Centenares de bares y restaurantes de Murcia irán a la huelga
Casi 200 bares y restaurantes de Murcia irán a la huelga el próximo sábado 5 mayo. Hostemur, agrupación que engloba y representa a locales de la Región de Murcia, declaró ante los medios la aplicación de esta medida ante la incapacidad de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento sobre el nuevo Mapa Antirruidos. Esta normativa delimita tres zonas de especial protección en el centro de la ciudad en las que no se permitirán nuevas licencias, se obligará a reducir el horario de las terrazas y a cerrar más temprano los veladores. Las localizaciones afectadas son los ejes Alfonso X-Universidad de Murcia; San Lorenzo, Santa Eulalia y San Juan, y San Pedro, Santa Catalina y Las Flores.
Le fecha elegida no es casualidad: coincide con el WARM UP (antes WAM, y antes SOS 4.8) y el clásico que enfrentará a Real Madrid y Barcelona. Desde Hostemur indicaron que esta es una medida “para el beneficio de todos”.
“Queremos que Murcia siga siendo la ciudad que es”, recalcó el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, pidiendo a los ciudadanos que se solidaricen con su situación y que el sábado no vayan a la hostelería como rechazo a los planes del Ayuntamiento. La mayoría de los locales que harán huelga se encuentran por el centro de la ciudad.
La paralización total de la concesión de autorización en los últimos 18 meses, los cambios de ordenación de las terrazas y cambios de criterio en la aplicación de las ordenanzas, han sido algunos de los motivos que apuntaron desde la federación hostelera para poner en marcha el mecanismo de huelga.
Hostemur defendió haber planteado medidas como la policía nocturna o “mediador de noche” habiendo sido desechadas por el Ayuntamiento. Asismismo, el presidente del organismo criticó haber propuesto mesas de trabajo para analizar medidas contra el ruido, propuesta que también fue ignorada.
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Urbanismo y Huerta, Antonio Navarro, consideraba “equilibradas y proporcionales” las restricciones propuestas y aseguraba que se busca “no acabar con la actividad de la noche, sino frenar la contaminación acústica y velar por el descanso de los vecinos”.