Los partidos de Navarra han comenzado este jueves la campaña electoral, si bien todos ellos acumulan ya horas de actos políticos en los que han dado a conocer a sus candidatos y las líneas maestras de sus programas políticos. Por delante, dos semanas en las que los partidos tratarán de movilizar a su electorado, algo que se prevé será decisivo estas elecciones en las que en la comunidad foral existe en un escenario de una gran fragmentación del voto tras la ruptura de la unidad de la derecha.
Es por ello también que el centro del debate en campaña estará en los posibles pactos electorales tras el 28-M. No sólo en el Gobierno de Navarra, sino también en los ayuntamientos, en los que se esperan resultados muy apretados, como en el de Pamplona.
Según las encuestas publicadas, el escenario parlamentario tras los comicios será similar al actual, con la diferencia de que en esta ocasión la derecha acude a las urnas dividida en cuatro partidos. Una de las claves será ver cuál es el reparto de los votos entre UPN, PP, Vox y Ciudadanos, un espacio que históricamente ha acaparado UPN, pero que ahora estará fragmentado. A los regionalistas también le puede pasar factura la crisis interna vivida esta legislatura tras la salida de los dos diputados tránsfugas Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que han dado el salto al PP, arrastrando consigo a un importante número de afiliados y simpatizantes. Por otro lado, Vox parece que ocupará el espacio que deja Ciudadanos, quien todo parece indicar que no alcanzará la barrera electoral del 3%.
Del otro lado, los partidos que integran el actual Gobierno de Navarra: PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra (coalición de Podemos, Izquierda Unida, Batzarre, Alianza Verde, Berdeak Equo y un grupo de independientes) se juegan reeditar el actual ejecutivo y un nuevo equilibrio de fuerzas dentro del mismo. El PSN tratará de volver a ser quien lidere el Gobierno, al igual que Uxue Barkos y Geroa Bai, quienes en 2019 aceptaron un papel secundario en el Ejecutivo tras haber liderado el anterior. EH Bildu tratará a su vez de ganar más peso y jugar un papel más determinante en las decisiones del Gobierno, ya sea desde dentro, o desde fuera negociando los presupuestos, como ha hecho esta legislatura. Contigo Navarra, por su parte, buscará mantener su peso en el Ejecutivo tras haber logrado unir a diferentes fuerzas de izquierda en una única coalición.
El papel de las alcaldías
Pero el 28 de mayo no sólo está en juego la gobernabilidad de Navarra, sino también la de los municipios de la comunidad foral, en los que en muchos de ellos se prevé máxima igualdad, como en Pamplona. La capital ha centralizado el debate sobre posibles pactos y sobre si será moneda de cambio del Gobierno foral.
La pelota parece estar en el tejado del PSN, quien en 2019 optó por votarse a sí mismo para dejar gobernar a la lista más votada, la de Navarra Suma, en lugar de facilitar una investidura de Joseba Asiron. Precisamente el exalcalde y candidato de EH Bildu de nuevo en Pamplona señaló en una entrevista con este periódico que al PSN “le toca” corresponder a EH Bildu con la alcaldía de Pamplona por el apoyo que han dado a Chivite en el Parlamento foral.
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