Carta a Ayuso: si lo de Nacho Cano es estalinista, usted también lo fue por censurar mi obra
Este es un mensaje dirigido a Isabel Díaz Ayuso, porque considero que la libertad no puede basarse en decir lo que a uno le venga en gana, cada vez que a uno se le antoja, sobre todo cuando eso que se viene a decir se contradice con aquello que uno practica.
El mensaje es el siguiente:
Si usted, señora Ayuso, considera —según lo que acaba de afirmar en sus últimas declaraciones acerca de la detención de Nacho Cano— que “el trabajo de un artista no puede verse embarrado porque la política así lo decida” y que “la destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo, ya que no se puede buscar el descrédito de un artista como forma de censura”, entonces lo que está queriendo decir es que la estalinista es usted.
Usted y su equipo de gobierno fueron quienes censuraron mi obra Muero porque no muero en los Teatros del Canal, porque, dicho por ustedes mismos, en la Comunidad de Madrid quienes revisan las programaciones y deciden lo que termina viendo el público y lo que no, son los políticos del Partido Popular. No los directores artísticos, que ustedes ponen a dedo, como Blanca Li, a la que, tal y como ella me confesó por teléfono, ustedes obligaron a desprogramar mi obra, no una, sino dos veces: la primera, por un “asunto presupuestario”, y la segunda, por algo que la propia Blanca Li no supo explicarme porque ella tampoco lo entendía, y por lo que, incluso, llegó a ofrecerme su número de teléfono para que yo los llamara y ustedes me lo explicaran, porque ella, como máxima autoridad del teatro, no lo lograba entender. Aunque más tarde, públicamente, la señora Li decidiera decir todo lo contrario, porque le venía mejor dejarme a mí como mentiroso que enemistarse con ustedes, sus “jefes” políticos, como ella, mientras hablaba conmigo, los llamó repetidas veces.
Así que no hable, señora Ayuso, de “destrucción de las personas”, y mucho menos de “embarrar a artistas”, porque los que convocaron una rueda de prensa para desprestigiarme públicamente, llamándome mentiroso y acosador, fueron ustedes: Mariano de Paco, actual consejero de Cultura, y Blanca Li, que ya no sé si seguirá trabajando en la Comunidad de Madrid, estará Bailando con la estrellas en Telecinco o se habrá vuelto a París. Sí, eso dijeron ustedes de mí desde los Teatros del Canal, me difamaron llamándome mentiroso y acosador. ¿Y sabe cómo afectaron esas acusaciones a mi vida personal? ¿Sabe qué hicieron todos los compañeros que solían trabajar conmigo en el teatro tras oír aquello que ustedes dijeron de mí?
Lo siento, pero si hay alguien en este país que no tiene potestad para hablar de “embarrar la vida de los artistas”, y mucho menos para denunciar la “búsqueda del descrédito de un artista como forma de censura”, esa es usted y su equipo de gobierno.
En cualquier caso, tal y como dije al acabar mi comparecencia en la Asamblea de Madrid –cuando tuve que ir a defender mi obra después de que ustedes la censuraran–, “en esta vida hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad”; y aquí la única verdad es que todo aquel que se acerca a usted –ya sea su novio, Nacho Cano, su hermano o Blanca Li– sale gravemente herido.
97