Acción por el clima: si buscas inspiración fíjate en los jóvenes por la calle, si buscas oportunidades mira al cielo

Annie Petsonk

Consejera Internacional de Environmental Defense Fund —

Se prevé que la Huelga Global por el Clima de este 15 de marzo sea una de las mayores manifestaciones medioambientales de la historia, centenares de convocatorias tendrán lugar en docenas de países. El tamaño de la protesta, así como la popularidad de su jefa de filas, Greta Thunberg, han suscitado un debate sobre si los “adultos” están haciendo frente a la crisis del cambio climático con suficiente seriedad y sentido de urgencia.

Un grupo de adultos está reunido en este momento para ponerse de acuerdo sobre la normativa que se establecerá para que el sector de la aviación pueda compensar el impacto climático de su actividad. Cuando los adolescentes de hoy lleguen a los 40, se prevé que se haya triplicado la contaminación de CO2 debida a los aviones.

Hoy, mientras nuestros jóvenes se adueñan de la calle, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de las Naciones Unidas está finalizando una reunión en la que se establecerán las reglas de juego del Plan de compensación y reducción de carbono para la aviación internacional (CORSIA). Este programa establece un techo de emisiones para el sector de la aviación a partir de 2021 y requiere que las aerolíneas compensen cualquier aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero por encima de este límite. CORSIA representa, por tanto, la primera oportunidad significativa para obligar al sector de la aviación a tomar medidas para reducir las emisiones de los aviones, la fuente de contaminación por CO2 de más rápido crecimiento en el mundo.

Ojalá fuera tan sencillo. Desafortunadamente, los ministros y representantes gubernamentales de todo el mundo podrían tomar decisiones muy equivocadas en el último momento que socavarían el espíritu del importante acuerdo CORSIA. Es el momento de que los líderes mundiales aprendan la lección de los estudiantes y marquen el inicio de una normativa transparente y fuerte.

El riesgo de las compensaciones dudosas

Aunque la OACI dio un paso positivo la semana pasada al acordar los criterios para las compensaciones admisibles en el programa CORSIA, no hay garantías reales de que CORSIA pueda reducir la contaminación por CO2 y represente una acción climática real.

CORSIA tiene el potencial de acelerar la acción climática para ralentizar el calentamiento global. Las aerolíneas se verán obligadas a compensar hasta 3.000 millones de toneladas de contaminación de CO2 en la atmósfera a lo largo de un periodo de 15 años, y aún más si se amplían y se endurecen los objetivos.

Sin embargo, el éxito de CORSIA depende de la calidad medioambiental de las compensaciones de emisiones que utilicen las aerolíneas para cumplir la normativa. Si las reglas admiten compensaciones de dudosa calidad, no habrá ninguna garantía de que esas compensaciones representen una acción climática real. En el peor de los casos, las compensaciones socavarán los compromisos que asumieron los países en el Acuerdo de París, así como los establecidos entre los Estados miembros de la Unión Europea sobre política climática.

Hasta ahora los resultados han sido prometedores, entre otras cosas porque los criterios a los que se enfrentan impiden la “doble contabilidad” de las reducciones de emisiones, que se produce cuando una reducción de emisiones la contabiliza tanto la aerolínea como el país en el que se ha conseguido, lo que en esencia es un engaño para la protección del clima. Pero la doble contabilidad sólo se puede evitar con directrices sólidas que abarquen todas las reducciones de emisiones y que exijan el nivel necesario de compromiso y una contabilidad transparente por parte del país en el que se lleven a cabo las reducciones de emisiones subyacentes a la compensación.

¿La FIFA de los mercados de carbono?

Aún faltan por adoptar decisiones importantes. La semana pasada la OACI aprobó los términos de referencia de un Comité de asesoría técnica que efectuará las evaluaciones y hará recomendaciones sobre la elegibilidad de las compensaciones. Este comité técnico ha recibido por parte de la OACI la responsabilidad de evaluar las solicitudes de participación en el programa de compensaciones por un valor potencial de miles de millones de euros.

Sin embargo, se mantienen en secreto muchos detalles sobre el funcionamiento de este comité: los procedimientos establecidos para evitar los conflictos de interés, sus acuerdos a nivel de gobernanza o sus reglas operativas. Aún más preocupante es la probabilidad de que las recomendaciones del comité se mantengan confidenciales, una desviación casi total de la práctica normal de las Naciones Unidas, que podría convertir a CORSIA en la FIFA de los mercados de carbono.

Por lo tanto, cuando este viernes veas cómo se manifiestan los jóvenes en calles de todo el mundo, piensa en lo siguiente: es posible que tengamos poca idea de las decisiones tomadas por el grupo que decide lo que representa una acción genuina contra el cambio climático, y lo que no. Puede que no sepamos cómo toma este órgano sus decisiones.

En definitiva, no hay transparencia sobre la manera con la que los adultos de hoy toman decisiones que incidirán en el futuro de los jóvenes. Esto debería dar a los consejeros que asisten a esta reunión un motivo para pararse a pensar en qué tipo de legado están dejando. La historia no mirará bien a los que conociendo los riesgos a los que nos enfrentamos, no fueron capaces de encontrar la voluntad política para actuar. Y tampoco debería hacerlo Greta y el grupo creciente de manifestantes que hoy reclaman que se proteja su futuro.