Claves del cambio para una nueva Telemadrid
La ciudadanía madrileña tiene la oportunidad de recuperar una institución fundamental y acercarse a los estándares normales de una sociedad democrática: tras 20 años de un uso partidista de la radio y televisión públicas tenemos la posibilidad de conseguir un medio de comunicación que permita garantizar el derecho a la información veraz de la ciudadanía y el pluralismo político. Nuestra enmienda a la totalidad, presentada junto al Grupo socialista, ha recibido algunas críticas no muy bien fundamentadas por parte de Ciudadanos y PP. Del PP de Telemadrid nos esperábamos cualquier cosa pero esperábamos que Ciudadanos fuera más consecuente y hubiera puesto sus esfuerzos en construir una televisión pública, independiente y plural. A continuación clarificamos algunas de estas cuestiones.
¿Ente público o sociedad anónima?
Uno de los puntos más preocupantes que recoge el proyecto del PP es la forma jurídica que adopta RTVM: una única S.A, que abre la puerta a la privatización de la radio televisión pública mediante la venta de las acciones en cualquier momento. Asimismo, según el artículo 42, el Gobierno podrá disolver el Ente, es decir, cerrar Telemadrid y Ondamadrid. Precedentes no faltan, esto es lo que ha hecho el PP en Valencia con el cierre de Canal Nou. Además de proteger RTVM de hipotéticas ventas o cierres, esta forma jurídica posee más controles y garantías para la contratación –al seguir las normas de la ley de contratos del sector público– y otorga mayor seguridad jurídica.
Es “caro” y está lleno de “puestos retribuidos”
Nuestro proyecto se basa en un sistema de pesos y contrapesos que permite dotar de independencia al medio respecto al Gobierno, garantizar el derecho a la información, la pluralidad y un equilibrio entre los diferentes órganos: 1) un Consejo de Administración altamente profesionalizado; 2) un Consejo Social que represente a las asociaciones profesionales y a la sociedad civil; 3) un Consejo de Informativos que garantice la independencia de los profesionales del medio; y 4) un Defensor del Espectador que canalice las demandas y quejas de los ciudadanos. Profesionalización, participación, independencia y rendición de cuentas, palabras que si no vienen acompañadas de mecanismos y órganos que las garanticen, se quedan en meras declaraciones de intenciones.
No prevé remuneración para los miembros del Consejo Social y si lo hace para los miembros del Consejo de Administración es porque es una condición imprescindible para que sea un órgano altamente profesionalizado.
Ha sido precisamente el PP el que ha fomentado una manera de gestionar el ente público haciendo proliferar puestos de confianza mientras despedía trabajadores, externalizaba la producción y la utilizaba como herramienta de propaganda, provocando un descenso de la calidad y la correspondiente caída del share. Esto es lo que le ha salido caro a los madrileños.
Sobre el Consejo de Administración
Los candidatos al Consejo de Administración no serán propuestos ni por los grupos parlamentarios, ni por una selección determinada de entidades profesionales. Se abrirá una convocatoria pública a la que concurrirán libremente quienes cumplan los requisitos de competencia, capacidad y experiencia. Un comité formado por cinco personas emitirá informes sobre los candidatos presentados. Para formar este comité, los grupos parlamentarios proporcionalmente propondrán expertos de entre los cuales, por sorteo, se elegirán cinco. En este punto algunos partidos quieren entender que es la Asamblea la que propone los candidatos. Sin embargo, este Comité tiene una función únicamente de supervisión de la adecuación de los perfiles a los requisitos legales. Posteriormente, los candidatos comparecerán ante la Comisión de control de RTVM y finalmente serán designados por mayoría cualificada de ⅔ por la Asamblea de Madrid.
¿ ⅗ en segunda vuelta?
Según la propuesta del PP, si no se llegase a un acuerdo para conformar el Consejo de Administración, este se mantendría en funciones. La elección por 3/5 en segunda vuelta es un mecanismo para solventar este posible bloqueo. Ya existen en nuestro haber situaciones de este tipo como el del Tribunal Constitucional o el del Consejo General del Poder Judicial, que siempre tuvieron motivaciones partidistas. Nuestro objetivo es evitarlas.
Sobre el Consejo Social
El Consejo Social es un órgano estable y permanente de participación de las asociaciones profesionales y de la sociedad civil equiparable al BBC Trust de la televisión británica, ejemplo de televisión de alta profesionalidad, calidad y reconocimiento social. Sustituye al Consejo Asesor, actualmente ineficaz y al que el proyecto del PP pretende retirar carácter normativo, dejando su creación a decisión discrecional del Consejo de Administración.
Se mantienen las entidades existentes, incorporando a los grupos parlamentarios, y a otras entidades que no estaban recogidas como el Instituto de la Mujer, la FRAVM, o asociaciones religiosas. La composición se amplía con nuevas asociaciones profesionales y dando entrada a colectivos LGBT, migrantes o asociaciones relacionadas con la diversidad funcional.
Respecto a sus funciones, permiten el despacho ordinario del Director General y del Consejo de Administración pero adquieren, en ocasiones, carácter vinculante. Estas consisten, entre otras, en la supervisión del cumplimiento del proyecto del Director del Ente, del contrato-programa y velar por el Derecho de Acceso.
¿Por qué una enmienda a la totalidad?
El proyecto del PP no es coherente ni soluciona los problemas de Telemadrid.
La enmienda, resultado del trabajo conjunto de Podemos, PSOE y Ciudadanos, incluye elementos de todos los grupos, también del Partido Popular. Sin embargo, el PP de Madrid no ha podido abordar con profundidad esta cuestión porque está atrapado por décadas de una política partidista y de control de Telemadrid. Su socio de gobierno, al parecer más preocupado por intercambios de cromos, que por la televisión pública madrileña, ha entrado en el juego del PP, formando un bloque.
Este no es el proyecto de Podemos, no es el proyecto de ningún partido. Este proyecto pretende ser el de la ciudadanía madrileña. Basta leerlo para encontrar elementos razonables, planteados por los distintos grupos, lo cual garantiza un modelo estable, no gubernamental y de calidad, con garantías de que la radio y televisión públicas no vuelvan a ser secuestrada por el Partido Popular, ni por ningún gobierno del signo que sea.