INVESTIGACIÓN

El Ayuntamiento de Murcia detectó fallos de seguridad en la discoteca cinco meses antes del incendio, pero no la cerró

Elisa M. Almagro

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Cinco meses antes del incendio en el polígono murciano Atalayas que acabó con la vida de 13 personas, el Servicio Técnico de Obras y Actividades de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia informó de problemas en las puertas de emergencia, el bombeo contra incendios y el depósito de agua de la discoteca Teatre. La discoteca había recibido el primer aviso de cierre en enero de 2022, en marzo fue rechazado un recurso y en octubre se decretó su clausura. Pese a esto, permaneció abierta hasta que ardió el pasado 1 de octubre.

elDiario.es ha tenido acceso a varios documentos internos fechados el 11 de mayo [puedes leerlos aquí], que también mencionó el diario local La Verdad este lunes, en los que Urbanismo admite que el local tiene la “actividad en marcha” por lo que “procede expediente de legalización”. Según estos textos, la discoteca original, Teatre, había realizado en 2019 modificaciones en su estructura que requerían una nueva licencia que nunca fue concedida, como la construcción del panel de cerramiento que crea dos espacios independientes –Teatre y Fonda Milagros–, las puertas de emergencia, la ejecución del nuevo escenario, el cambio de la ubicación del grupo electrógeno, el bombeo contra incendios y el depósito de agua. Pese a que el informe reconoce la separación del local en dos, no hace alusiones a la Fonda Milagros.

Sobre las obras, el Servicio Técnico de Urbanismo observa que habían tenido lugar trabajos de “adecuación” sin solicitar la licencia pertinente. Y exige a Teatre los permisos tanto de esta habilitación del local como de las “obras necesarias para corregir incumplimientos de normativa detectados”.

La superficie de parcela del local según catastro es de 1.472 m², y la superficie construida total –incluido el restaurante que se separa de la discoteca– es de 1.576,30 m², lo que supera la edificabilidad de 1 m2 /m2 autorizada en la zona. Con todo, la situación urbanística del edificio es declarada “fuera de la norma” por los arquitectos de la Concejalía.

La discoteca tenía proyectada un recinto para un grupo electrógeno, un dispositivo similar a un generador, pero el informe municipal reprocha que “no se indica la extracción” de humos que pueda producir, y deriva esta información al Servicio de Medioambiente del consistorio.

“Riesgo de atrapamiento”

El local no había aportado a Urbanismo la altura libre de paso mínima ni la altura libre en umbrales de puertas, medidas necesarias para justificar la seguridad frente al riesgo de impacto o atrapamiento.

Sí que cumplía otras dimensiones mínimas en pasillos, vestíbulos de entrada y cambios de dirección, además de la seguridad frente al riesgo de caídas. Los técnicos consideraron en regla los usos que se le estaba dando al local, que reconoce como “actividades de espectáculos y de ocio”, sin observar ningún uso prohibido.

“Se aplicaron los protocolos legales”

El actual alcalde del Consistorio murciano, el popular José Ballesta, ha señalado este martes que los servicios jurídicos municipales y los de urbanismo han aplicado los “protocolos legales” pertinentes en relación a los procedimientos de cierre y legalización de Teatre. Preguntado sobre cómo fue posible que la administración local llevara a cabo esas inspecciones para legalizar la sala, que no estaba cumpliendo con la orden de cierre que tenía desde enero de 2022, Ballesta ha defendido que los servicios Jurídicos del Ayuntamiento y los de Urbanismo “mantienen unas pautas y unos protocolos legales en relación a este tipo de procedimientos, y son los que se han aplicado en este caso”. El consistorio, además, ha solicitado su personación como acusación particular en el proceso abierto por el Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia que investiga 13 delitos de homicidio imprudente en el incendio de las discotecas.

Pese a la insistencia por parte del primer edil de que se aplicaron los protocolos pertinentes, el pasado 4 de octubre suspendió a los funcionarios implicados en los expedientes de cese de actividad de la discoteca. Los empleados públicos fueron apartados cautelarmente mientras continúa la investigación interna puesta en marcha tras la tragedia.

De acuerdo con el PSOE, la regularización de Teatre tuvo lugar tras recibir el decreto de cierre. “En el decreto de cierre el servicio comunicaba que las obras realizadas no encajaban en la licencia, por ello se determina el cierre”, abundan a este diario, “pero contempla la posibilidad de iniciar el procedimiento de legalización presentando la documentación en los 15 días hábiles siguientes, cosa que hicieron, por ello se inicio el expediente de legalización”.

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