‘Caso Osasuna’, cuando la clave es que nadie sabe nada (salvo Vizcay)
La decisión del juez de levantar parcialmente el secreto de sumario sobre el caso Osasuna ha provocado una tormenta de informaciones en torno al club. Principalmente, sobre la extracción de dinero del club y el presunto amaño de partidos, unas acusaciones que han salpicado no solo a los expresidentes de la entidad rojilla Miguel Archanco y Pachi Izco, sino también a sus juntas directivas, a personal del club e, incluso, a futbolistas, porque una lista de 21 imputados da para mucho. En ese lío de gastos personales con la tarjeta del club presuntamente a cargo de Izco, cambios llamativos en el patrimonio de Archanco y la pregunta de cómo Osasuna logró acumular tanta deuda (53 millones) con la Hacienda foral, cabe recordar que este caso arrancó, en principio, con una auditoría de la Liga de Fútbol Profesional que captó movimientos extraños en el club y que, para demostrarlo, ha contado con un testimonio clave, el del que fuera durante “24 años y medio”, según declaró ante el juez Fermín Otamendi el propio Ángel Vizcay, el gerente de Osasuna. Y la clave de ese testimonio es que no solo habla de extraer dinero del club para pagar a otros equipos para que ganaran sus encuentros y así los rojillos pudieran evitar el descenso a Segunda División, sino también por empatar y dejarse ganar. Y ahí es donde el Código Penal, desde 2010, persigue este tipo de casos dentro del apartado de corrupción entre particulares.
Vizcay, en cualquier caso, es una voz disonante entre las que se recoge el sumario del caso. El exgerente, que ante el titular del Juzgado nº 2 de Instrucción de Pamplona se ratificó “íntegramente”, y con esas palabras, en su declaración previa (y grabada) ante la LFP, insistió en que en dos temporadas, la 2012-2013 y la 2013-2014, hubo supuestamente pagos a Valladolid, Betis y Getafe, en la primera, y a Espanyol y Betis en la segunda. De estos casos, según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, el juez se ha centrado en los “indicios” de amaño de la 2013-2014, cuando presuntamente se abonaron 250.000 euros para que el Espanyol empatara con Osasuna, y 650.000 euros por que, primero, ganara al Valladolid y, después, se dejara ganar ante Osasuna. Y la clave para esas pesquisas es la propia palabra de Vizcay, que insiste en que toda la Junta Directiva de Archanco conocía esas gestiones (no habla así de la de Izco, en temporadas anteriores). Por el contrario, otro imputado clave, el exdirectivo Txuma Peralta, quien junto a Archanco ya pasó por prisión al inicio de la instrucción, ha asegurado conocer primas por ganar, pero no por otras cuestiones.
Para comprender las diferencias entre la versión de Vizcay y la de Archanco resulta clarificador el careo que el juez Otamendi realizó el pasado 16 de marzo entre ambos para, según afirma el magistrado, “intentar aclarar estos hechos (…) porque lo que quiero es que de alguna forma se pongan de acuerdo”. En el vídeo, ambos exdirigentes apenas se miran y Vizcay se reafirma en su versión y asegura que “todos tenían conocimiento de estos temas”, mientras Archanco niega que tuviera información de pagos a clubes, a pesar de que su firma permitiera las extracciones de dinero: “Yo no he tenido nunca en mi mano cantidad para amaño de partidos (…). No he hablado ni dado instrucciones para ir a ningún sitio. No lo he hecho”, afirma el expresidente. “He firmado reintegros para sacar, pero no para una cuestión ilícita”.
“Digo esto porque es la verdad”
Vizcay, por su parte, se pregunta entonces ante el juez por qué el presidente dio el visto bueno para obtener tanto dinero, que no era precisamente para pagar “la luz”. “No es (un pago) simplemente de tesorería”.
Una de las dudas que deja el caso, y por la que el juez se interesó en su primera toma de declaración a Vizcay, el 6 de marzo de 2015, fue qué le motivó para, voluntariamente, declarar ante la LFP (que, por cierto, no le señaló en su querella en esta investigación). En su careo con Archanco, por ejemplo, Vizcay se defendió al asegurar que “digo todo esto porque es la verdad y es la realidad”.
Vizcay también se mostró insistente ante el magistrado en que ese dinero se extrajo presuntamente para primas y no para apropiarse de él, pero la realidad es que la investigación del caso Osasuna sigue abriendo nuevas líneas de investigación que no se ciñen únicamente al supuesto amaño de partidos. Porque, como el propio juez reconoce al tomar declaraciones a las personas imputadas, “yo es que de fútbol no tengo ni idea”, y en el caso Osasuna tampoco se está hablando demasiado de fútbol.