Navarra platea que las navidades de este año, las “navidades COVID”, como las ha denominado la consejera de Salud, Santos Induráin, tienen que ser distintas, “más íntimas”, para no volver a vivir en enero y febrero un repunte de los contagios como el que se registró en la comunidad foral tras el verano y las fiestas patronales y cuyo máximo se alcanzó a finales de octubre llegando a una incidencia acumulada en 14 días superior a los 1.000 casos por 100.000 habitantes.
La consejera de Salud, que ha alertado de que entre los sanitarios se empieza a notar una “fatiga pandémica” fruto del esfuerzo que conllevó superar la primera ola y que está volviendo a ser importante en esta segunda, ha señalado que se tiene que llegar a Navidad “con unas cifras de contagios de COVID-19 y de ocupación hospitalaria lo más reducidas posibles para encarar la respuesta” ante posibles nuevos contagios por la climatología invernal, junto con la llegada de la gripe, y “cierta recuperación de la actividad”.
“Deben ser unas navidades diferentes, van a ser las primeras y probablemente las únicas de esta pandemia, pero en la situación que estamos de cara al invierno con esta predominancia de otros virus respiratorios y de las lecciones aprendidas no podemos pensar en unas navidades como las de otros años”, ha explicado Santos Induráin. Por ello, desde el Departamento de Salud, si bien no se ha concretado todavía medidas concretas que se pudieran aplicar durante las fiestas, plantean que las de este años “serán más íntimas” para “no bajar la guardia ni repetir el funcionamiento que se dio en el verano”.
En esa línea ha indicado que “tenemos que seguir haciéndonos a esta idea, a unas navidad distintas. No podemos echar por la borda tanto esfuerzo de tantas personas a nivel individual y colectivo, no podemos tropezar dos veces en la misma piedra”, ha indicado.
Unos puentes forales también diferentes
También serán distintos a los de otros años los puentes forales de comienzos de diciembre, que según ha apuntado la consejera probablemente estarán en una situación “más cerca de la restricción que de la normalidad”, aunque aún quedan unos días de margen para tomar decisiones. “Se está valorando desde un punto de vista técnico, con indicadores y de manera participada, pero bajar la curva cuesta mucho y queda aún un largo camino” para conseguirlo, ha dicho.
Santos Induráin ha señalado que si se continúa con la tendencia de contagios registrada estos últimos días, en dos semanas se podría llegar a la incidencia acumulada que hay de media en España, en torno a los 500 contagios por 100.000 habitantes, una cifra “de por sí elevada”, pero muy inferior a la de 1.300 que se llegó a alcanzar en la comunidad foral hace escasos días.