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BBVA Research prevé que Navarra supere en un 7% el PIB anterior a la crisis

Fotografía de archivo de una línea de producción en una planta ensambladora de vehículos Volkswagen. EFE/Hilda Ríos

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Pamplona —

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El servicio de estudios de BBVA estima que el PIB de Navarra podría situarse alrededor del 2,5% en 2024, un avance más de tres veces superior al de la Eurozona (0,7%), aunque por debajo del previsto para el conjunto de España (2,9%). Este menor dinamismo se debe a una menor aportación del empleo público, a un menor peso de las actividades de servicios más dinámicas, como el turismo, y a que la industria y las ventas de bienes al exterior, aunque muestran señales positivas, no logran aún empujar de forma diferencial la actividad en la región.

No obstante, para 2025 el crecimiento se podría acelerar hasta el 2,8%, a pesar de la moderación que se espera en España (2,4%). La recuperación de la demanda europea, y los menores costes de los insumos son los principales factores que apoyarían este escenario. De cumplirse estas previsiones, en 2025 el PIB regional superaría en 7 puntos el nivel de 2019, y el PIB per cápita lo haría en 1,4 puntos porcentuales. Además, la tasa de paro podría caer hasta el 7,4% de media en 2025 y se podrían crear 19.000 nuevos empleos en el conjunto de estos dos años. 

Según el informe 'Situación Navarra. 2024' de BBVA Research, presentado este miércoles por Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal de BBVA Research y por Marta Alonso, directora de la territorial norte de BBVA en España, en 2025 se espera una aceleración del crecimiento en Navarra hasta el 2,8%, uno de los más altos del conjunto nacional, debido a la recuperación de la demanda europea y a la caída de los costes de producción. El elevado dinamismo de la afiliación a la Seguridad Social en Navarra en el primer semestre de 2024 se ha visto truncado en el tercer trimestre por la caída de la afiliación en el entorno metropolitano y en las áreas no urbanas.

Por el contrario, en la capital, la afiliación a la Seguridad Social en este trimestre crece a ritmos superiores a los experimentados en el conjunto de España. Parte del dinamismo observado en el primer semestre se explica porque en Navarra crece más la afiliación en manufacturas, y prácticamente iguala el aumento del empleo en servicios públicos o construcción con el conjunto de España. La industria navarra mostró un elevado dinamismo a lo largo del primer semestre, solo empañado por las dificultades experimentadas en la producción de energía y, en menor medida, por una producción de bienes intermedios que aún no han recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia.

Por su parte, la de bienes de equipo y de consumo escapa a esta atonía, manteniéndose este año por encima de los niveles de 2019. Este avance se produjo pese al débil crecimiento en la Eurozona, los problemas estructurales en el sector automotriz y la falta de fortaleza de la inversión en España.

Las exportaciones regionales cayeron en 2023 un 5,5% (-1,0% en España), con una contracción generalizada en prácticamente todas las ramas. En los primeros ocho meses de 2024, las exportaciones se han contraído un 1,6%, con un peor comportamiento de los bienes de equipo, que restan 5,9 puntos al avance las exportaciones, pero mejoran automóviles (+3,5 puntos), alimentos y semimanufacturas. Hasta agosto, y en términos nominales, las ventas al exterior son un 1,5% inferiores a las de 2019 (+32% en España). Pero en términos reales, se sitúan aún un 26% por debajo del nivel pre-pandemia (-0,9% en España). Automóviles y Equipo siguen aún un 37 y un 22% por debajo, sin que esto se vea compensado por unas exportaciones energéticas que se han doblado. Con el débil avance económico de la eurozona, las exportaciones a Alemania (+0,6 puntos de contribución en el acumulado de los primeros 8 meses), y a Francia (-2,1 puntos) siguen sin mostrar una franca recuperación, aunque el resto de la zona Euro sí contribuye positivamente (+2,5 puntos). Por destinos, las exportaciones reales a la UE (53% del total) se situaron, en los ocho primeros meses de 2024, un 7,4% por debajo de las de 2019. Las ventas a Francia (19% del total de las exportaciones navarras) se mantienen aún un 25 y un 30% por debajo del nivel alcanzado en 2019.

Aceleración del crecimiento en 2025

BBVA Research prevé que el PIB de Navarra se podría acelerar hasta el 2,8% en 2025, uno de los mayores avances entre las comunidades autónomas. Por un lado, las empresas navarras serán de las más beneficiadas de la normalización de la actividad en la Eurozona, dada la orientación sectorial y geográfica de sus exportaciones de bienes, así como su relevancia en la economía regional. Por otro lado, la mayor certidumbre sobre el coste de la energía y el combustible beneficiará particularmente a la industria exportadora y mejorará la competitividad en esta comunidad.

