La trampa de la maternidad
Es evidente que 2022 comienza para Isabel Díaz Ayuso con un acelerón hacia la campaña electoral. Dice adiós a la pandemia y pone el foco en el futuro. Es de justicia decir que nunca le preocupó demasiado el tiempo pandémico en el que las madrileñas y los madrileños vivimos en un sálvese quien pueda, en el que las familias no contaron con medidas de conciliación y cuidados, en el que vimos y sufrimos sin poder hacer nada un abandono de nuestros mayores y en el que constatamos del deterioro de nuestro sistema público de salud.
Llega enero y con él nace un plan de apoyo a la maternidad que está lleno de trampas pero que deja claro algo muy importante: el Partido Popular se fija en el votante progresista, quiere acercarse a sus anhelos y robar voto a la izquierda con medidas puramente propagandísticas, vacías y que muchas de ellas ya existían y no se cumplían en la Comunidad de Madrid.
Abordar el problema de la maternidad es algo que es tan profundamente necesario que cuando se presenta con el fondo de escuelita infantil, se le dota de miles de millones y se dice muchas veces “apoyo a la maternidad” se aplaude de manera inmediata, porque es un anhelo, se necesita, las mujeres y la sociedad necesitamos abordar este asunto y por lo tanto, nos alegramos sin mirar la letra pequeña, y sin poner la lupa sobre las consecuencias.
Es más, si de pronto entrásemos a criticar este plan de maternidad casi te convertirías en un pepito grillo malvado en el que ninguna nos queremos ver reflejadas. ¿Quién es una para que, con lo difícil que es decidir ser madre, recordar que ampliar la edad de acceso a la reproducción asistida a los 45 años es una medida vacía, que genera muchas esperanzas y pocos resultados ya que la posibilidad de quedarte embarazada a esa edad es muy baja?
Hemos querido analizar este plan, asumiendo el anhelo, entiendo los aplausos y compartiendo la necesidad y que es el momento de abordar la crisis reproductiva que estamos viviendo y que está absolutamente relacionada con la crisis de cuidados. Hemos mirado la letra pequeña del plan de maternidad que tanto boom está generando en Madrid.
Lo primero que queremos destacar es que es un plan de maternidad que se elabora sin mirada de género. La Dirección de Igualdad de la Comunidad de Madrid no forma parte del departamento interdisciplinar que se hará cargo de este plan y que cuelga directamente de presidencia. Esto es un guiño claro a la extrema derecha que empuja con fuerza para eliminar los enfoques de género de las políticas públicas, se aborda por tanto el apoyo a la maternidad y a la paternidad como si ambas situaciones conllevaran los mismos problemas y hubiera que darle soluciones idénticas a una mujer que decide ser madre que a un hombre que decide ser padre.
Tan nulo es el enfoque de género que se habla directamente de la necesidad de un boom de natalidad para que las estadísticas de nacimientos en nuestra comunidad mejoren. Es por tanto, que se presenta más como un plan que pretende dar soluciones demográficas en lugar de un plan de apoyo a la maternidad.
No se tiene en cuenta en ninguna parte de este plan que no solamente modificando las condiciones materiales vamos a mejorar las condiciones de maternidad para las mujeres, todas sabemos que los principales obstáculos materiales para ser madre son la vivienda, la conciliación, el empleo y la seguridad económica pero poco hablamos de las renuncias en términos culturales que tiene que hacer una mujer a la hora de decidir ser madre.
No quisiéramos aquí menospreciar o enfrentar ambos aspectos, estamos convencidas de que sin acceso a la vivienda, medidas de conciliación y crianza colectivas, mejora de las escuelas infantiles, etc. no podríamos afrontar la maternidad y, aunque ninguno de estos aspectos se resuelven en el plan de maternidad que se ha presentado, queremos poner de relieve que no se abordan los retos anímicos y socioculturales que tiene que afrontar una mujer a la hora de tomar la decisión de ser madre.
Las mujeres sabemos que cuando decidimos ser madres pagamos el peaje “desaparecer” como mujeres y convertirnos en madres, desapareces como profesional y te conviertes en madre.
El relato que hay alrededor de la maternidad es un relato que se construyó a través de la mirada masculina, en un momento que era funcional que nosotras tuviéramos toda la carga afectiva y de cuidados de esta decisión, pero que ha quedado absolutamente obsoleto.
Repensar y apoyar la maternidad es reescribir este relato, desde una mirada feminista que no puede estar atravesada, como sucede en el plan de la Comunidad de Madrid, de medidas antiabortistas sino que por el contrario, debe estar atravesada de medidas que garanticen, por ejemplo, el apoyo psicológico una vez una mujer ha dado a luz y que se siga ese acompañamiento hasta que el bebé haya cumplido un año, porque ser madre no es solamente un camino de rosas, risas y miradas de ternura, es también un camino de culpa, duda y de no tener espacio para una misma por eso, las mujeres, en este relato nuevo de maternidad queremos que se incluya el acompañamiento psicológico.
Queremos también que los Gobiernos lleven un registro de donantes de óvulos para que una mujer no se someta a donaciones múltiples por dinero, poniendo en riesgo su salud. Por ello, entre nuestras iniciativas está presente la necesidad de una vía de financiación pública que investigue estas nuevas formas de reproducción asistida y que obligue a la Comunidad de Madrid a cumplir la ley y evitar que haya mujeres que hayan donado hasta ocho o nueve veces óvulos.
Porque, en definitiva, pensar la maternidad y apoyarla no puede pasar solamente por mejorar el acceso a la reproducción asistida. Pasa por pensar métodos de reproducción asistida que sean menos invasivos para los cuerpos de las mujeres, pasa por que los Gobiernos cumplan las leyes y por que mejoren las condiciones de vida de las mujeres para que podamos tomar la decisión de ser madres con verdadera libertad y pasa porque juntas comencemos a reescribir qué es eso de ser madre, poner sobre la mesa todas las luces de la maternidad pero también las sombras para que juntas nos hagamos cargo, nos apoyemos y reescribamos la historia desde sus protagonistas, las mujeres que queremos ser madres y las mujeres que ya lo son.
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