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Violencia contra la mujer: cuando la ley hace visible una realidad

¿Qué supone que la ley propuesta por el Gobierno de Navarra sobre violencia contra la mujer concrete los distintos tipos de maltrato, como el psicológico, el económico o sexual? En realidad, el Código Penal ya recoge, en el concepto de malos tratos, estos delitos de dominio, y la jurisprudencia ha abordado este tipo de casos; sin embargo, incluirlos en una ley puede suponer un paso adelante, según admite la jueza responsable del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona, Ana Llorca, porque básicamente publicitarlos puede ayudar a que las víctimas sean conscientes de esta situación. Y más en situaciones de violencia psicológica, en general más difícil de asumir que la física.

“A la propia víctima le cuesta sentirse como tal en estos casos, que son menos evidentes que un golpe. Pero si se limitan las salidas de casa, si no puedo hacer una llamada de teléfono, si cada vez tienes menos amistades… eso también es maltrato. No solo son los golpes, también los menosprecios constantes o aprovecharse de la dependencia económica”, valora Llorca. La magistrada valora, por tanto, que la norma que ahora bajara el Ejecutivo finalmente se haga eco de un tipo de violencia.

Colectivos sociales vinculados a la mujer como Andrea, la plataforma de mujeres contra la violencia sexista o Aprodemm han destacado precisamente que, entre las novedades de la ley que baraja el Ejecutivo, y que aún debe tramitarse en el Parlamento (previsiblemente en marzo), se hable de violencia psicológica, algo a lo que, según han denunciado, a menudo se le ha dado menos importancia entre las fuerzas de seguridad y el poder judicial.

Llorca, sin embargo, defiende la labor de los jueces y juecas al condenar estos casos. Porque, insiste, pueden demostrarse. “Este maltrato está tipificado como delito. Y, para ello, serán las pruebas periciales psicológicas las que puedan determinarlo. Es verdad que la violencia con golpes, que dejan marcas, es más fácil de acreditar, pero contamos con medios para comparar la versión de uno contra otro, para comprobar que se sufre una situación anímica que encaja con el maltrato, y que la víctima es coherente en todo momento en su versión de los hechos”.

El vínculo entre maltrato psicológico y físico

Sí es cierto que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona, el único de esta especialidad en la Comunidad Foral, no diferencia en los asuntos tratados (la media es de alrededor de 1.000 al año) cuáles son de violencia psicológica y cuáles de física, pero Llorca apunta son muy habituales y que todo delito de maltrato, al final, lleva acompañado una violencia psicológica. “Quien pega, lo hace para dominar, y ese golpe es una manifestación activa de una violencia que ya se ejercía, pero con la que no se ha conseguido esa dominación”, apunta.

Sobre la ley que ahora maneja el Gobierno de Navarra, que sustituirá a la impulsada en 2002 y que incluye novedades como hablar de violencia contra las mujeres, que esta no sea exclusivamente la ejercida por parejas o exparejas sino en general, y que reconoce a las hijas e hijos como víctimas, Llorca aclara que su impacto es más social que en los Juzgados, donde rigen las leyes nacionales. No obstante, las medidas que puedan implantarse, como recursos asistenciales o educativos (desde las asociaciones piden precisamente más concreción en este aspecto), sí pueden lograr ese impacto, así como el mero texto de la ley. Porque, según explica la magistrada, las palabras en materia legislativa son clave y en la sociedad, ayudan a que se hable de un problema “que está a nuestro alrededor”.