El gaztetxe Maravillas busca alternativas con EH Bildu ante el previsible desalojo
El gaztetxe Maravillas es una fuente inagotable de enfrentamientos entre los diferentes partidos que sostienen el Gobierno de Navarra. La asamblea elegida por los okupas para su autogestión ha anunciado que este miércoles día 10 la Audiencia de Navarra dará luz verde a un nuevo desalojo “inminente” del palacio Marqués de Rozalejo, ya que según sus informaciones estimará el recurso interpuesto por el Gobierno de Navarra contra el archivo de la operación dictado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona. Mientras tanto, negocian con EH Bildu “soluciones”, que pasarían por la cesión de un local municipal para su causa.
El Ejecutivo foral consideró en su día “ilegal” la decisión del Juzgado, que consideró que el Gobierno toleraba la ocupación al “no querer ejecutar” el desalojo del edificio. Efectivamente, pidió la suspensión del desalojo, pero no el archivo de la causa, sino su postergación para garantizar la seguridad de agentes y okupas, debido al estado del edificio.
Tras el espectáculo del desalojo frustrado y la reocupación, los socios de Gobierno han ido distanciando sus discursos en torno al gaztetxe cada vez más, hasta el punto de que el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), ha barajado en reuniones con diferentes colectivos vecinales del Casco Viejo ceder un espacio municipal a los okupas, que podría ser el centro Oscus o el palacio Redín y Cruzat. El alcalde es de EH Bildu, pero también Podemos e Izquierda-Ezkerra están en contra de la solución policial y apuestan por los “espacios autogestionados para la juventud en cada uno de los barrios de Pamplona”.
Por eso, los jóvenes okupas fijan en Geroa Bai el blanco de sus críticas, y acusan a la coalición de no tener “intención de dialogar ni negociar” y de “optar por la vía represiva”, “por el uso de la fuerza”. “Geroa Bai se comporta igual que UPN y PSN en su momento”, han llegado a decir, para recordar el desalojo del anterior gaztetxe del Casco Viejo de Pamplona, el Euskal Jai, ocurrido en 2004.
Rodeados de decenas de jóvenes con carteles en favor de los gaztetxes, dos representantes del colectivo han reconocido que negocian con EH Bildu la búsqueda de “soluciones”, la cesión de un local: “Son varios espacios, pero ninguno concreto por el momento”, se han limitado a decir. “Queremos diálogo, espacios autogestionados para los jóvenes, que los políticos cumplan lo que prometen; pero no se puede dialogar bajo la amenaza del desalojo”, han denunciado.
Además, han advertido de que si se ejecuta una nueva orden de desalojo defenderán Maravillas “por todos los medios”. Han insistido en que el Gobierno de Navarra “no tiene intenciones ni de dialogar ni de negociar, todas fuimos testigos de ello en agosto. Prefieren hacer uso de la fuerza para llevar a cabo un desalojo otra vez. La única vía que han utilizado ha sido la represiva. No han planteado ninguna solución a lo que tachan de conflicto, han rechazado la oferta de negociación ofrecida por vecinos y colectivos del barrio, lo cual deja en evidencia su inmovilismo”, han asegurado.
Respecto a las “negociaciones” con EH Bildu, han contestado a preguntas de los periodistas que no han mantenido contactos con el alcalde de Pamplona y han evitado pronunciarse sobre la posibilidad de trasladarse al edificio de Oscus, propiedad del Ayuntamiento.
Sí han recalcado que “los gaztetxes son imprescindibles para el desarrollo del movimiento popular y la realización de sus luchas”. “No vamos a tolerar ningún ataque a nuestros espacios”, han indicado, para hacer “un llamamiento urgente a defender Maravillas, Sugarra -gaztetxe de Estella- y el gaztetxe de la Rochapea”.
