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Hace 80 años moría Miguel Hernández

27 de marzo de 2022 21:54 h

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“…Perseguidos, hundidos

Por un gran desamparo

 de recuerdos y lunas,

de noviembres y marzos,

aventados se vieron

 como polvo liviano:

aventados se vieron

pero siempre abrazados“

Escrito en la Prisión de Conde de Toreno, a fines de 1939, para el álbum de un amigo*.

El golpe militar del 18 de julio de 1936 representó el asalto a las instituciones de la Segunda República, con una flagrante violación de la Constitución de 1931. Sublevación, radicalmente ilegítima, que implantó un régimen dictatorial ya plasmado en el bando de guerra del 28 de julio. Un régimen fundado, desde sus orígenes, sobre el ejercicio sistemático de la represión; primero, en aplicación directa de bandos de guerra y el recurso frecuente a la ejecución extrajudicial sumaria y, luego, a través de la apariencia de jurisdicción que representaron los Consejos de Guerra y los Tribunales especiales, la aplicación rigurosa de la depuración política, profesional y laboral y el acoso permanente sobre quienes se mantuvieron fieles a la República y a los ideales democráticos.

En ese marco fascista y criminal, nuestro memorable y admirado escritor y poeta Miguel Hernández era detenido por la policía el 4 de mayo de 1939 en la frontera de Huelva con Portugal. Declara lo que sigue, según resulta del atestado policial: “Estrechado a preguntas manifiesta que García Lorca era uno de los hombres de gran espiritualidad de España…; advirtiendo a los agentes que suscriben que tengan cuidado no se repita el caso de García Lorca que fue ejecutado rápidamente…”**.

Tras su detención es trasladado a una prisión de Madrid, donde se incoa contra él el procedimiento sumarísimo de urgencia número 21.001 en el que presta su primera declaración ante un juez militar y dice: “Que no pertenece a ningún partido político, ni organización sindical, ni antes ni después del Movimiento, pero que reconoce sus ideales antifascistas y revolucionarios, no estando identificado con la Causa Nacional, creyendo que el Movimiento Nacional no puede hacer feliz a España….”.

Reivindicando su libro 'Viento del pueblo'. Convocado el juicio contra Miguel Hernández, una de las muchas parodias del mismo, es que el que actuó como supuesto abogado defensor solicitó que se le impusieran treinta años de prisión. Tras escasísimas diligencias, el poeta es juzgado por un Consejo de Guerra el 18 de enero de 1940. Que lo condenó a pena de muerte. Los hechos que fundamentan la condena son estos: “…el procesado Miguel Hernández Gilabert, de antecedentes izquierdistas se incorporó voluntariamente en los primeros días del Alzamiento Nacional al 5º Regimiento de Milicias pasando más tarde al Comisariado Político de la 1ª Brigada de Choque e interviniendo entre otros hechos en la acción contra el Santuario de Santa María de la Cabeza. Dedicado a actividades literarias era miembro activo de la Alianza de intelectuales antifascistas, habiendo publicado numerosas poesías y crónicas, y folletos, de propaganda revolucionaria y de excitación contra las personas de orden y contra el Movimiento Nacional, haciéndose pasar por el 'Poeta de la Revolución'”.

Este compromiso literario e intelectual con la República de Miguel Hernández determinó que el Consejo de Guerra que aparentó hacer justicia lo condenara a pena de muerte. Fue una enorme aberración social y jurídica, de tal calibre, que posteriormente la condena, ¡seis meses después!, fue conmutada por otra aberración similar, la sustitución de dicha pena por otra de treinta años de prisión.

Posteriormente, fue trasladado al Centro Penitenciario de Fontcalent y tras casi dos años de reclusión injustificada, arbitraria y ultrajante, que obviamente deterioró su salud, nuestro gran poeta del pueblo fallece un día como hoy hace 80 años en el Reformatorio de Alicante.

Estamos obligados no solo a recordar, sino a recapacitar sobre esa inmensa injusticia –como tantísimas otras– que sufrió el pueblo de España bajo el permanente acoso del fascismo.

*Poema escrito en el Capítulo 'Últimos poemas', de la obra Cancionero y Romancero de Ausencias, publicado por la Editorial Losada, en Buenos Aires, en 1963. Páginas132-133.

**A partir de esta referencia, los siguientes datos han sido extraídos de la obra 'Proceso y expediente contra Miguel Hernández' del autor, ya fallecido, Miguel Gutiérrez Carbonell. Editado por la Asociación de Estudios Miguel Hernández, de Alicante, en 1992. Obra que contiene el expediente penitenciario del poeta.