Evolución reciente de la distribución territorial de la renta familiar disponible en la ciudad de Barcelona
En general, Barcelona es una ciudad con un nivel económico bueno. Según las estimaciones del Ayuntamiento, la Renta Familiar Disponible per cápita es de 18.757 €. Sin embargo, este dato no muestra las enormes desigualdades existentes entre los diferentes emplazamientos de la ciudad. Frente al creciente aumento de las desigualdades que estamos padeciendo, conocer la evolución de la renda familiar disponible en cada uno de los barrios se presenta como un aspecto clave en el nuevo ciclo de políticas municipales que está por empezar.
Desde hace 6 años el Ayuntamiento de Barcelona publica un índice sobre la distribución de la Renta Familiar Disponible Bruta (RFDB). El índice es una estimación indirecta de la capacidad económica media de los habitantes de cada barrio en relación a la media de toda la ciudad. A pesar de las limitaciones y deficiencias asociadas a este índice (que no abordaremos) y de modificaciones introducidas por el consistorio recientemente (2012 y 2013), se trata del índice de referencia sobre la distribución territorial de la renta a nivel municipal.
La dispersión de estos datos sobre la renta muestra que las desigualdades dentro de la ciudad no dejan de aumentar (gráfico 1). Mientras que en 2008 la renta media por càpita de los diferentes barrios se desviaba un promedio de 34,4 puntos porcentuales respecto a la media de la ciudad, en 2013 ésta lo hacía un 43,4%.
De los diez distritos sólo dos presentan todos sus barrios con una renta familiar disponible por encima de la media: Sarrià - Sant Gervasi y Les Corts. Aun así Les Corts es el distrito donde se presentan las mayores diferencias entre barrios, con valores de renta disponible que van desde los 243,9 puntos de Pedralbes a los 118,7 de La Maternitat i Sant Ramon. Teniendo en cuenta que en Pedralbes no vive ni el 15% de los habitantes del distrito vemos que incluso en distritos de rentas elevadas la acumulación de renta disponible es cosa de bien pocos.
En el distrito del Eixample tanto La Sagrada Familia como el Fort Pienc son barrios con una renta disponible por debajo de la media de la ciudad; y Sant Antoni y la Nova Esquerra de l’Eixample están por encima por muy poco (2,5 y 8,6 puntos respectivamente). En el caso de Gràcia, con una renta familiar disponible de todo el distrito de 103,9 (tan sólo 3,9 puntos por encima de la media de la ciudad), las diferencias entre barrios son escasas. Así ni el Eixample ni Gràcia parecen ser grandes aportadores netos a las desigualdades registradas. ¿Dónde se dan entonces la bolsas de desigualdad?
De los barrios que forman parte del resto de distritos (Ciutat Vella, Horta - Guinardó, Sant Martí, Sants - Montjuïc, Sant Andreu y Nou Barris), sólo 4 de 53 presentan una renta disponible por encima de la media de la ciudad; y en algunos casos (Vila Olímpica, Diagonal Mar o el Barri Gòtic) no por un aumento de la renta de los vecinos sino porque la especulación inmobiliaria y la presión turística ha desplazado parte de la rentas más bajas a otros lugares. Cabe destacar que el 70% de los barrios de la ciudad (52 de 73) presentan una renta familiar disponible por debajo de la media (gráfico 2) y sólo el 35% de los habitantes de Barcelona viven en barrios con rentas medias más elevadas que el promedio (lo que no quiere decir que esos barrios no pierdan renta, sino que lo hacen como mucho al mismo nivel que la ciudad en su conjunto -un índice de 100 en 2013 significa más de 1.000 € menos al año que el mismo índice en 2008-).
En la cola de distritos con ningún barrio por encima de la media encontramos a Sants-Montjuïc, Sant Andreu y Nou Barris, donde en muchos casos la renta familiar disponible no llega al 60% (gráfico 3). De hecho en Nou Barris sólo hay un barrio con renta significativamente mayor que 60 (Vilapicina i Torre Llobeta). La fuerte homogeneidad entre los barrios de estos distritos confirma que el efecto de la desigualdad no se concentra tan sólo en unos pocos sino que se extiende de forma bastante generalizada por los tres distritos.
La correlación positiva (de +0,52) entre la variación de la renta en cada barrio y la renta inicial de los mismos (gráfico 4) muestra que la pérdida de renta en la ciudad no es homogénea sino que son precisamente los barrios que partían con las rentas familiares más bajas los que más se han empobrecido. No hay por lo tanto ninguna duda en que, en los últimos años, la pérdida generalizada de renta en Barcelona es producto de un aumento considerable de las desigualdades basado en el empobrecimiento de los barrios de por sí más pobres; y que dicha tendencia más que disminuir parece aumentar.
Si utilizamos el índice de renta disponible para ponderar la estimación de Renta Familiar Disponible per cápita vemos que las personas de algunos barrios de Nou Barris disponen, de media, de 7.220 euros al año para consumo (¿y ahorro?) por los 45.750 euros de Pedralbes (6,3 veces más) o los 42.015 euros de las Tres Torres (5,8 veces más).
El importante aumento de las desigualdades que estamos viviendo está provocando situaciones personales y familiares dramáticas. Estas situaciones críticas repartidas por todos los distritos de la ciudad (en especial en los barrios con rentas familiares más bajas) no necesitan de políticas que convoquen a la prensa para hacerse fotografías en lugares con obras públicas a medio acabar, sino de políticas municipales claras y contundentes que ataquen dichas desigualdades allá donde se producen. El 24 de mayo será quizás el momento de empezar a dar salida a esas políticas. En nuestras manos está.