Divina de la muerte
No sé qué hacéis ahí liados con Catalunya, cuando Celia Villalobos nos anuncia la llegada de la “prosperidad económica”, que tenemos la jubilación resuelta “ahorrando dos euros al mes” y que seremos felices trabajando “hasta los 82 años”. Deberíais salir a la calle a codazo limpio para celebrarlo. Celia ya os lo ha avisado: “España va hacia delante, quieres reservar en un restaurante y no puedes, porque está todo lleno”. El pueblo se ha vuelto tripero y vividor. Y lo mejor está por venir. Verás tú cuando rompamos la hucha con nuestro par de euracos mensuales.
¿En manos de quién estamos? Se pregunta un servidor cuando ve la enésima clase magistral de Celia Villalobos, que es presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo. El futuro de nuestras jubilaciones lo gestionan mentes tan lúcidas que lo resuelven hablándonos de “menos de una cerveza o una cajetilla de tabaco al mes”. Y, además, nos echan la bronca: “En España nunca hemos tenido el concepto de ahorrar para la pensión. Hemos ahorrado para una casa”. No cotizáis, colapsáis los restaurantes y tenéis el vicio de pagar el piso. No como ella, que cobra más de 25.000 euros anuales para alojamiento, libres de impuestos, por ser elegida fuera de Madrid, aunque tiene vivienda en la capital.
Celia puede apartar los dos euros mensuales de los más de 6.000 que le hemos pagado tantas veces. Ahora, como diputada, presidenta de comisión, portavoz adjunta… Antes, como ministra, europarlamentaria, vicepresidenta del Congreso… Nos recomienda que ahorremos el par de eurillos al mes “desde los 25 años”. Si has alcanzado la edad, has de saber que, cuando naciste, Villalobos ya estaba en política. Ha tenido tiempo para pergeñar estos y otros consejos: “Llevo muchos años en esto y tengo una mochila importante, perfectamente presentable. Los políticos estamos en la realidad y tocamos tierra todos los días”, afirma la sufrida diputada, con los pies en el suelo y las manos en el “Candy Crush”.
Ese contacto con la calle le permite afirmar a Celia Villalobos que “vamos a seguir avanzando en los buenos salarios y el trabajo de calidad”. A ella le gusta la juventud precavida, con dos euros al mes en la saca, “que lleven el pelo limpio y no le peguen los piojos”. Si no te subes al tren del plan de ahorro de los dos eurazos, Celia podrá decirte como a su chófer, Manolo: “No son más tontos, porque no se entrenan”. Mira que no hacer caso a la voz de la experiencia.
Si aún te preguntas qué hemos hecho para tener que pagarles el sueldo a políticos así, también llegas tarde, porque la visionaria Celia Villalobos ya dejó hecha la pregunta en el Congreso: “Debemos hacer una reflexión sobre el tipo de dirigentes que queremos. A lo mejor queremos que salgan de una clausura y sean pobres de solemnidad”. Por eso, Celia avisa de que seguirá trabajando duro: “La jubilación puede ser con 70 años o con 82. Yo me quiero jubilar con 80 años. Tengo 68 y estoy divina de la muerte”. Pues eso, pa’ habernos matao’.