“UPN ha gobernado Navarra e Iruña a su antojo y las ha confundido con su finca particular”
Por las calles de Pamplona, hay quien le da la enhorabuena como próximo alcalde de Pamplona. Porque Joseba Asiron Saez (Pamplona, 1962), cabeza de lista de EH Bildu al Ayuntamiento de la capital navarra, ya ha dado por hecho que contará con los apoyos necesarios, el 13 de junio, para dirigir el próximo gobierno local. En principio, con los votos de Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra. Está por ver aún si eso dará paso a un gobierno cuatripartito o se limitará a un apoyo puntual para la investidura. En ello pueden influir las presiones sobre votar al lado de la coalición abertzale, una cuestión sobre la que UPN sigue centrando su discurso post-electoral. La condena del terrorismo está marcando la resaca del 24M y Asiron reconoce cierto cansancio sobre la necesidad de responder a las mismas preguntas. Estas son sus respuestas.
Usted ya ha dado por hecho que tiene los votos necesarios para ser el próximo alcalde de Pamplona. Uxue Barkos, sin embargo, aún no se ha tirado a la piscina.
Nosotros iniciamos la ronda de contactos y tanto Izquierda-Ezkerra como Aranzadi nos garantizaron su apoyo para la investidura. Y Geroa Bai también, aunque lo haya hecho con unas exigencias que en campaña no habían planteado, pero no creo que supongan ningún problema. Un texto donde se diga que el alcalde de Pamplona tiene que mostrar su compromiso con la convivencia, la tolerancia, la transparencia y los derechos humanos… eso no va a suponer ningún problema, pero no porque me lo pida Geroa Bai, sino porque yo voy en esa línea desde hace muchos años.
No quería entrar tan pronto en este tema, pero ya que lo plantea: una de esas condiciones “mínimas” es el apoyo a la condena de actos del terrorismo.
Dos cosas: desde Euskal Herria Bildu hemos manifestado en repetidas ocasiones nuestra reflexión y autocrítica sobre lo ocurrido en los últimos años en torno a la violencia y el resultado fue rechazar todos los tipos de violencia, vengan de donde vengan. Y, en mi caso concreto, yo ya firmé un texto en el año 1998 sin que nadie me lo pidiera para acceder a la Alcaldía [se refiere a un manifiesto de condena tras el asesinato cometido por ETA de Tomás Caballero, concejal de UPN]. Nadie puede tener ninguna duda sobre la postura de Joseba Asiron sobre la violencia a no ser que sean lecturas interesadas.
UPN ha cargado las tintas sobre esta cuestión y ha sido su forma de responder a los resultados electorales, eso es indudable. Pero, ¿esto no sería más difícil si no hubiera cierta ambigüedad por parte de EH Bildu en el uso de unos términos y no de otros sobre el terrorismo? ha cargado las tintas sobre esta cuestión
No, es más sencillo que todo eso. Nuestra postura está muy clara; otra cosa es que se haga una lectura interesada porque no nos gustan los resultados electorales o porque no tenemos otro tipo de discurso político.
Por cerrar este tema. Esa petición en torno al terrorismo de Geroa Bai ha llamado la atención, porque la ha planteado en el Ayuntamiento pero no en el Parlamento de Navarra, donde Uxue Barkos necesita los apoyos de EH Bildu para ser la próxima presidenta. ¿Fue una sorpresa para usted?
Ellos sabrán a qué se debe esto, y por qué se hace ahora esa exigencia cuando hace años que me pronuncié al respecto.
Es decir, que sí le ha sorprendido.
Sí, por supuesto. No sé si se trata de una exigencia, si es de consumo interno o algún tipo, no sé cómo denominarla, de sobreactuación.
Hablando de sorpresas, ¿qué le parece la reacción de UPN a los resultados electorales? La formación ha criticado especialmente que usted cuente con apoyos para ser alcalde.
