“En igualdad siempre hay el peligro de dar un paso adelante y dos atrás”
Los cines Golem y el Instituto Promoción Estudios Sociales IPES Elkartea ponen hoy punto final a la 28 edición de la 'Muestra de Internacional de Cine y Mujeres'. La cita, consolidada en Navarra como un referente del cine en femenino, ha vuelto a llenar las salas con su apuesta por este séptimo arte comprometido. Con la igualdad, la sensibilidad y la perspectiva de las mujeres. Elena San Julián, coordinadora del evento, explica por qué este tipo de iniciativas mantienen su vigencia casi tres décadas después de su arranque en Navarra. Y, a pesar de las dificultades para recibir el apoyo institucional necesario para su realización, la muestra promete seguir adelante en futuras ediciones.
Pregunta. 28 ediciones ya de la 'Muestra de Cine y Mujeres'. ¿Los objetivos de las primeras ediciones se mantienen?
Respuesta. Hace años, empezamos con el objetivo de traer investigadoras, feministas y, en general, mujeres a Pamplona que nos acercaran este tipo de temas. Entonces ya había muestras de este tipo, y durante tres años nos centramos en la temática del cine y las mujeres, pero después vimos que podíamos centrarnos únicamente en películas dirigidas por mujeres.
P. ¿Es difícil proyectar este tipo de cine y lograr el respaldo del público?
R. Al principio era difícil encontrar este tipo de películas, había muchos inconvenientes, por ejemplo por el subtitulado. Eso ahora, gracias a la digitalización, se ha solucionado en gran parte. Ahora podemos acceder a más películas. Pero aún hay algunas extraídas de festivales, de diferentes países, y muchas de ellas no se podrán volver a proyectar en Pamplona porque no son comerciales.
P. Sin embargo, el público siempre llena las salas de la muestra.
R. El año pasado, que fue la muestra más larga al aumentar su duración a ocho días, superamos en 1.000 personas las cifras del año anterior y llegamos a los 3.000 espectadores. Fue un auténtico éxito combinar las películas de ficción, los documentales y los cortos que ofrecimos en los cines Baiona y Yamaguchi. Por eso este año se ha mantenido esta apuesta.
P. ¿Qué les anima a seguir, a pesar de las dificultades por ejemplo, para confirmar que cuentan con financiación institucional?
R. Somos muy emprendedoras. Y cabezotas. Son ya 28 años, la gente desde primeros de mayo ya pregunta por la muestra, nuestro público se vuelca... No podemos dejar esto para más adelante, esperando esa financiación. Si una muestra se organiza siempre en junio, debe mantenerse en junio. Aunque las instituciones resuelvan las ayudas tarde, no podemos concentrar todas las actividades cuando ya haya una respuesta, como en octubre, noviembre o diciembre. Pero está claro que es una pena que, a mitad de año, aún no sepamos nada de nadie. Es una forma de trabajar espantosa.
P. Centrémonos en la muestra. ¿Por qué apostar por el cine para hablar de género?
R. Es un instrumento buenísimo, muy atractivo y una industria en la que las mujeres están en una desigualdad absoluta. En España, las películas dirigidas por las mujeres no llegan al 8%. Y no es por falta de mujeres en esta industria, sino que parece que hay un techo de cristal para que las mujeres lleguen a la dirección.
P. Habla del cine como un instrumento, pero también el cine es un mercado donde priman la belleza e, incluso, el sexismo.
R. Desde luego que se puede encontrar de todo. Nosotras intentamos reunir películas dirigidas por mujeres, que se estrenen aquí y que procedan de diferentes orígenes: europeas, árabes, americanas... En el cine comercial, por otro lado, hay de todo, pero creo que al estar mayoritariamente dirigido por varones tiene una mirada que igual no es la de las mujeres.
P. ¿Podría distinguir entonces, sin saberlo, si una película está dirigida por una mujer?
R. (Sonríe). A veces no. No todas las mujeres hacen cine igualitario, por supuesto. Pero el que traemos a Pamplona sí. Intentamos que las protagonistas sean mujeres.
P. ¿Y el público de la muestra también es mayoritariamente femenino?
R. Hay un público fiel mayoritariamente de mujeres, pero también cada vez vemos más hombres y público joven. Depende mucho de la película.
P. ¿Atraer a los jóvenes a este tipo de cine es uno de los grandes objetivos de la muestra?
R. A los cortos acude por ejemplo mucha gente joven, e intentamos traer a personas que inician su filmografía, algo que puede resultar interesante para ese público joven.
P. ¿En Navarra aún hay mucho camino por recorrer en materia de género?
R. En Navarra... y en todas partes. Aún hoy se ven cosas que parecían superadas.
P. Pero en 28 años la pelea habrá cambiado...
R. Las cosas han cambiado mucho, pero la pelea se mantiene. No se ha conseguido la igualdad real, y siempre hay ese peligro del retroceso, de dar un paso adelante y dos o tres hacia atrás.