“No es bueno hacer 'poliquitería' con las víctimas”, advertía un portavoz parlamentario a medio debate. El resto de los grupos ha hecho caso omiso de su consejo, y el pleno del Parlamento ha terminado aprobando dos mociones sobre víctimas que han enfrentado abiertamente a los partidos con menos cintura política para llegar a un punto común en torno al terrorismo: EH Bildu, UPN y PP. Con el voto en contra de las dos formaciones de derechas y a propuesta de la izquierda abertzale, la Cámara ha aprobado una moción por la que insta al Estado a que reconozca la práctica de la tortura en España y ponga en marcha un reconocimiento y reparación para sus víctimas; por otra parte, con la única abstención de EH Bildu, y a propuesta de UPN, el pleno ha aprobado también una declaración institucional de rechazo a la extorsión que llevó a cabo ETA sobre diversos empresarios navarros, a quienes se organizará un homenaje institucional.
Aunque el debate de las dos mociones ha terminado con éxito para sus proponentes al aprobarse ambas por mayoría, el tono con el que se han defendido ha sido bronco y el hemiciclo se ha llenado de acusaciones cruzadas. Ha sido el portavoz de IU, José Miguel Nuin, quien desde la tribuna ha puesto en palabras lo que estaba ocurriendo con el debate: “Esto se ha transformado en una especie de juego para ver quién se pone una medalla”.
Tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en la que se constata el trato “inhumano y degradante” que se infligió a Igor Portu y Mattin Sarasola, EH Bildu ha querido ser la primera formación política en recoger el guante del TEDH y proponer al Estado que reconozca la existencia de tortura en España. Así lo propuso al cuatripartito, que ha firmado conjuntamente la moción en la que también se exige al Estado que adopte las medidas oportunas para el reconocimiento y reparación de las víctimas de la tortura.
UPN ha votado en contra de esta moción sin “miedo a la verdad, a que se haga la luz”, ya que, según su portavoz, Iñaki Iriarte, los regionalistas no tienen “ningún caso que justificar”. El motivo para oponerse, ha añadido Iriarte, es que la iniciativa de EH Bildu constituye “un continuo trágala”. También el PP ha votado en contra de la moción porque, según ha dicho Ana Beltrán, “es una desfachatez oír hablar a Bildu de derechos humanos”.
Si bien las dos formaciones de derechas han votado en contra de pedir al Estado que investigue las denuncias sobre torturas, sí han estado de acuerdo en instar al Gobierno de España a investigar judicialmente a los autores de la extorsión de ETA a empresarios navarros y a las redes de colaboradores que ayudaron a que se produjera dicha extorsión. Era uno de los puntos de la propuesta de UPN para organizar un homenaje a los empresarios chantajeados por la banda terrorista en Navarra.
Cuando EH Bildu ha anunciado su abstención, el portavoz de UPN ha instado a la coalición de izquierdas a “hacer autocrítica”, ya que no ha denunciado la violencia de ETA en toda la legislatura, y además ha pedido al resto del cuatripartito que exija a EH Bildu una condena hacia ETA, para demostrar que lo que firmaron en el acuerdo programático “no es papel mojado”.