Tampoco a la nueva titular de Educación del Gobierno foral, María Solana, consiguen sus socios de Izquierda Unida, Podemos y Bildu arrancar el compromiso de cumplir con el mandato parlamentario que aprobó el cuatripartito: reducir al mínimo que contempla la ley el número de horas lectivas de religión que se imparten en Navarra. Solana ha sido tajante al respecto al reconocer que “en ningún caso” se reducirán las horas de religión para el próximo curso 17-18 y ha dejado claro de que “en el caso de que finalmente se adopte la decisión”, todas las cuestiones deberían quedar resueltas para el mes de abril del año próximo si se quiere que la reducción de horas de religión esté vigente para el curso 18-19.
Según datos del departamento de Educación, un total de 53.030 escolares de 3 a 18 años cursan religión, lo que supone el 55% de los inscritos en Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. Los porcentajes varían en función de la red educativa. Así, mientras el 80% del alumnado de la red concertada estudia religión, en los centros públicos lo hace el 40%. En cuanto a la carga horaria, en Infantil y 3º y 4º de ESO se imparte una sesión a la semana, y en Primaria y 1º y 2º de ESO se imparten dos. La oferta es obligatoria (salvo en Bachillerato que lo deciden los centros), pero es voluntad del alumno cursar la asignatura o su alternativa (valores sociales).
María Solana comparecía a petición de sus socios de Podemos para dar cuenta del grado de cumplimiento de la resolución que aprobó el cuatripartito, con el apoyo del PSN, para que la red pública escolar de Navarra reduzca al mínimo legal permitido la carga lectiva de clases de religión. Su postura, la de no cumplir la resolución parlamentaria que aprobó su propio grupo, no ha sentado bien al resto de sus socios.
Marisa de Simón, de IE, ha advertido a la consejera que su formación política “exigirá” la reducción de clases de religión “de forma machacona y con todos los instrumentos que estén a nuestro alcance para presionarle”. La consejera ha respondido a esta advertencia señalando que bienvenidas sean las exigencias, “que nos mantendrán alerta para debatir este asunto con altura de miras”.
Para Solana, cumplir la resolución no es un encargo fácil. “Esto no es reducimos las clases de religión y ya, como parece que plantea la señora de Simón”, ha explicado la consejera. “Es algo que tiene que ver con voluntariedad de los padres que llevan a sus hijos a que reciban estas clases, de los derechos adquiridos de trabajadores que imparten estas clases… hay muchas decisiones que tomar y muchas alternativas que resolver. No es fácil y queremos tratarlo con respeto y seriedad. Sería poco responsable decir que en esta cuestión tenemos seguridad jurídica total”, ha resaltado la titular de Educación.
De Simón ha admitido que el futuro de los profesores de religión se vería afectado por la reducción de horas lectivas de esta materia. “Con el profesorado, francamente, hay un problema. El mismo que ocurrió cuando se eliminó la asignatura de educación para la ciudadanía. Hay que buscar solución a cualquier trabajador, pero el problema laboral que surja no justifica que no se cumpla lo que este Parlamento acuerda. Señora Solana, se lo vamos a exigir para que el próximo curso esto esté solucionado”, ha reiterado la líder de IU.