Carta abierta a Jordi Cuixart

Jordi Cuixart

Presidente de Òmnium Cultural

Módulo 10

Centro Penitenciario Madrid V

28791 Soto del Real (Madrid)

Estimat Jordi,

Te agradezco mucho tu amable carta de hace unos días, en respuesta a mi artículo en eldiario.es. Me encantaría poder darte las gracias en persona, pero sigues injustamente privado de libertad y de los derechos más elementales.

En mi artículo me refería a las nueve mujeres y hombres que lleváis meses en prisión preventiva. Esta carta va a tu nombre, pero podría ser igualmente dirigida a Jordi Sánchez, Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Carme Forcadell, Josep Rull, Dolors Bassa y Raül Romeva. Te agradecería que hicieses llegar mis palabras a Jordi Sánchez, con el que compartes prisión.

Escribí aquel artículo para denunciar una injusticia, pero también por comprobar si de verdad el rechazo a vuestro encarcelamiento es tan minoritario en la sociedad española como puede parecer a primera vista. Quiero que sepas que, tanto en público (en redes sociales) como en privado, son muchos los que me han expresado la misma mezcla de indignación y vergüenza por un encarcelamiento tan prolongado y sin sentido (o cuyo único sentido es castigar y humillar a adversarios políticos y lanzar una advertencia).

Sé que recibís muchas muestras de solidaridad, que espero alivien algo la dureza de la vida en prisión. Sin hablar en nombre de nadie, me atrevo a hacerte llegar, a ti y a tus compañeros, la solidaridad de muchas personas que en España compartimos esa indignación y vergüenza. Y estoy convencido de que seríamos muchos más si la propaganda de confrontación no os hubiese criminalizado y, aún peor, deshumanizado, convertido en “el enemigo”.

Sobran las razones para rechazar vuestro encarcelamiento, y deberían ser válidas para cualquiera con independencia de su posición política. Razones de justicia, en primer lugar, como señalan muchos juristas dentro y fuera de España. Razones humanitarias, por vosotros y por vuestras familias que sufren las consecuencias de una separación tan prolongada, obligados a largos desplazamientos y denigrantes visitas carcelarias. Y razones políticas, porque con independencia de la ideología de cada uno, vuestra prisión pospone cualquier solución del conflicto, agrava la crisis de la democracia española y está deteriorando alarmantemente la convivencia.

En tu carta añades un motivo que a mí me preocupa especialmente: como dice la campaña de varias entidades, “Mañana puedes ser tú”. La deriva represiva en España degrada la democracia y amenaza los derechos y libertades de todos.

Lo pensé al recibir tu carta: es la primera vez que tengo correspondencia con un encarcelado, y temo que no vaya a ser la última. Hace un par de años comentaba en broma cómo la agenda de contactos de mi teléfono se había llenado de repente de concejales, diputados y dirigentes políticos. No porque hubiese cambiado de amistades, sino porque muchos de mis conocidos habían pasado de los movimientos sociales a la actividad política e institucional. El nuevo tiempo se reflejaba en la agenda de mi teléfono.

En los últimos meses mi agenda de contactos incluye cada vez más detenidos, denunciados, imputados, multados, y ahora también encarcelados. No porque haya cambiado de amistades, sino porque muchos de mis amigos, vecinos, compañeros y conocidos ya han sufrido esa deriva represiva por haber participado en una manifestación o una huelga, detenido un desahucio o, como es tu caso, defender tus ideas políticas.

El “Mañana puedes ser tú” es demasiado optimista: digamos más bien “Hoy puedes ser tú”. La regresión democrática es una realidad, y si no denunciamos vuestro encarcelamiento y exigimos vuestra libertad, nos convertiremos en cómplices.

Termino haciendo mías tus palabras en defensa de la democracia, el diálogo y la construcción de puentes y espacios de encuentro. De la misma forma que muchos compartimos el rechazo a vuestro encarcelamiento, también creo que somos muchos los que apostamos por soluciones políticas a problemas políticos. Para que sea posible, os necesitamos fuera de la cárcel, hoy mismo.

Te envío una forta abraçada, que espero poder darte en persona muy pronto,

Isaac Rosa