Estas elecciones han vuelto a recordar a quienes viven entre cuatro paredes lo que pasa en la calle, en los hogares, en las familias que no llegan a fin de mes, en la gente harta de corrupción, de precariedad y desigualdad, de puertas giratorias y de cheques en blanco.
1.- El Partido Popular ha sido el más votado, sí, pero cae en picado obteniendo su peor resultado desde 1989, con la pérdida de 63 escaños.
2.- El PSOE también sigue cayendo, con el peor resultado de su historia. Pierde 20 escaños y su distancia con Podemos es de menos de 400.000 votos. La tendencia del bipartidismo es de cuesta abajo.
3.- El nuevo mapa electoral no tiene mayorías absolutas, lo que augura semanas de incertidumbre, conjeturas y todo tipo de cálculos sobre posibles combinaciones de gobierno para una legislatura que se intuye corta o incluso imposible, con elecciones nuevamente en breve.
4.- PP y Ciudadanos no alcanzan la mayoría absoluta. El pacto para el gobierno exigiría la llamada gran coalición PP-PSOE, lo que sería un suicidio para los socialistas. Pedro Sánchez por su parte podría contar con apoyos externos ocasionales, pero aún así estaríamos ante una legislatura tan débil que duraría poco. Podemos ha dicho muchas veces que solo apoyarían al PSOE si cambia y rectifica, pero que nunca estará en un gobierno cuando la opción mayoritaria sea el PSOE.
No hay que descartar una investidura, en segunda votación de Rajoy, con mayoría simple en el Congreso, para lo que se requerirían abstenciones “por razón de Estado” de algunos grupos. Hay que tener en cuenta la mayoría absoluta que el PP ha obtenido en el Senado.
5.- Ada Colau es una de las ganadoras de la noche y se confirma que será una figura clave en el futuro. La coalición En Comú-Podem se ha erigido como primera fuerza en Cataluña, con doce escaños.
6.- Podemos es tercera fuerza pero es la formación estatal que más gana, frente a la tendencia a la baja del bipartidismo. Hace poco más de un año era apenas un proyecto y sin embargo ahora tiene escaños suficientes para marcar dinámicas y líneas rojas. Pablo Iglesias, en su intervención de la noche, exigió el blindaje constitucional de los derechos sociales y una reforma de la Constitución que permita moción de confianza del Gobierno en caso de incumplimiento de su programa.
En caso de que se forme Gobierno, la formación morada y sus aliados entrarían con al menos 69 diputados, un número suficiente para condicionar debates y poner asuntos fundamentales encima de la mesa. Al igual que en las asambleas regionales y municipales algunos diputados del PP se vieron obligados a ponerse a trabajar con la llegada de las nuevas agrupaciones políticas del cambio, en el Parlamento estatal muchos tendrían que ponerse las pilas.
7.- Ciudadanos se ha desinflado, no solo por culpa de una mala campaña, sino porque durante ella se han dado a conocer algunos de los aspectos más polémicos de su programa, difícilmente defendibles, como es su postura ante la violencia machista, o las llamadas de Rivera a participar en la guerra de Siria.
8.- Las coaliciones en Galicia, Cataluña y Valencia -En Marea, En Comú-Podem y Compromís-Podemos- han funcionado muy bien y demuestran la fuerza de determinadas uniones. Son las grandes ganadoras de la noche.
9.- Si Podemos, las confluencias e IU-Unidad Popular hubieran ido juntos y si se hubieran dado estos mismos resultados, habrían obtenido unos 14 diputados más y medio millón de votos más que el PSOE.
10.- Será interesante observar cómo intentan recolocar sus discursos aquellos que entregaron excesivo protagonismo a Ciudadanos o que llevan meses dedicados a atacar a Podemos o a ignorarlo. Que a pesar de la campaña mediática la formación morada -y sus aliados- haya logrado colocarse con 69 escaños es significativo. Más aún teniendo en cuenta que ha hecho una campaña financiándose a través de los microcréditos de la gente, sin créditos de los bancos.
11.- El 20D ha sido la primera parada de un viaje más largo. Podemos adoptó una estrategia muy marcada por el calendario electoral, con dinámicas de emergencia capaces de garantizar triunfos, según la línea oficial del partido. Dicho en palabras de Errejón, estaban corriendo a la vez que se ataban los cordones. Esto supuso que dejaran para más adelante otras cuestiones, como un mayor papel para los círculos y el establecimiento de dinámicas de movimiento social más que de partido político.
Ahora llega una segunda etapa y será muy interesente observar en qué dirección la plantea la formación morada, si van a reclamar el protagonismo de la gente, así como las formas. Pablo Iglesias ha dicho que han aprendido mucho de Ada Colau, y se ha notado en esta campaña, en la que Podemos ha apostado por un tono sereno y suave, por los afectos, por la ausencia de improperios, en clara contraposición con los modos de otros.
Tocarán nuevos pasos en todas las fuerzas del cambio, en la calle. Algunos de esos pasos ya se están barajando y estudiando y serían necesarios para que haya movilización, unión y políticas inclusivas capaces de dar espacio no solo a quienes quieren militar en un partido, sino a todas las personas que desean participar en el cambio de este país para hacer de él un lugar más justo, menos desigual, más democrático.