Distintos registros de la propiedad en Navarra elevan a 2.952 los bienes inmuebles con los que la Iglesia católica engrosó su patrimonio en el último siglo a través de las inmatriculaciones. El listado elaborado por el Gobierno foral y que este martes ha sido entregado por el consejero de Políticas Migratorias y Justicia, Eduardo Santos, en el Parlamento navarro recoge las notas simples de los bienes inmatriculados por la Iglesia católica en sus distintas denominaciones (arzobispado, parroquia, diócesis o similares) desde el año 1900 hasta el 2021 y amplía con creces el listado relativo a la comunidad foral incluido en el informe remitido en febrero por el Gobierno central al Congreso de los Diputados, que cifraba en 1.034 los bienes inmatriculados en Navarra.
Tras haber recopilado los datos, el Ejecutivo de María Chivite “va a trabajar” para apoyar a los municipios que quieran recuperar los bienes comunes que han sido inmatriculados, según ha asegurado el consejero Eduardo Santos.
Del total de bienes inmatriculados, a penas un 33% están tipificados como templos parroquiales, ermitas, antiguas ermitas, iglesias, abadías y basílicas. Destaca que el número de fincas agrícolas supera al de las iglesias y la suma total de bienes supera los 650.000 metros cuadrados, la extensión de unos 675 campos de fútbol, según ha destacado el consejero.
Agrupadas estas propiedades por tipo de terreno, la suma es de 1.806 propiedades en terreno urbano, 1.073 rústicas, dos rústicas y urbanas y 71 propiedades sin clasificar. “Con todo ello, hablamos de 653.453 metros cuadrados de extensión en fincas urbanas y 3 millones 429 mil 227 metros cuadrados en fincas rústicas”, ha destacado Santos, que ha resaltado que, en “la práctica totalidad” de los bienes inmuebles de fincas urbanas, únicamente figuran metros en superficie (planta baja) y no reales (quedarían fuera pisos en altura, desvanes o sótanos). La cifra total de metros cuadrados inmatriculados supera los 4.107.000, un equivalente a “575 campos de fútbol con las dimensiones de El Sadar”, ha señalado el consejero.
Las 2.952 propiedades de cuyos registros se tiene constancia se reparten en un total de 267 municipios. En números absolutos, es el Valle de Esteríbar el que tiene más bienes inmatriculados en su localidad, con un total de 109 propiedades inmatriculadas. Tras Pamplona, con 87, se ubican Baztán, con 75 propiedades inmatriculadas; Lóngida, con 64; Gallués, con 60; Eguesibar, con 56, y Guesalaz, con 54.
El grueso de las propiedades inmatriculadas se encuentra en la Merindad de Sangüesa (1.036) y la de Pamplona (904), que junto a la de Estella concentran el 86% de los bienes inmatriculados. Las propiedades se concentran en su mayoría en zonas rurales con poca densidad de población.
Por fechas, el grueso de las inmatriculaciones se hicieron en dos “olas”: una en la década de los 80, en la que, solo en 1981 se registraron un total de 1.051; la otra, entre 1999 y 2008, cuando se inmatricularon 865 propiedades. Una mayor actividad atribuible a la reforma de la Ley Hipotecaria aprobada en 1998 bajo el Gobierno de José María Aznar.
Por tipología, además de los bienes de culto, destaca el gran número de terrenos de labranza o explotaciones agrícolas, donde se clasificarían 234 huertos, 216 campos de cereal, 195 campos, 181 campos de secano o 16 campos de regadío. En las notas simples recopiladas, por otro lado, figuran 187 viviendas y 101 fincas urbanas; aunque a ellas podrían sumarse otras tipologías como son los denominados “locales”, un total de 36; locales comerciales, que son 20; 9 garajes; u ocho patios. También aparecen siete edificios, tres frontones parroquiales, diez trasteros, siete sótanos o tres parques.
A raíz de este informe el Gobierno foral va a trabajar “para dar el soporte que sea necesario para que los ayuntamientos y entidades locales puedan llevar a cabo las acciones que consideren oportunas, en defensa del bien común”.
El consejero Eduardo Santos el caso de los comunales, que “deberán ser estudiados con especial atención”. “Tras la detección, precisa y académica, de esos terrenos de comunal, se podrán articular las vías de colaboración oportunas, entre el Gobierno y las entidades locales”, ha indicado. “Una colaboración que pretende garantizar la defensa del comunal y de otros bienes comunes a dichas entidades locales”.
“Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para que ningún municipio navarro tenga que dejar de pelear, por motivos económicos o de complejidad jurídica, por aquello que considere propio”, ha concluido el consejero.