El nuevo gobierno municipal de Madrid apoyado por PP, Cs y Vox parece que tiene la voluntad de acabar con Madrid Central anulando lo que denominan “política de prohibiciones y restricciones de los últimos cuatro años puesta en marcha con este proyecto”, según se desprende de los acuerdos firmados hace unos días.
Madrid Central es una zona de bajas emisiones que comenzó a funcionar
en noviembre de 2018 y es una medida contenida en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático que, en sus 472 hectáreas, evita un 37% de los kilómetros recorridos antes de su puesta en marcha y un 40% de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante que afecta a la salud y cuyos niveles incumplían la normativa desde 2010.
Madrid Central es también un proyecto presentado ante la UE y aprobado por el organismo comunitario, dentro de los compromisos de España para con la UE en materia de descarbonización.
La UE, tras distintos avisos a los Gobiernos de los países miembros, ha denunciado a Alemania, Francia o Reino Unido, entre otros, al Tribunal de Justicia de la Unión Europea tras numerosos expedientes sancionadores.
En ese bloque de países no estaba España, ya que desde el Comisariado Europeo de Medio Ambiente consideraron que la implantación de Madrid Central y la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona, suponen medidas drásticas con las que se conseguiría cumplir la regulación actual a nivel europeo, por lo que se frenó el mencionado expediente sancionador anterior.
Si ahora se dejase de aplicar Madrid Central la situación de España podría verse afectada, con lo que se abriría eventualmente un expediente sancionador de graves consecuencias.
El mes pasado, 14 de las 24 estaciones de la capital presentaron los
niveles más bajos de polución de la última década por lo que el efecto en la salud de la población es claramente beneficioso. La morbilidad y la mortalidad por enfermedades vinculadas a la contaminación ambiental tenderá inevitablemente a la disminución.
Se demostrará de nuevo que las políticas de salud pública están vinculadas a acciones de gobierno que tengan en cuenta los determinantes de la salud como es el caso de la contaminación ambiental por emisiones de dióxido de nitrógeno, entre otras.
Acabar con Madrid Central puede terminar siendo un delito contra la salud pública porque las autoridades municipales condicionarían con su decisión consciente un aumento de las emisiones de dióxido de nitrógeno que perjudicaría la salud de la población aumentando morbilidad y mortalidad por enfermedades asociadas.
Como Secretario General de Sanidad fui en su momento uno de los impulsores de la Ley General de Salud Pública ( Ley 33/2011, de 4 de octubre); con la Ley en la mano, las autoridades municipales podrían incurrir en una infracción muy grave y perjudicar la salud pública con esta decisión. El equipo de gobierno municipal podría ser así claramente responsable de prevaricación y de un delito contra la salud pública que merecería el correspondiente castigo en sede judicial.
Esta Ley, establece en sus artículos 31 y 35 la capacidad del Ministerio de Sanidad para la prevención y protección frente a riesgos ambientales para la salud y la obligación de las administraciones públicas de evaluar el impacto en salud de sus actuaciones. Anular y dar marcha atrás a Madrid Central tiene impacto en la salud por lo que, si finalmente el Ayuntamiento de Madrid quiere anular el acuerdo adoptado el pasado 29 de octubre de 2018 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid para la puesta en marcha de Madrid Central, el Gobierno de España podrá y deberá intervenir pidiendo a la Abogacía del Estado, como mínimo, acciones que paralicen la medida.
Por todo ello, este asunto tiene una enorme trascendencia en la salud pública y es por eso que debe defenderse con toda responsabilidad el mantenimiento de una medida que constituye un ejemplo en materia de políticas integrales en lo que los expertos denominan “salud en todas las políticas”.
Los intereses económicos de una minoría no deben imponerse a los intereses generales de la ciudadanía. Y Madrid Central es una acción de salud pública que beneficia al conjunto de la ciudadanía. Y es muy probable que iniciativas como Madrid Central se vayan extendiendo paulatinamente por decenas de ciudades en España, en Europa y en otros lugares del mundo.