El comité de Faurecia cree que la firma vende “humo” al plantear recolocaciones
Como un callejón sin salida. Así ven desde el Comité de Empresa de Industrias Cousin Freres SL (ICF), dependiente del grupo Faurecia-Lear, la propuesta planteada desde la multinacional, de origen francés, de recolocar a 70 personas de la plantilla en otras fábricas. Primero, porque la planta, vinculada a la fabricación de correderas para asientos delanteros de vehículos y ubicada en el municipio navarro de Burlada, tiene alrededor de 189 personas y, segundo, porque no solo es que las cifras no salgan, sino que además la mayoría de esas recolocaciones serían en zonas como Barcelona, Valladolid o Valencia.
“Nos sentimos engañados”, lamenta uno de los representantes de los trabajadores y trabajadoras, Alfredo Sanz. Para el Comité, la propuesta que ha puesto sobre la mesa el bufete de abogados (Garrigues) y la asesoría que hasta el momento representan a la empresa en las negociaciones no es una alternativa. Es más, critican que choca con lo prometido por la patronal poco después de anunciar su intención de bajar la persiana de esta planta, cuando se aseguró que se intentaría recolocar a la plantilla en otras empresas dentro de Navarra o “como muy lejos, en Tarazona (en Zaragoza)”.
“Por el tipo de trabajador que hay, la mayoría con familia, saben que muy pocos aceptarían esa propuesta”, afirma. Sobre la mesa, se trata de unas 70 recolocaciones, 19 prejubilaciones y 100 despidos. De ahí que Sanz insista en que la maniobra de la empresa sea “vender humo”. Este periódico ha intentado, sin éxito, contar con una respuesta por parte de los responsables de Faurecia a este respecto; desde la firma siempre se han remitido al comunicado que presentaron el pasado 5 de febrero, y con el que anunciaron la no viabilidad de la planta por la pérdida de competitividad, la no renovación de “importantes proyectos” y la caída “drástica” del volumen de producción.
El plan de viabilidad
Desde el Comité, por su parte, insisten en que hay alternativas. Y, por ello, han elaborado su propio plan de viabilidad para asegurar la continuidad de la planta de Burlada, que ya ha sido apoyado por la plantilla en una asamblea. Ese documento contempla la continuidad de la actividad de la planta, con entre 60 y 70 puestos de trabajo, barajando ajustes de sueldo. Además, el plan, que este martes han presentado ante representantes del Gobierno de Navarra para intentar contar con su apoyo, calcula que un 10% de la plantilla accedería a bajas incentivadas y también apuesta por plantear prejubilaciones, de forma conjunta entre ICF y Faurecia Orikoien, para personas a partir de los 55 años. Así, podrían acogerse a él alrededor de 51 personas. Por último, incluye 77 recolocaciones.
La propia consejera navarra de Economía, Lourdes Goicoechea, medió en la reunión mantenida en Bilbao entre los representantes de la plantilla y el responsable del Consejo de Administración, aunque la cita, en realidad, no sirvió para avanzar en la negociación. Desde la plantilla están convencidos de que la empresa únicamente se plantea el cierre y que, por ello, solo pone “trabas” a otras alternativas. Por el momento, la plantilla mantiene una huelga indefinida (que arrancó el pasado 13 de febrero) y este miércoles decidirá en asamblea qué nuevas acciones se plantea. Para empezar, este viernes, a partir de las 19:30 horas, está convocada una manifestación en la plaza del Ayuntamiento de Burlada.