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Una médica exige una “inspección sanitaria de urgencia” en una de las principales clínicas abortivas por “medios deficientes” en Murcia

Una médica murciana ha hecho saltar las alarmas después de denunciar ante la Consejería de Salud de la región la actividad de Ginemur, una de las principales clínicas a las que el Servicio Murciano de Salud (SMS) deriva abortos, información que ha adelantado Cadena Ser. La doctora ha recogido testimonios de pacientes intervenidas de interrupciones de embarazo que le refieren sensación de “medios deficientes”, profesionales “sin ningún tipo de identificación visible”, y “analgesia insuficiente” durante todo el proceso. También le han asegurado las pacientes que se encontraron “solas durante todo el proceso sin acceso a su teléfono móvil, no solo en área quirúrgica, también en la habitación individual donde se realiza la dilatación”.

En base a la información recopilada por la facultativa, también ha solicitado a la cartera de Salud que revise el personal que realiza los abortos: “Tengo constancia de que el único médico que realiza las interrupciones de embarazo está colegiado en Alicante”, una práctica que solo se realizaría los jueves a partir de las 15:00 horas. La doctora solicitó información al colegio médico alicantino, tras corroborar que el sanitario constaba en el registro público de colegiados como de “alta sin ejercicio” a fecha de 30 de abril, apareciendo como especialista en medicina general y no en ginecología y obstetricia. Desde Alicante, la denunciante fue remitida al colegio de médicos murcianos, que elevaron a la autoridades sanitarias los hechos dada su “gravedad” el pasado 17 de mayo. Ante la falta de acciones, la doctora decidió acudir al Gobierno reginoal para solicitar una “inspección sanitaria de urgencia en favor de la calidad asistencial de las intervenciones realizadas”.

Desde la Asociación de Usuarios de la Sanidad han emitido un comunicado de apoyo a la “inspección urgente”. “Nos consta que son clínicas acreditadas por la Consejería de Salud, pero no tenemos constancia de que sean 'centros vinculados a la red sanitaria pública'”, es decir, que tengan un concierto establecido con la Consejería de Salud o con el Servicio Murciano de Salud, ha señalado desde la plataforma. Por ello, ha solicitado información pública de los conciertos o acuerdos entre las entidades que especifiquen el “protocolo establecido para garantizar una atención de calidad asistencial tal y como especifica la normativa”.

La Consejería de Salud ha confirmado a este medio que recibió el escrito del Colegio de Médicos y ha señalado que, “una vez se aclaren los aspectos que se plantean, se comunicará el resultado [al Colegio]”.

Tres facultativos para las interrupciones de embarazos

El abogado de Ginemur, José Antonio Bosch, ha indicado en declaraciones a este medio, que la ley no exige que haya que ser ginecólogo para interrumpir embarazos: “Esto es así desde 1985 y la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo de 2010 también lo contempla”.

El jurista ha señalado que teme que haya una “nueva cruzada contra el aborto” y que las acusaciones son “barbaridades”. Respecto a la denuncia de carencia de analgésicos, Bosch ha defendido que Ginemur posee en plantilla “cuatro anestesistas”. “No sé con qué criterio se puede decir que se pone poca anestesia”. El representante de la clínica ha criticado que le es “imposible” refererise a casos en concreto dado el anonimato de la denuncia de la que se han hecho eco los medios. También ha aclarado que en Ginemur hay contratados, además del facultativo colegiado en Alicante, dos ginecólogos adscritos al Colegio de Médicos de Murcia.

Bosch ha explicado que para practicar interrupciones de embarazo en la Región de Murcia se requiere una acreditación especial que se renueva cada cinco años, y en donde se plasma la información de todos los médicos, junto con las especialidades de cada uno, además de recursos materiales suficientes para llevar a cabo el servicio: “Toda esa información la tiene la Consejería de Salud”. Según la legislación actual, se puede abortar libremente hasta las 14 semanas de gestación, y se puede hacer a través de la sanidad pública o de clínicas privadas acreditadas, como es el caso de Ginemur.