La llegada de visitantes extranjeros a los hoteles navarros ha aumentado un 4% interanual hasta septiembre, y su pernoctaciones lo han hecho en un 7% en los últimos nueve meses. Aunque este aumento es inferior al del conjunto nacional, el ritmo de aumento del gasto con tarjeta se sitúa muy por encima del incremento observado en España. Hasta octubre, el gasto con tarjetas extranjeras registrado en TPV de BBVA está aumentando un 107% interanual, por encima del 27% observado en España. El impacto de esta mejora sobre el PIB, en todo caso, es menor que en otros territorios, ya que el peso de los extranjeros en el gasto realizado en la región en 2023 (2,5%) se encuentra muy por debajo del 8% registrado en el conjunto nacional. En todo caso, el cambio en el perfil de turista y la mayor demanda de extranjeros sí parece estar permitiendo un incremento de los precios, y con ello de los ingresos hoteleros medios por habitación disponible, que en los nueve primeros meses del año han aumentado un 32% en Navarra frente a 2019 (+37% en España).

Incluso repuntando en el tramo central del año, la contención de los costes energéticos y de los precios de la alimentación permiten reducir la inflación hasta el 1,1% en septiembre en Navarra, y al 1,5% la subyacente (1,5% y 2,4%, respectivamente en España). Los productos con inflación menor del 2% alcanzan el 34% de la cesta de consumo (52% en España) en la región y, además, no hay productos cuya inflación supera el 8% en septiembre (España, 2%). Además, se espera que el Banco Central Europeo vaya con un ritmo más pausado del que descuenta el mercado, aunque el sesgo es hacia una política monetaria más expansiva. Los menores tipos de interés aliviarán las cargas financieras y permitirán un mayor avance del endeudamiento, lo que debería sostener el crecimiento del consumo y de la inversión.

La cuota hipotecaria se reduciría un 6% en 2024 y un 9% en 2025 por la revisión a la baja de los tipos de interés hipotecarios de las nuevas operaciones (TAE). En 2024, esto supondría una disminución de la cuota mensual de 50€ para una hipoteca mensual media. Las comunidades en las que mayor es el esfuerzo son las que se podrían ver más afectadas. En Navarra, con un esfuerzo de acceso a la vivienda 5 puntos inferior al del conjunto de España, esta reducción de tipos podría tener un impacto algo menor.

La recuperación de la actividad y de los ingresos autonómicos durante 2023 habrían favorecido un crecimiento del gasto del gobierno foral mayor a lo esperado. No obstante, Navarra cerró 2023 con un superávit del 1% del PIB regional. Para 2024, se espera una moderación en el crecimiento tanto del gasto como de los ingresos autonómicos, lo que permite prever que el Gobierno navarro pueda registrar un superávit menor al observado en el año anterior. Hacia adelante, el proyecto de presupuestos para 2025 recientemente aprobado apunta a una nueva moderación en el crecimiento del gasto, lo que frenaría la política fiscal expansiva observada en años anteriores. 

Retos y oportunidades para la economía navarra

De acuerdo con BBVA Research, la economía navarra enfrenta retos estructurales que podrían limitar el crecimiento futuro y que requieren políticas que incentiven la inversión, generen certidumbre y alivien la falta de capital humano. En cuanto al sector automotriz, se observa un elevado grado de incertidumbre relacionado con la transición hacia la producción de vehículos eléctricos. Las matriculaciones de turismos están lejos de los niveles precrisis. En promedio de los 4 últimos trimestres, las matriculaciones de turismos en Navarra se encuentran aún un 48% por debajo de los registros precrisis. Las matriculaciones de vehículos industriales se han ido recuperando, pero aún se sitúan un 27% por debajo de los registros precrisis (+3% en España).

Además, existen dudas sobre el efecto de la inmigración en la productividad (la productividad por ocupado está al mismo nivel que en el cuarto trimestre de 2019) y preocupa su concentración en puestos de trabajo de poca cualificación. El nuevo proceso de incorporación de inmigrantes al mercado de trabajo se está produciendo con menores tasas de segregación ocupacional gracias a que su participación ha aumentado en casi todas las ocupaciones. La mejora de los incentivos y la reducción de las incertidumbres y barreras que frenan la inversión productiva son una necesidad apremiante para que la productividad crezca.

La estructura exportadora navarra, por su parte, debe mejorar su complejidad y ventajas competitivas. Una estructura exportadora enfocada en bienes altamente complejos puede representar una ventaja relevante de cara al crecimiento de largo plazo.

Los datos de cierre de las cuentas públicas autonómicas de 2023 confirmaron que el Gobierno navarro moderó el crecimiento del gasto en los últimos meses del año, concentrando el impulso en la inversión. En el primer semestre de 2024, el gasto ha mantenido una tendencia decreciente, sólo interrumpida a comienzos del segundo semestre, pero esta vez con aumentos en el consumo final que se ven compensados por una menor inversión. Los ingresos autonómicos, por su parte, han mantenido su dinamismo hasta agosto de 2024, apoyados en la buena marcha de la recaudación tributaria.

Finalmente, la falta de consenso en política económica genera incertidumbre. En los últimos diez años ha aumentado la necesidad de prórrogas presupuestarias y el uso de decretos ley en lugar de proyectos de ley. Esta disminución de los proyectos de ley podría indicar una menor disposición a realizar reformas. Es deseable que se alcancen acuerdos transversales para dar certidumbre sobre ajustes fiscales, servicios públicos, protección social, empleo, inmigración, la doble transición energética y digital, o productividad.

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