Una de las voces feministas más activas de la Región de Murcia es la de Gloria Alarcón García. Su currículum y su trayectoria así lo revela: Doctora en Derecho, profesora titular del área de Economía Aplicada, promotora y cofundadora del Fórum de Política Feminista de la Región de Murcia y recientemente elegida como directora del Centro de Estudios Universitario de las Mujeres y de Género de la UMU. Alarcón también es la actual vicesecretaria General, Economía, Igualdad de Género y Políticas Públicas del PSOE en la Región.
¿Por qué eres feminista?
Porque creo en la justicia y en la justicia social. Las mujeres somos, como mínimo, el 50% de la sociedad y los datos apuntan a que no hay una igualdad real. Si queremos ser una sociedad justa que proporcione el bienestar tenemos que ser feministas.
El próximo 8 de marzo hay convocada una huelga, ¿cuáles son los objetivos que se pretenden alcanzar con esta convocatoria? ¿Qué dirías a aquellos -hombres y mujeres- que aún dudan sobre secundarla o no?
Poner de manifiesto esa desigualdad contradiciendo esas voces que dicen que la igualdad de género ya es un hecho. Es un paro generalizado que representa un hito en la historia e incluye a hombres y mujeres. Con ese paro queremos evidenciar que las mujeres queremos los mismos derechos que los hombres, en particular los salariales, pero también poner de manifiesto la brecha en las pensiones, la falta de corresponsabilidad de los hombres en los cuidados y la violencia de género que sufrimos en todas sus formas y en todos los ámbitos de la vida. La huelga del 8M refleja la queja y la protesta porque no se nos trata igual que a los hombres. Queremos decir alto y claro “Basta ya” y que el mundo se para, si nos paramos nosotras.
Es importante que, cuando hablemos de feminismo, remarquemos que el movimiento feminista está integrado por diversos feminismos. En el movimiento feminista no sólo hay una forma de abordar la lucha por igualdad de género, no sólo hay una forma de reivindicar la igualdad y los derechos de las mujeres y de las personas con independencia de su identidad sexual. La ideología feminista, al igual que cualquier otra ideología – la conservadora, liberal, socialistas, ecologista, entre otras- cuenta con diferentes maneras de ser vivida y defendida. Es cierto que hay sectores del feminismo que quieren que la huelga sólo sea seguida por las mujeres, pero yo no estoy ahí. Considero que el 8M es una gran oportunidad para que los hombres os unáis a nuestras reivindicaciones, renunciando, como haremos nosotras, a parte del salario de ese día.
Mucha gente considera que no es machista ni feminista, como si ambos conceptos significaran el apoyo a la discriminación del sexo contrario. ¿Cuál es el motivo de esta confusión? ¿Crees que algo ha fallado en la difusión del mensaje feminista?
No considero que haya fallado la difusión del mensaje feminista. A mi juicio lo que evidencia es lo activo y potente que es el patriarcado y el machismo. Hay un término que significa lo contrario a machismo, que es el hembrismo. El machismo es una forma de estructurar la sociedad en la que los hombres son superiores a las mujeres; constituyen el eje que ordena la sociedad y son quienes controlan y tienen, tanto los recursos como el poder. Por el contrario, el hembrismo es la corriente que defiende que quienes deben los seres subordinados y controlados son los hombres y que las mujeres somos las superiores. El feminismo no está ahí. El feminismo es la lucha y la defensa de los derechos iguales entre mujeres y hombres. Si alguien lo duda, no tiene más que buscar estos términos en el diccionario.
Lo que sucede es que el movimiento feminista realmente preocupa al patriarcado, a los machistas porque ven que sus privilegios, su estatus, se pone en peligro. Eso se traduce en generar múltiples ataques contra nosotras, tildando al feminismo con todas las connotaciones negativas habidas y por haber (que si somos brutas, agresivas, violentas y, sobre todo, que estamos en contra de los hombres), generando confusión entre una población desabastecida de información y de formación en estudios de género.
¿Percibes machismo en tu vida diaria?
Todos y todas percibimos episodios machistas a gran escala y la que diga lo contrario miente. Yo he sufrido acoso sexual y por razón de sexo, sobre todo, al inicio de mi carrera profesional en la Universidad. Diría que, desgraciadamente, hay muy pocas mujeres que habiéndose incorporado al mercado laboral, no hayan sido objeto de algún tipo de acoso. Otra cosa es que no lo hayan sabido identificar. Para hacernos escuchar tenemos que hacernos valer, pero es difícil porque mucha gente sigue mirando para otro lado o considerando que la igualdad entre mujeres y hombres ya está conseguida. Craso bulo y error. Otro mensaje del machismo.
