Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
Inteligencia emocional del sobresalto
Bueno, pues ya tenemos otro sobresalto, según la ya famosa encuesta de Metroscopia de este fin de semana, la formación que lidera también ya Pablo Iglesias podría ser incluso la más votada, el PSOE parece frenar su deterioro y el PP se hundiría. A fin de cuentas, a uno esto le parece lógico, y hasta le tranquiliza porque, miren, si es que es un hecho cierto el que las cúpulas del PP en Valencia y Madrid están contaminadas por la corrupción, si en la trama Gürtel/Bárcenas hay un secretario general del PP implicado, tres tesoreros, si Rajoy no sabe de la financiación y caja B de su partido, si cuando entra en Génova y pasa por cuatro plantas financiadas ilegalmente no se da cuenta, si la campaña de Cospedal y las dudas sobre su financiación tampoco las conoce, si no pide disculpas por el nombramiento de Ana Mato y tampoco la cesa, si a pesar de la Operación Púnica resume todo diciendo que son pocas cosas, que esto no es generalizado, si después de todo ello sale bien en la foto, apaga y vayámonos. Menos mal, parecía que esto no llegaba nunca. La responsabilidad política, como leía los días pasados en un tuit, debe ser láica y no escuchar tanta solicitud de perdón.
Disfrutaba también, al hilo de la encuesta comentada, de un artículo de Antoni Gutiérrez Rubí donde explicaba con clarividencia cómo los partidos tradicionales debían asumir errores que habían propiciado esta sorprendente irrupción. A favor de Podemos le asignaba la gestión de las expectativas con inteligencia, con ambición, fundamentalmente la de las emociones y los retos. Pero aludía, sin quitarle méritos, que su imponente avance ha sido facilitado por los numerosos errores de los líderes políticos, fundamentalmente por haberlos minusvalorado. Indica el articulista que, cuando menos en el inicio, los partidos se mostraron incapaces para comprender este fenómeno político, que desplegaron una impropia conducta cargada de soberbia, se mostraron ignorantes para comprender e interpretar las necesidades que la sociedad les demandaba y se han mostrado torpes, prepotentes y displicentes para contrarrestar los argumentos y la estrategia de los portavoces de esta nueva formación.
Deben saber que, aunque las definiciones populares y tradicionales de inteligencia siempre han hecho hincapié en los aspectos cognitivos, en lo listo que eres, ya hace tiempo se reconoce la importancia de otros aspectos con un carácter más social, como la habilidad de comprender y motivar a otras personas, aunque esto no fue totalmente reconocido hasta que Gardner, en su libro Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica, no introdujo la idea diáfana de que los indicadores de inteligencia como el cociente intelectual no explicaban claramente el nivel intelectual porque no tenían en cuenta la inteligencia interpersonal, es decir la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios. Pero la relevancia de las emociones en la estimación intelectual, esas que Podemos ha sabido gestionar de forma extraordinaria, ganó un verdadero impulso cuando en 1995, Daniel Goleman popularizó la Inteligencia emocional, con la publicación del libro con su mismo título.
Y es que, efectivamente, hay quien está siendo inteligente, no porque lo sea desde el punto de vista académico, que también, sino porque desde lo emocional se muestran solventes ….“mientras se les reclama soluciones y propuestas, Podemos se centra en las emociones y en los retos. Y han comprendido, mejor que nadie, que las ganas de abofetear electoralmente a los responsables políticos de esta situación era la demanda más clara y urgente de una parte creciente y transversal de la sociedad española”, reza el artículo.
Podemos, inteligentemente, se ha fascinado con lo que mueve a la sociedad, se está mostrando como un movimiento político observador, conoce las pistas sobre las que el electorado se siente especial. Muestra portavoces entusiastas y preparados que practican lo que predican, son los únicos que se han enterado que es ridículo hablar y hablar, para luego no poner en práctica sus palabras. En vez de liderar por medio de órdenes, lideran al dar el ejemplo. Se está mostrando conscientes de sus fortalezas y debilidades, no se presentarán a las municipales, algo que muestra una debilidad debatible pero que a su vez confirma que eres fuerte con tu parte más fuerte. Con respecto al resto de formaciones políticas, tiene la gran ventaja de estar en paz con su pasado, y lo saben, no tienen de qué lamentarse hoy y siguen adelante en el presente, porque ahí es dónde ocurre el futuro. Experimentan activamente los matices de cada momento y lo están disfrutando y exprimiendo políticamente. Se pronuncian como una organización oyente pero que escucha, detectan lo que molesta al posible electorado, exploran su medioambiente, buscan pistas que revelan como se siente la gente. En los últimos días están reforzando su comunicación hablando con todos, con amigos y extraños, acogen por igual a posibles votantes de raza, de religión, de género, de orientación sexual e incluso de afiliación política, aman a todos por igual, incluso está aumentando su horquilla con respecto a la edad de sus votantes, movimiento muy vinculado con los jóvenes en sus inicios y abierto a otras generaciones en este momento.
