UPN confía en Esparza para encabezar su lista electoral sin celebrar primarias
A pesar de sus nuevos y “modernizados” estatutos, los afiliados de UPN seguirán sin elegir con sus votos al cabeza de lista para las elecciones de 2019. El presidente de la formación regionalista, Javier Esparza, no ha encontrado opositor a su candidatura y será proclamado cabeza de cartel de UPN por aclamación. El proceso exprés de primarias abierto hace una semana por el comité de listas, del que el propio Esparza forma parte, se cierra así sin convocar a los 2.500 afiliados que UPN a las urnas.
Cuando el comité de listas eleve a definitiva la proclamación, Esparza podrá comenzar el proceso de elaboración de listas y pondrá en marcha la maquinaria electoral del partido antes de que ninguna otra formación política se haya puesto a ello. El objetivo del líder regionalista es llegar a la antesala de las elecciones con la tarea hecha, mientras el resto de las formaciones políticas tienen que afrontar sus procesos internos de designación de candidatos.
Mientras que algunos dirigentes regionalistas hablan del “sólido liderazgo” que ha constituido Esparza desde su elección como presidente de UPN en el congreso regionalista de 2016, otras fuentes del partido señalan que Esparza no despierta “mucho más que indiferencia” entre los afiliados del partido, pero que las distintas corrientes regionalistas no han querido promover candidaturas alternativas para no desgastar más las siglas. “El camino por el desierto de la oposición es muy duro, hay que trabajar mucho para conseguir arrebatar el poder al nacionalismo”, señala un histórico regionalista.
UPN comenzó la legislatura siendo la fuerza más votada en Navarra, y la última encuesta de intención electoral (el navarrómetro) seguía situándolo en la misma posición, e incluso le adjudicaba un parlamentario más de los que logró en 2015. No obstante, esos 16 escaños en el hemiciclo navarro no garantizan que Esparza pueda encabezar el próximo Gobierno foral.
De momento, la estrategia de la dirección de UPN pasa por centrarse en la elaboración de unas “buenas listas” municipales con las que revertir la situación de mayoría de alcaldías nacionalistas que consiguieron las formaciones del cuatripartito en las pasadas elecciones. Es posible que, en alguna localidad de más de 10.000 habitantes, los regionalistas puedan celebrar primarias. Mientras tanto, tendrán que esperar al fin de la próxima legislatura si quieren elegir a su cabeza de cartel por votación directa.