Los Simpson ya predijeron lo de 2023, y los expertos también
Pronósticos para 2023, recién deshojado el calendario: no hagan muchos planes, porque este año empezará la Tercera Guerra Mundial, con armas biológicas y por supuesto nucleares. Si sobrevivimos, también nos caerá encima un asteroide. ¿Cuál es la fuente de estas predicciones? Los Simpson, por supuesto. Un capítulo en el que Bart descubre un asteroide que se dirige hacia nuestro planeta, y otro en que el habitual presentador de noticias avisa de que Estados Unidos y China se han declarado la guerra y se espera un masivo ataque nuclear.
Si no les parece muy rigurosa la profecía simpsoniana, también tengo la de Nostradamus, un clásico de estas fechas: 2023 será un año marcado por hambrunas y guerras, la economía global colapsará, y llegará una gran catástrofe mundial: “Durante cuarenta años no aparecerá el arco iris. La tierra seca se volverá más seca y se verán grandes inundaciones.” Esto último puede referirse al cambio climático, aunque también podría ser la guerra nuclear. Tachen lo que más rabia les dé.
Si tampoco les convence Nostradamus como argumento de autoridad -hay gente muy quisquillosa-, tengo en el banquillo a unas cuantas videntes, consultadas en los últimos días por medios de todo el planeta. Una habla de una inminente “tragedia climática”, otra ve un “gran atentado”, y no falta quien adivina “la muerte de una reconocida celebridad”. Una tormenta solar que afectará a las comunicaciones, un nuevo virus, y por supuesto un desastre nuclear, son otras de sus esperanzadoras visiones.
Los Simpson, Nostradamus, videntes de teletarot nocturno… Para los pejigueros también tengo a Bill Gates, que hace unos días publicó su carta para 2023, como cada año. Dice que “se avecinan cinco años complicados” por la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio de ciclo económico, además de “unas elecciones difíciles y una guerra civil” en Estados Unidos. Pero no todo será malo: habrá un importante avance médico contra el VIH, y nueva tecnología climática. Es verdad que sus previsiones de otros años se cumplieron regulinchi, pero es Bill Gates, el fundador de Microsoft, no tu cuñado en Nochevieja.
Más vaticinios publicados estos días, a cual más chungo. BlackRock, el mayor fondo de inversión mundial, ve venir una recesión “muy dolorosa”. Los bancos de inversión Morgan Stanley y JP Morgan coinciden en que “vienen curvas” económicas que traerán aumento del desempleo, además de volatilidad bursátil. El banco danés Saxo Bank prevé un repliegue mundial hacia “economías de guerra”, y se la juega con una próxima dimisión de Macron en Francia, no me pregunten por qué. El gurú Peter Schiff, que yo tampoco conocía pero por lo visto es un gurú, anuncia una recesión “peor que la Gran Recesión de 2008”. Gurús hay muchos más, todos con sus previsiones del nuevo año, pueden buscarlos en Google. También analistas, centros de estudios, fundaciones y escuelas de negocios, cada uno con su mensaje para 2023: subidas de tipos, inflación, recesión, incertidumbre, inestabilidad, etc.
Ah, y por el lado oficial, la OCDE y el FMI rebajan las previsiones de crecimiento para nuestro país. El Banco de España es por una vez más optimista y no ve recesión (aunque “sin descartar ningún escenario”), pero sí avisa de más inflación, subidas de tipos, debilidad económica y pérdida de confianza con reducción del consumo.
Pero Isaac, ¿cómo pones en el mismo plano a los Simpson, Nostradamus, las del Tarot nocturno y los expertos económicos, lo mismo bancos que fondos y gurús, y hasta nuestro Banco de España? Tienen razón, pido disculpas y rectifico: los Simpson han acertado muchas veces en los últimos años. Además, sus predicciones no están marcadas por ningún interés ni ideología, y sus vaticinios no tienen consecuencias ni funcionan como profecía autocumplida al generar la misma desconfianza y pesimismo que anuncian. Un respeto para los Simpson. Feliz año.
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