Uno, como ven, admirado desde el punto de vista político, sociológico y psicológico, también entiende que algunas cosas pueden ser sujetas a crítica, algo complicado de decir hoy, teniendo en cuenta la neurosis colectiva del momento. Entiendo que a muchos simpatizantes progresistas, socialistas, que disfrutaban cuando escuchaban la canción de Ismael Serrano Papá cuéntame otra vez o a los hijos de estos, se han sentido heridos cuando les han otorgado, sin distingos, al igual que a los simpatizantes del PP, el calificativo de casta. Es obvio que si la democracia se ha asentado definitivamente en España, se debe a la lucha de muchas personas, quienes desde posiciones distintas coincidían con el rechazo visceral del franquismo y aspiraban a la conquista de derechos y a la desaparición de las desigualdades... pero aún siendo esta la principal crítica, es obvio que no han reaccionado bien, como sigue diciendo la canción “tiene que llover aún sigue sucia la plaza”, eso es cierto.
El siempre lúcido José Antonio Marina indicaba en su libro La inteligencia fracasada. Teoría y Práctica de la Estupidez que “la inteligencia fracasa cuando es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa o lo que nos pasa, de solucionar los problemas afectivos o sociales o políticos”. Yo creo que algo de esto está ocurriendo desde hace tiempo, agravándose con el inicio de la crisis hacia el 2008.
Y por eso, hablando de partidos centrados en opciones progresistas, y volviendo a la encuesta, puede destacarse a mi juicio la estimación de voto válido que se otorga al PSOE, hay quien pueda pensar que es escasa, que no remonta a posiciones pasadas, que prácticamente se sitúa a los indicativos del 2011, pero la verdad es que, en el momento actual, se encuentran muy cerca de los posibles vencedores y actuales triunfadores. Esto es una cuestión de perspectiva, todo depende del filtro que se vea, de tu mapa, que no es el territorio... al igual que le pasó a Osasuna el fin de semana, después de ir perdiendo 0-2, el empate parecía buenísimo, ganar remontando 3-2 supo a gloria, eran tres puntos como los de cualquier otro enfrentamiento, pero se consiguieron de una forma excepcional, en otro momento un empate hubiera sido un auténtico fracaso.
Obviamente el PSOE, para poder combatir “este tiempo político en descomposición” y, si quiere competir con el empuje del movimiento de reciente aparición, deberá comportarse de forma menos reactiva, aunque se pueda sentir legítimamente agraviado, debe aceptar que en los últimos tiempos no se han hecho las cosas bien, así se lo han hecho saber los ciudadanos en general y sus antiguos votantes en particular.
Debe darse cuenta de algo importante, puede haber y hacer mucho de algo bueno. Sus estimaciones, su renovación y el hecho comentado de que Podemos no se presente a las municipales, cuando menos bajo su sigla, permite un respiro y tiempo a un partido que aspira a gobernar, pero para ello se debe mostrar tan inteligente como sus nuevos adversarios políticos, fundamentalmente desde el punto de vista emocional. Observo que ya han comenzado a discrepar con Podemos sin crear conflictos, no como en el momento de la irrupción de esta formación, entiendo que debe ser así, existe una línea roja que no se debe cruzar, y que es el juicio personal, en el conflicto, en el cuerpo a cuerpo puede estar servido y no tiene mucho sentido.
Su camino no debe huir sistemáticamente de ninguna discrepancia, ni interna, ni externa, hay organizaciones como el PP que están huyendo de todas con carácter sistemático, no hay más que observar al presidente del Gobierno, instalándose en una ficticia desaparición que crea una ilusión de paz. El resultado ya lo están viendo, renunciar a contrastar opiniones e ideas repercute en su crecimiento, y en segundo lugar porque esa paz es ilusoria, no es natural, y la organización se acaba asentado en una asfixiante hipocresía como estamos viendo.
