La experiencia de los trabajadores de Urgencias desmiente a Vera
La Consejera Marta Vera desmentía ayer que las Urgencias estuvieran colapsadas, e igual esa no es la palabra, pero sí tienen problemas que impiden el buen funcionamiento y los trabajadores, tras intentarlo por vías internas, han decidido denunciarlo. En una carta remitida a la prensa han denunciado lo que ya habían trasladado a las jefaturas, a dirección y a la propia consejera, en total, 8 personas responsables de la puesta en marcha de Urgencias y de su organización, que no les han dado respuesta.
Eldiarionorte se ha reunido con representantes de los colectivos que trabajan en Urgencias y suscriben esa carta, que han puesto voz en nombre de los 257 compañeros firmantes a los problemas que les impiden, día a día, hacer bien su trabajo (Raúl Santesteban, celador; María Ángeles Sánchez y Maite de Grado, administrativas; Juan Manuel del Moral, y Nerea Castels, enfermeros; Miguel Ángel Lez, médico y Amelia Albarracín, técnica de rayos). La principal sensación que tienen es de abandono por la dirección, que no ha organizado el trabajo de las Urgencias. “Vamos solucionando nosotros los problemas que tenemos, vamos a salto de mata, improvisando muchas veces. Entre los trabajadores hay buen ambiente y nos ayudamos, por eso está saliendo bien el trabajo”.
Llegaron el día 8 de octubre sin conocer el edificio, únicamente habían dado “un paseo” por las instalaciones, y no sabían cuál iba a ser la manera de trabajar. Ellos mismos unificaron los criterios que eran distintos en las Urgencias de los dos hospitales antes de la unificación, y ellos mismos se han coordinado para poder hacer frente a los problemas que surgen cada día. “Falta formación e información. Hay un problema tremendo. Se han dedicado a vestir el edificio. Cuando lo vimos dijimos, ¡qué chulo!, pero cuando vinimos a empezar a montar las cosas vimos el montón de fallos que había porque no se había contado con nosotros para montarlo. No se han hecho protocolos de actuación ni simulacros para ver las deficiencias que había y que vamos viendo en el día a día”.
Tiempos de espera
Estos problemas están afectando a la atención al paciente, aumentando los tiempos de espera. Los trabajadores aseguran que hay pacientes esperando durante horas debido a la falta de personal. Situaciones en las que con la habitación disponible para hacer el ingreso, el paciente ha tenido que esperar durante horas para subir a planta porque no había un celador para trasladarlo o porque no hay celadores para trasladar al paciente o falta de personal para realizar pruebas.
Una situación que no corresponde con la versión de la consejera que asegura que los tiempos de espera son inferiores a los que había antes, algo que niegan rotundamente los trabajadores, afectados y “contagiados” por las molestias causadas a esos pacientes por los retrasos.
Deficiencias estructurales
El propio edificio recién estrenado tiene deficiencias que impiden a los profesionales realizar bien su trabajo. Por ejemplo, denuncian, tienen una sala de observación “que no sirve para observar”. La mayoría de los puestos en los que se ubican pacientes en observación no pueden ser vistos desde el control de enfermería, la enfermera solo tiene contacto con 5 de los 18 pacientes en observación.
Y el material, o desconocen donde está, o simplemente, falla. “No hay camillas. En las urgencias viejas de virgen del Camino nos decían que aguantáramos que con las nuevas urgencias iban a cambiarlas y al llegar aquí nos encontramos con las camillas rotas de las urgencias viejas, y eso si hay camillas”. Incluso tienen problemas para encontrar mantas al realizar algunos ingresos.
Incidencias
Como ya denunció eldiarionorte, un pasillo subterráneo separa las Urgencias de Virgen del Camino, donde se hacen la mayor parte de los ingresos. En el pasillo no hay ni teléfonos ni cobertura. Se han dado casos en los que el celador ha tenido algún problema, como el desmayo de un acompañante, y no ha tenido cómo avisar a algún compañero. “Hay veces que ha pasado con el acompañante. El acompañante se desmaya, y pienso, ¿ahora qué hago, lo subo a la camilla y llevo a los dos, o qué?, si no tengo cómo avisar.
Abandono de la dirección
Todas estas deficiencias se podían haber evitado con una mejor organización, dicen los trabajadores. Ellos ven con buenos ojos la unificación, pero no en un extremo del Complejo, lejos del lugar donde ingresan gran parte de los pacientes, ni sin organización. Pese a que han pedido información y se han quejado a sus jefes y directores, no han conseguido respuesta. “¿Quién va a defender esto? ¿Cómo lo vas a defender si no te lo crees?”, se preguntan pensando en la dirección del complejo y la Consejería.
Los trabajadores no comprenden por qué no se les ha tenido en cuenta desde el principio, por qué no se mejora el servicio y se garantiza una atención adecuada, y por qué, al menos, no han respondido a su carta. Al final, se lamentan, todo se debe a “la falta de actitud por parte de la dirección. Dijeron: Abrimos esto y que salga el sol por donde pueda”.