El laberinto judicial del amianto
Los afectados por el amianto aseguran que padecen una doble condena. Por una parte, la derivada de su enfermedad propiamente dicha y, por otro lado, la pelea que deben afrontar en los tribunales para que se reconozca que el cáncer que han contraído tiene un origen profesional debido a la exposición al amianto. Dos nuevas sentencias, de los juzgados de lo social de Bilbao, han reconocido el origen profesional de estos cánceres y han rechazado el recurso de la mutua.
En el primer caso, se trata de un panadero que causó baja en julio de 2013 afectado por un mesotelioma pleural, falleciendo en febrero de 2014. En este caso, Mutualia rechazó el origen profesional de la enfermedad, negando la exposición laboral al amianto y la presencia de la fibra cancerigena en los hornos. Sin embargo, se constató que la empresa suministradora de los hornos figura como una de las importadoras de amianto y sus operarios en tareas de mantenimiento empleaban trajes especiales, según la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi-Asviamie. La sentencia ha rechazado la demanda de la mutua, confirmando así la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que reconocía la enfermedad profesional.
Por otro lado, a un empleado del parque móvil de Arkaute del Gobierno vasco le diagnostican un carcinoma de pulmón y falleció en mayo de 2013 con 63 años de edad. El INSS reconoció la enfermedad profesional y las prestaciones por muerte y supervivencia a cargo de Mutualia. La sentencia refrenda la actuación del INSS y considera probada la exposición al amianto por parte del fallecido.
Asviamie lamenta “el sufrimiento y tortura que generan los recursos y las demandas judiciales” de las mutuas “en las víctimas del amianto”.