Navarra va a recuperar el toque de queda desde el 22 de julio en los municipios en riesgo extremo, que en la práctica es casi toda la comunidad foral, ya que afecta a más del 80% del territorio, incluida la capital Pamplona. En estos días que faltan el Gobierno de María Chivite enviará la nueva normativa para su validación en el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que en otras ocasiones había sido partidario de permitir restricciones que afectan a derechos fundamentales al margen del estado de alarma, a diferencia de en Euskadi, por ejemplo. Estas nuevas medidas estarán en vigor hasta el 29 de julio, pero serán prorrogadas “si es necesario”.
Los municipios en los que la incidencia esté a nivel de riesgo extremo, el Gobierno de Navarra decretará el toque de queda desde las 1:00 hasta las 6:00 horas a partir del próximo 22 de julio. “Si haces un toque de queda general, será más difícil con los jueces. Hay que hilar fino”, han indicado fuentes del Gobierno de Navarra. Esta lista de localidades será determinada de forma semanal por Salud Pública. Se comunicará a FNMC y Delegación y se hará pública en la página web coronavirus.navarra.es.
Estarán en nivel de riesgo extremo y, por tanto, tendrán toque de queda las localidades que cuenten con una incidencia de mas de 250 casos en 14 días y más de 125 en 7 días, según ha explicado la consejera de Salud, Santos Induráin. El próximo martes se “valorará a qué municipios afectará el toque de queda”, ha hecho saber. Entre ellos podrían estar Huarte, Corella, Cintruénigo, Zizur o Pamplona, según ha citado. Aunque el marco normativo de estas medidas terminaría el 29 de julio, podrá prorrogarse.
Asimismo, las reuniones volverán a estar limitadas en todo el conjunto de la comunidad foral. Hasta ahora, el Departamento de Salud recomendaba que no se superaran las diez personas y las tres unidades convivenciales. Sin embargo, a partir del 22 de julio, esa recomendación pasará a ser una limitación. Además, tampoco estará permitida la celebración de eventos taurinos de calle (encierros), comidas populares y pasacalles con charanga o eventos similares.
Estas nuevas medidas llegan en un momento en el que los contagios se incrementan, sobre todo entre los más jóvenes. Este miércoles, el 65% de los casos detectados han correspondido al grupo de 15 a 29 años. Como ha señalado Induráin, “estos brotes tienen en común que afecta a población joven y no vacunada”, refiriéndose al macrobrote de Salou y al reciente de la zona de salud de Lesaka. Además, la edad media de los ingresados ha descendido.
La consejera ha destacado, de la misma manera, la contagiosidad y transmisibilidad que presenta la variante delta, la dominante en Navarra y responsable de alrededor del 86% de los contagios de los últimos días. Por eso, ha indicado que aunque la ola no se parece a las anteriores en cuanto a la situación hospitalaria, sí es más contagiosa.
El objetivo de estas nuevas medidas es “frenar la transmisión, ya que unos niveles de incidencia tan altos no son admisibles”. Sin embargo, Induráin ha recalcado que no se trata de una “vuelta atrás”, sino de una “rápida respuesta” a la situación epidemiológica actual, puesto que esta es una pandemia “dinámica y cambiante”. “El paquete de medidas obedece a una idea muy clara, que las medidas sean las mínimas imprescindibles para garantizar la protección de la comunidad, para contener contagios a un nivel tan alto, y que sean asumibles por la sociedad. Buscamos una intervención quirúrgica y que tenga la menor afectación posible en la vida social, económica y emocional”, ha comunicado.
“Siempre se le aportan al TSJN informes de salud pública, de la evolución epidemiológica, de la situación asistencial hospitalaria. Las medidas son proporcionadas y necesarias con la situación actual. Consideramos que son las medidas mínimas imprescindibles para contener esta progresión tan exponencial que está teniendo el virus e intentando que tengan la menor repercusión en el nivel económico, en el nivel social y en el nivel social de los ciudadanos”, ha defendido la consejera, sobre la decisión que podría adoptar el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), que en mayo rechazó el toque de queda por no considerarlo entonces proporcional.
Sin cambios en la hostelería
Además de las nuevas medidas, algunas de las que estaban en vigor hasta ahora se mantienen. Desde que se levantara el estado de alarma el pasado 9 de mayo, los navarros han tenido libre movilidad. Eso supone que no es necesario ningún tipo de justificante para desplazarse, tanto dentro de la comunidad foral entre municipios, como a otras comunidades autónomas.
En cuanto a la hostelería, Induráin ha informado de que no habrá nuevas medidas “por el momento”. Así, todos los locales hosteleros pueden abrir el interior de los establecimientos al 60% del aforo o con la máxima ocupación, siempre que se mantengan distancias más amplias entre mesas y se presente una declaración responsable con una ficha técnica que exige contar con un medidor de CO2. Asimismo, las mesas deben ser de un máximo de seis personas en interior y de 10 en terrazas. El cierre de los locales hosteleros se limita a las 1:00 horas de la madrugada. En el caso de las discotecas, el aforo máximo es del 50%, las pistas de baile permanecen cerradas y el consumo debe ser sentado en mesas. El cierre se adelantó a las 1:00 horas debido al macrobrote de estudiantes que viajaron a Salou.
Los bingos, salas de apuestas y las sociedades gastronómicas tienen permiso para abrir también hasta las 1:00 horas, con un aforo máximo del 60%. En los comercios minoristas, por su parte, el aforo permitido es del 75%, y en las grandes superficies del 60% y no está permitido permanecer en las zonas comunes.
En cuanto a las actividades deportivas, es imprescindible pedir cita previa para acudir a los gimnasios. En la calle, los corredores deben llevar la mascarilla cuando no se pueda garantizar una distancia de 1,5 metros con otras personas. En el caso de las competiciones no profesionales el público está permitido con un nivel de aforo máximo del 75%.