No dejan de sorprenderme, sí, ni a mí ni al conjunto de la ciudadanía. Las elecciones del 24M han dejado clara la voluntad de cambio, el hartazgo de las políticas de UPN de los últimos años, que han estado cargadas de falta de participación y trasparencia, por no hablar de las corruptelas, dietas…
¿A UPN le escuece especialmente dejar Pamplona en manos de EH Bildu?
Tendrán que asumir que Euskal Herria Bildu es una fuerza legal, que la suma de las fuerzas que se han manifestado a favor del cambio da mayoría absoluta [que en Pamplona está en los 14 concejales], y que ese cambio estará liderado por EH Bildu. UPN tendrá que pasar por las fases que crean, pero lo van a tener que asumir. Tienen un concepto patrimonial de Navarra; durante décadas han gobernado a su antojo y, seguramente, han llegado a confundir Navarra, incluida Iruña, con su finca particular. Y Enrique Maya sigue hablando de un avispero de partidos en Pamplona, pero en Navarra han planteado una serie de pactos contranatura [un gobierno de PSN e I-E, apoyado por UPN y PPN] para secuestrar la voluntad mostrada en las urnas.
Se ha puesto el foco, sobre todo, en que EH Bildu pueda gobernar tras obtener solo cinco concejales.
No son cinco, son 14. Esa mayoría absoluta existe, y durante la campaña no se engañó a nadie. Se dijo claramente qué suponía el voto a estas cuatro formaciones.
Usted, al ver los resultados, ¿entendió que sería alcalde?
A expensas de hablar con esas fuerzas, había que garantizar la investidura, contrastar su disposición y respetar los procedimientos de consulta a las bases de cada partido, pero todo apuntaba en esa dirección. Y un detallico más: en la primera legislatura con la democracia, Julián Balduz [alcalde socialista] gobernó durante dos legislaturas y obtuvo cinco concejales.
En cualquier caso, esos cinco concejales le obligan a tener cintura política. ¿Cómo va a empastar a cuatro fuerzas tan diferentes? Y más teniendo en cuenta, por ejemplo, que PNV (que aquí integra Geroa Bai) y EH Bildu no se llevan precisamente bien en Euskadi…
Pero Pamplona es Pamplona, Bilbao es Bilbao, y Hernani es Hernani… y cada una tiene su propia idiosincrasia. La diversidad es un reflejo de lo que hay en la sociedad, y en los grandes problemas que atañen a Pamplona no creo que vaya a haber problemas en llegar a acuerdos programáticos; luego, habrá que someter los matices a debate.
Su apuesta es por un gobierno a cuatro.
A mí me gustaría que fuera así, con un gobierno plural.
Ha hablado de centrarse en los grandes temas. ¿Cuáles son?
A mí la gente, cuando me para por la calle, me pregunta por la hipoteca, por los desahucios y la situación de emergencia social en la que estamos. Me preocupa el empleo, el caos que hay en la Policía Municipal, la participación ciudadana... Y esas son las preocupaciones que aparecieron en el Navarrómetro [una encuesta encargada por el Parlamento foral]. A lo largo de la legislatura, me gustaría que habláramos de esas cosas, de centrarnos en los problemas que agobian a la gente.
¿Eso es lo que no ha sabido ver UPN? Porque su campaña se centró en la cuestión identitaria.
El problema de UPN, entre otras cosas, está en que es quien nos ha llevado a esta situación. UPN y PSN son parte integrante esencial del régimen que nos ha gobernado durante 25 años. Son parte esencial del problema.
No espera, entonces, que el PSN apoye su investidura.
¿El PSN? Me gustaría. Me gustaría que se dedicara a hacer políticas de izquierda y de oposición a las políticas de derecha de UPN.
Usted habló de que gobernará para todos, incluidos los y las votantes de UPN.
Al electorado, en general, al que nos ha votado y al que no lo ha hecho por el miedo, le digo que ese discurso apocalíptico de que con nosotros viene el caos se acaba.
¿No va a haber revanchismo, una apuesta por recuperar lo que no se ha conseguido en mucho tiempo? ¿Qué podemos esperar?
Lo que podemos esperar es que la política va a ser más transparente, inclusiva, desde la pluralidad y con la participación ciudadana.