A Torre Pacheco se llega en tren desde el norte y al salir de la estación hay un tanatorio abandonado, algunos solares repartidos en amplias avenidas poco transitadas, un colegio y un supermercado. Un poco más a la derecha, una rotonda gobernada por una valla publicitaria: “Con Vox estarías entrando a una ciudad segura”. Entre un mar de cultivos, emergen casas bajas y naves industriales un poco más lejos, carreteras secundarias, caminos de tierra y vías pecuarias que diseccionan, cortando como con un cúter, un territorio dedicado en exclusiva al sector primario.
Los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2019 en la Región de Murcia fueron atípicos. La mayor parte del mapa regional se tiñó de rojo, algo que no ocurría desde 1991, pero la cosa no quedó ahí. Vox arrasó en todo el Campo de Cartagena, alcanzando hasta un 30 por ciento de votos en algunos distritos, y la percepción externa del municipio cambió, y llegaron algunos reportajes en prensa nacional que consolidaron la idea de que Torre Pacheco iba a ser el nuevo bastión de la extrema derecha en Murcia.
Antes de aquellas elecciones, el municipio era uno más de los enclaves agrícolas de la ‘Huerta de Europa’: campos de melón, cítricos y lechugas, carnicerías halal y campos de golf, urbanizaciones por doquier — la 'España de las piscinas', que diría Jorge Dioni — habitadas principalmente por ingleses, holandeses, belgas y alemanes. Desde 1979, cuando el trasvase Tajo-Segura se hizo realidad, el modelo tradicional de agricultura de secano se vio sustituido por una configuración intensivista y de regadío conformado por un 30 por ciento de población inmigrante.
“Atracos, como en todas partes”
“Con Vox estarías entrando a una ciudad segura”. Es un mensaje que te hace fruncir el ceño. Incluso echar la mano a los bolsillos para tener localizados el móvil y la cartera. Cada coche que atraviesa la avenida levanta sospechas, tras leer ese aviso.
Antonia, que prefiere no dar su nombre real, es vecina pachequera “de toda la vida” y no ve “ningún problema de convivencia”. “Hay algo de racismo [por parte de españoles], pero no es lo normal. ¡Pues claro que hay atracos! Como en todas partes, pero también hay gente de aquí que roba.”
Aunque la valla electoral no es exclusiva del municipio agrícola - ese patrón se repite en la propia sede de Vox en la capital, pero también en municipios como Lorca o Totana, con una gran población inmigrante - el partido de extrema derecha ha abanderado la seguridad “en los barrios” como estandarte de campaña. Luis Gestoso, candidato de Vox a la alcaldía de Murcia, patrulla las calles de las pedanías de la capital murciana “tomadas” por la “ delincuencia y la inmigración ilegal”.
La campaña del partido comandado por el gallego José Ángel Antelo, que aspira a gobernar la Comunidad Autónoma, en municipios como Torre Pacheco - aunque no se limita únicamente al municipio del mar Menor - pivota en torno a dos pilares fundamentales: la agricultura y la seguridad, o, visto de otra forma, el agua y la inmigración.
Seguridad, inmigración e intolerancia
Las calles son tranquilas por la mañana, mujeres con hiyab entran y salen de las mercerías, carnicerías halal y hay cierto ir y venir a las puertas de los Western Union y negocios similares. En las mismas aceras conviven bazares y bares de toda la vida. Aunque hay pocos hombres por la calle - se intuye que la mayoría anda por el campo a esas horas - alguno de ellos decide compartir sus impresiones con elDiario.es de la Región de Murcia: “Yo tengo veinte años aquí ya y soy un vecino más. Vine de Ecuador. A mí no me ha pasado nada viviendo aquí, y trato con moros, con españoles y gente de todos sitios”.
Carlos López, candidato del PSOE a la alcaldía de Torre-Pacheco, ha charlado con este periódico sobre la cuestión: “Si comparas las estadísticas de delitos de Pacheco en comparación con el resto de la Región, no estamos ni en la mitad más alta. Ha habido problemas con una banda que actuaba por la zona, pero Torre-Pacheco no es más insegura que cualquier otro pueblo de la Región. Es la estrategia que tienen, pero la realidad es otra.”
