al 'multimputado' Pedro Antonio Sánchez, presuntamente implicado en varios casos de corrupción. Sánchez resultó absuelto en la trama Púnica y en el caso Pasarelas -por haberse superado el plazo para ser investigado-, aunque continúa imputado en los casos Auditorio y Guardería, otras dos obras encargadas por el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras cuando era regidor. Un problema menor tras la moción de censura fallida del PSOE y Ciudadanos en marzo de 2020, que reconfiguró el Gobierno del PP con apoyo de los tránsfugas naranjas y los diputados de extrema derechas expulsados de Vox, otorgándole una mayoría absoluta que, hasta ese momento, no poseían.
Por otro lado, la alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, quien se había postulado tímidamente como candidata a la presidencia del PP en la Región durante la crisis del partido nacional que aupó a Alberto Feijóo como nuevo líder conservador, se retiró de la batalla tras la intervención de Génova en favor de una candidatura de unidad. Finalmente, López Miras fue proclamado hace una semana como único candidato en el congreso extraordinario que los populares murcianos celebrarán el próximo 15 de julio en la capital de la Región. El jefe del Ejecutivo murciano apuntó en esos momentos que sería “muy probable” que Fernández formara parte del próximo Comité Ejecutivo.
La portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, se mostró tajante al respecto durante su intervención en la segunda jornada del debate del Estado de la Región celebrada el pasado miércoles. “Tiene cinco ruedas, un sistema de regulación de altura e inclinación basculante ajustable, base giratoria, estructura y brazos de acero pulido-cromado, elevación por pistón de gas y tapicería en polipiel”: es la “poltrona” a la que se “agarra” el presidente murciano, el “único proyecto” de López Miras para la Región, según Marín. La diputada morada también criticó la Ley de Autonomía Financiera del presidente murciano, que consideró “un brindis al sol”.
“No se le recordará, señor López Miras por nada positivo, sino por haber colapsado el Mar Menor, por saltarse las listas de espera, la cola de vacunación y por degradar las instituciones, por haber sido declarado tránsfuga, por haber cedido la Educación a la ultraderecha”, le reprochó al jefe del Ejecutivo murciano, por su parte, Francisco Lucas, el portavoz socialista en el Parlamento murciano durante su turno de intervención el pasado miércoles, con un tono menos bronco frente al que ha predominado en la Asamblea Regional durante esta X Legislatura autonómica.
La mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía parece haber sido catártica para el PP murciano, según se vislumbró en la intervención del presidente durante el debate del Estado de la Región. Pero los de Abascal siguen creciendo en el territorio y doblarían el número de escaños respecto a las autonómicas de 2019, según el último barómetro del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP), pasando de los cuatro diputados que tienen actualmente en la Cámara autonómica a ocho. De ese modo, el PP necesitaría a Vox para alcanzar una mayoría absoluta.