Salud quiere un nuevo convenio con la Clínica Universitaria y Podemos pide limitarlo a dos años y medio

N. Elia

El Gobierno que preside Uxue Barkos no va a prescindir de la Clínica Universitaria de Navarra (propiedad del Opus) para prestar los servicios sanitarios a los que los navarros tienen derecho. A pesar de que, desde el pasado 1 de mayo los trabajadores de la Universidad de Navarra han pasado a formar parte del común de los pacientes atendidos por el Servicio Navarro de Salud, el departamento que dirige Fernando Domínguez se reconoce incapaz de prestar todo el elenco de servicios que sí puede ofrecer la CUN. Así que ha anunciado la renovación del convenio marco que tradicionalmente se mantiene con esta entidad privada para que los pacientes del SNS que necesiten determinadas pruebas puedan hacérselas en la CUN con cargo al erario público. Prácticamente la mitad de los servicios que tradicionalmente ha practicado la CUN para el SNS forman parte de programas de trasplante de órganos.

El anuncio no ha sentado bien a uno de los socios del cuatripartito: Podemos ha exigido a sus socios en el Ejecutivo que el convenio no hipoteque la gestión de futuros gobiernos y no se prolongue más allá de la legislatura. Como máximo, Podemos entiende que el convenio entre la clínica del Opus y el Gobierno del cambio debería extenderse durante dos años y medio. Además, Podemos pide otros requisitos para la renovación del convenio marco, como que se cumplan las condiciones de reserva de puestos de trabajo para personas con discapacidad que marca la ley, o que se establezcan los suficientes mecanismos de control y transparencia para supervisar el convenio.

Por su parte, el director médico de la CUN, Jesús San Miguel, celebra el anuncio del departamento de Salud “por cuanto los pacientes del SNS podrán recibir asistencia sanitaria en la clínica en unas condiciones de continuidad, como venía sucediendo hasta ahora”. En su opinión, el hecho de que el Gobierno cuatripartito haya anunciado su intención de renovar el convenio marco con la CUN refleja “la normalidad que debe haber entre las instituciones, en un clima de colaboración y entendimiento que ha dado muchos frutos a lo largo de más de 50 años de trabajo conjunto”.

Por su parte, el departamento de Salud señala que la renovación del convenio con la clínica privada se llevará a cabo “tras analizar las necesidades asistenciales de la población navarra” que, reconoce, no pueden ser plenamente satisfechas por el momento con los recursos públicos de los que dispone Navarra. Concretamente, la CUN cuenta con la tecnología y los medios materiales y humanos para llevar a cabo todo el servicio de trasplantes en Navarra, además de otras pruebas sanitarias como la densiometría ósea o el PET (una técnica de medicina nuclear que sirve para el diagnóstico y seguimiento del cáncer). “No resulta posible ni recomendable que el Complejo Hospitalario de Navarra asuma de forma plena e inmediata los procedimientos actualmente ya cubiertos mediante el concierto con la CUN, y que tienen carácter exclusivo, porque ello obligaría a detraer recursos que se consideran necesarios para afrontar otras necesidades que, a día de hoy, se consideran más prioritarias, como las listas de espera”, explica Salud en un comunicado.

El departamento que dirige Domínguez aspira a asumir de forma progresiva algunos de los servicios que actualmente presta la CUN. Pero este traspaso hacia lo público se hará de forma coordinada con la entidad privada, según el comunicado de Salud. El departamento afirma que trabajará con objeto de alinear las necesidades del SNS y “las expectativas, inversiones y planes de futuro de la Clínica Universidad de Navarra, comunicando esta última con antelación la previsión de inversión en alta tecnología médica”.