“Doce partidos” contra uno. Así se ha referido Enrique Maya a lo ocurrido esta mañana en la Casa Consistorial de Pamplona, en la que Joseba Asiron le ha sucedido como alcalde de Pamplona. El ya exprimer edil ha insistido en que el llamado acuerdo por el cambio es, en realidad, un pacto para “desalojar” a UPN, a pesar de su victoria en las elecciones municipales del 24M, que le ha permitido contar con 10 concejales. La formación regionalista ganó unos comicios y ha perdido una Alcaldía que había ostentado durante 16 años consecutivos. Y Maya no ha ocultado su enfado por cómo se ha desarrollado la sesión de investidura.
La suma de fuerzas involucradas en ese gobierno de cambio, con tres coaliciones (EH Bildu, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra) y una agrupación de electores apoyada por Podemos (Aranzadi) no llega, de hecho, a esas doce fuerzas mencionadas por Maya, pero el exalcalde ha insistido en los mensajes lanzados por UPN tras el resultado electoral: que “la voluntad mayoritaria” de la ciudadanía no se ha cumplido, que “el cambio no ha sido tal” y que se presentan uno años “complicados” para Pamplona.
Maya, que ha tenido que interrumpir su intervención ante los medios de comunicación por los gritos de “UPN kanpora” que se escuchaban de la concentración que tenía lugar en la plaza del Ayuntamiento, ha insistido en que UPN se merece un respeto y que las promesas de cambio realizadas se van a quedar en nada. En concreto, se ha referido al acuerdo programático anunciado por EH Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra como un documento “hueco”, más centrado en la oposición que en la propuesta: “Hablarán de banderas, de euskera, de participación, de parar el TAV y de Salesianos. Se presentan unos años complicados para Navarra”.
Es más, el dirigente de UPN se ha referido a esta situación como “la peor pesadilla”, de la que ha culpado directamente a las estrategias del PNV y a la ambición de Uxue Barkos (de Geroa Bai, una coalición que integra en Navarra la formación jeltzale) por encabezar el próximo Gobierno Foral, para lo que necesita el apoyo de EH Bildu.
Sobre ETA
Maya también ha sido muy crítico con el discurso de investidura de Asiron y, en concreto, con sus palabras de recuerdo para “todas las víctimas”. El exalcalde ha considerado que Asiron debería haber sido más explícito al hablar de ETA y no solo de la violencia. De hecho, así se lo ha hecho saber poco después al propio alcalde cuando Asiron le entregaba una insignia al ser nombrado concejal.
Con todo, Maya ha reiterado que su papel en la oposición será el de hacer una labor “implacable de control” porque ha vuelto a considerar que el acuerdo entre tantas fuerzas diferentes en el gobierno complicará su actuación ejecutiva: “Será imposible llegar a acuerdos sólidos”.