El balance de criminalidad del Ministerio del Interior para el período que va desde 2019 al cuarto trimestre de 2022 - el último dato que se ha hecho público - señala que en el municipio pachequero este balance es de un -4.7 por ciento con respecto al inicio del período, en contraste con otros municipios en los que gobierna la derecha, como Alcantarilla, con un 22 por ciento de incremento. Desde Delegación del Gobierno sostienen que la derecha “apunta a la inseguridad en toda la Región de Murcia”, pero que “la tasa de criminalidad es de un cuatro por ciento menos que la media nacional. [Hay] 3.792 agentes de Policía y Guardia Civil en la Región, un 10% más del que había en 2017, con una tasa de reemplazo superior al cien por cien. De hecho, en Torre Pacheco también actúan los Equipos Roca [una brigada de la Guardia Civil especializada en robos en el campo]”.
Carmen, una vecina española, señala que se han producido bastantes atracos en los últimos meses: entradas a casas y algún asalto. “Ahí, ahí, por la zona de la farmacia hace poco le robaron a alguien. Sobre todo han sido casas, creo, y creo que han detenido a gente”. A la pregunta de si considera que Torre-Pacheco debería priorizar la seguridad antes que otra cosa, afirma que: “El agua me preocupa bastante más”.
Salva Moreno, politólogo y profesor de la Universidad de Murcia, comenta que Vox tiene una gran ventana de oportunidad en la Región, y, específicamente, más aún en Torre Pacheco: “Los inmigrantes siempre han sido un enemigo clave en los discursos de los partidos de derecha radical, y en el caso de Vox no iba a ser menos. (El partido) explota ese sentimiento relacionando a (los inmigrantes) y la inseguridad del municipio, muchas veces magnificándola. Por otra parte, la inseguridad casa bien con otros subtemas, no necesariamente relacionados con la inmigración, como es la okupación. Últimamente es un tema muy recurrente y Vox lo pretende politizar. Además, casa muy bien con lo anterior: solo con hablar de inseguridad y delincuencia se aborda tanto el tema de la inmigración como el de la okupación.”
El tema del agua, un polígono de mil vértices
En un municipio agrícola - en realidad, el municipio agrícola por antonomasia - la falta de agua preocupa. Y mucho. Los datos que arrojó el barómetro de invierno del CEMOP ya avisaba de que el agua se encontraba entre las preocupaciones más graves de los murcianos.
Uno de los últimos movimientos de Vox en la zona ha sido la incorporación del expresidente popular Alberto Garre en sus listas para las elecciones autonómicas. La decisión no ha dejado indiferente a nadie. Una fuente, que no quiere ser identificada, ha asegurado a este diario que por parte de Garre ha sido un “ajuste de cuentas”: “Lo de Garre no debería sorprender. A los que somos de aquí no nos sorprende. Garre es un tipo muy conservador, no es raro que se acerque a Vox.” “No, no es un político regionalista. Lo de Somos Región no lo hizo por ser regionalista, sino por despecho con el PP. Es verdad que ha sido muy crítico con la corrupción, y demás. Pero es un político muy conservador, no desentona allí. Les viene bien [a Vox] porque siempre ha estado muy encima de la agricultura y el tema del agua, pero para Garre esto es una venganza con el PP.”
En lo referente a viejas glorias del Partido Popular, el mismo PP ha empleado a uno de sus antiguos dirigentes, durante cuyo gobierno, además, se gestó la campaña 'Agua para Todos' -ganador del premio GWA (Golden World Awards) en el año 2001- , con la intención de disputar el terreno a la ultraderecha en uno de los escenarios principales de la campaña electoral. El pasado 5 de mayo, el expresidente de Gobierno José María Aznar fue aclamado durante la comida que compartió con más de mil agricultores y militantes en el salón de celebraciones Acuario de este municipio murciano.
Para Moreno, “Vox en la Región de Murcia se ha convertido prácticamente en un partido temático de la agricultura. Las sucesivas crisis del Mar Menor han hecho pública la relación excluyente entre el modelo productivo intensivo de la agricultura del Campo de Cartagena y la salud de la laguna. La mala situación del Mar Menor ha provocado que el PP a través del Gobierno regional gestione dichas crisis en perjuicio discursivo de la agricultura, mientras que Vox, partido antiecologista, puede defender la agricultura sin ningún límite. Ese espacio que deja el PP ha sido aprovechado por Vox especialmente en lo que a redes de poder e influencia se refiere. Es por estas razones que la agricultura y todo lo relacionado con la misma [como el trasvase] son centrales para la formación radical”.
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