Debemos ser constantes en nuestras reivindicaciones para que se nos tenga en cuenta. No sólo debemos tener razón, sino también poder.
En las próximas elecciones a rector vemos cómo no hay ninguna mujer entre las candidatas. ¿Alguna vez se ha postulado una mujer en nuestra universidad para concurrir a ser rectora? ¿A qué crees que se debe la nula presencia de ellas en el puesto de liderazgo más importante de la universidad?
Hubo una mujer, muy amiga mía, que se postuló para ser rectora de la Universidad de Murcia, Elena Quiñones. Se presentó al rectorado en el 2006. Ella tuvo muchísimo valor y el mundo universitario se lo hizo pasar muy mal. Había quienes la criticaban por oportunista, por hacer alarde de su condición de mujer -era la primera mujer que se presentaba a unas elecciones-, al mismo tiempo que la consideraban incapaz de dirigir la Universidad de Murcia. Esto no se pone en tela de juicio cuando es un hombre el que se presenta a liderar una institución, lo que es una prueba de que el machismo se encuentra en todos los ámbitos, también en la universidad.
Hay que mirar la cifra de mujeres que salen egresadas de las facultades con notas brillantísimas y que, sin embargo, su presencia en los puestos superiores de la universidad es mínima. El número de mujeres catedráticas es muy bajo, en torno a un 20% actualmente.
Formas parte del equipo del PSRM-PSOE con competencias en Economía, Igualdad de Género y Políticas Públicas. En este sentido, vemos como dentro de Juventudes Socialistas hay una corriente que apoya la Gestación Subrogada. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema?
La gestación subrogada es la música actual del neoliberalismo. El derecho a ser padre o madre no es un derecho exigible -no existe jurídicamente hablando-. Si hay el deber de serlo cuando se es. La gestación subrogada es el máximo exponente de un neoliberalismo que pone a las mujeres, otra vez, en su diana. Querer procrear con nuestro ADN es el último producto de consumo que nos quieren instalar en la sociedad. Cuando alguien tiene más que cubiertas todas sus necesidades y se sitúa en el estrato del capricho o del lujo se le ofrece un nuevo producto de consumo: tener una criatura por gestación subrogada portadora de sus genes. Comprar a una criatura.
Cuando veo a muchos hombres famosos que están teniendo hijas o hijos mediante gestación subrogada pienso: hijas e hijos a la carta, el último capricho y ¿será también una forma de evitar los futuros problemas de custodia que se producen cuando una pareja se separa? Si esto sale adelante, ahora quien tenga dinero no tendrá que compartir esas criaturas con nadie.
También me pregunto: ¿quién quiere ser madre por gestación subrogada? Y, si lo quiere ser, ¿cuáles son los condicionantes que le hacen querer alquilar su vientre? El dinero es el principal motivo. No hay libre elección, no hay libertad.
No es de mi agrado el apoyo de parte de Juventudes Socialistas a este tema. Pero soy de la opinión de que hay que discutir y debatir todos aquellos aspectos donde no haya consenso y buscar los puentes. En el 39º Congreso del PSOE se dio carpetazo a esta petición de Juventudes Socialistas, aun así habrá que debatirlo con ellos.
¿Cuál dirías que es el gran reto del movimiento feminista a corto plazo?
Eliminar la brecha laboral, que en el caso de Murcia se sitúa en torno a un 36%. Si lo conseguimos será el paso para eliminar los grilletes que unen a las mujeres exclusivamente a las tareas del hogar, al cuidado de las hijas e hijos, de las personas dependientes…
Es una evidencia que, ante el hecho de tener una criatura o de cuidar a una persona dependiente, dado que las mujeres percibimos sueldos más bajos, las parejas deciden que sean las mujeres las que abandonen el trabajo para así ahorrar en, por ejemplo, los gastos desorbitados de una escuela infantil. Esas mujeres luego no tiene pensiones, no son autónomas. Si se llevan mal con sus maridos no se pueden separar, y si, como consecuencia de lo anterior, sus maridos las maltratan se tiene que quedar ahí: y llevamos cuatro asesinatos machistas este último fin de semana en Murcia.
Los poderes públicos tienen que actuar de forma diferente a lo que lo están haciendo. El ejemplo del País Vasco, igualando los permisos de maternidad y paternidad (obligatorios, iguales, pagados al 100% e intransferibles), nos señala un camino que todos los gobiernos deben imitar para poder poner fin a esta lacra de una vez por todas.