Debe mostrarse paciente, tiene tiempo, querer acelerar el ritmo de los acontecimientos es una distorsión que no debe potenciar, pero sin dejar de avanzar. La clave para cambiar va consistir en aprender a disfrutar el momento presente y no proyectar el continuo desasosiego de no gobernar. Como dice el escritor contemporáneo de origen alemán y nacionalidad canadiense Peckhart Tolle, famoso por títulos como El poder del ahora y Una nueva tierra, “lo que causa tensión es estar aquí queriendo estar allí, o estar en el presente queriendo estar en el futuro”. Funcionar así revelaría una verdad incómoda, que suele costar aceptar, que no esta a gusto como organización. Debe predecir el futuro preparándose adecuadamente, facilitando que las ideas iluminen, brillen y alumbren nuevos caminos que permanecían en la oscuridad. Sería bueno que, independientemente de los resultados, cuando los comicios pasen, ganen o pierdan, sean capaces de ver sus verdaderas prioridades en lo esencial de su futura actuación, y no que todo lo hecho pueda parecer en ese momento que se haya producido una carrera hacia ninguna parte. Al igual que en la película dirigida por James L Broocks Mejor Imposible en la que Jack Nicholson como Melvin Udall parecía intratable para el resto de la sociedad, es posible que como este, comience a mostrar su encanto como partido tal y como lo hizo en el film Melvin con Carol Connelly (Helen Hunt).
Uno está expectante a la aparición de estimaciones para el Parlamento Foral, que seguramente serán más complicadas que las avanzadas para la configuración del Congreso de los Diputados, pero para no variar, otro sobresalto, surge la noticia del cobro por escuchar charlas en la CAN, que reabre la petición de responsabilidades en la gestión que provocó su desaparición. En el sigo XIX el primer ministró inglés Benjamín Disraeli acuñó la frase: “Nunca te quejes, nunca expliques”. Quizá en el sigo XXI, entiendo sea necesario cambiar esta expresión y se deba enunciar de una manera más adaptada acuñando otra, “nunca te quejes, explica siempre”. Ahí estamos, a la expectativa.
Como dice una persona muy querida por mí y gran conocedora de la conducta humana, “el sistema no es democrático, es partitocrático y, por ende, a merced de los lobbies. La corrupción no puede depender de la integridad moral de los políticos. Solo posibilitando la participación ciudadana, sistematizando referendums y una estructura democrática de verdadera división de poderes con severos controles administrativos podrá combatirse, obviamente habrá que reformar el código penal y eliminar el indulto, ¿Quién lleva esto en el programa electoral?”. Esperaremos el próximo sobresalto...que sea agradable, por favor.
Bueno, pues ya tenemos otro sobresalto, según la ya famosa encuesta de Metroscopia de este fin de semana, la formación que lidera también ya Pablo Iglesias podría ser incluso la más votada, el PSOE parece frenar su deterioro y el PP se hundiría. A fin de cuentas, a uno esto le parece lógico, y hasta le tranquiliza porque, miren, si es que es un hecho cierto el que las cúpulas del PP en Valencia y Madrid están contaminadas por la corrupción, si en la trama Gürtel/Bárcenas hay un secretario general del PP implicado, tres tesoreros, si Rajoy no sabe de la financiación y caja B de su partido, si cuando entra en Génova y pasa por cuatro plantas financiadas ilegalmente no se da cuenta, si la campaña de Cospedal y las dudas sobre su financiación tampoco las conoce, si no pide disculpas por el nombramiento de Ana Mato y tampoco la cesa, si a pesar de la Operación Púnica resume todo diciendo que son pocas cosas, que esto no es generalizado, si después de todo ello sale bien en la foto, apaga y vayámonos. Menos mal, parecía que esto no llegaba nunca. La responsabilidad política, como leía los días pasados en un tuit, debe ser láica y no escuchar tanta solicitud de perdón.
Disfrutaba también, al hilo de la encuesta comentada, de un artículo de Antoni Gutiérrez Rubí donde explicaba con clarividencia cómo los partidos tradicionales debían asumir errores que habían propiciado esta sorprendente irrupción. A favor de Podemos le asignaba la gestión de las expectativas con inteligencia, con ambición, fundamentalmente la de las emociones y los retos. Pero aludía, sin quitarle méritos, que su imponente avance ha sido facilitado por los numerosos errores de los líderes políticos, fundamentalmente por haberlos minusvalorado. Indica el articulista que, cuando menos en el inicio, los partidos se mostraron incapaces para comprender este fenómeno político, que desplegaron una impropia conducta cargada de soberbia, se mostraron ignorantes para comprender e interpretar las necesidades que la sociedad les demandaba y se han mostrado torpes, prepotentes y displicentes para contrarrestar los argumentos y la estrategia de los portavoces de esta nueva formación.