Los Duques del Infantado cerraron el parque Infantil, y ahora el Castillo

Los Duques del Infantado recogieron el día 4 las llaves del Castillo de Manzanares que se encuentra ya cerrado al público y que fue restaurado y cuidado durante años con fondos de la Comunidad de Madrid, ya que se encontraba totalmente abandonado y destruido cuando fue cedido. Los niños del pueblo reciben como regalo de Reyes el cierre de un lugar que ha sido una referencia para ellos, un lugar de aprendizaje del que disfrutar y en el que visitar épocas pasadas que representa la familia que lo reclama. La duquesa, acompañada por varias personas, entró entre risas al Castillo que arrebata al pueblo para rentabilizarlo y sacar provecho de un bien que agrupaciones de familias y vecinos del municipio consideran de todos y que no puede caer en manos de particulares con fines especulativos. Así como despojaron al pueblo de su único parque infantil de referencia que ahora permanece en una situación de abandono, ayer continuaron recogiendo lo que les ha sido otorgado por el mero hecho de nacer y fruto de la traición y el pillaje de sus antepasados, negándoselo a otros niños que no han tenido la misma suerte. Las personas del municipio y sus menores se encuentran desolados por esta circunstancia que sin duda tendrá un gran impacto para el municipio y para las muchas personas que lo visitaban. La nobleza demuestra una vez más que sólo atiende al interés de sus bolsillos y nunca al interés común. Ayer, en unas fechas tan especiales y como un triste presagio de las olas ultraliberales que acorralan nuestras vidas, regresábamos a casa con un castillo en sombras, que ya no está iluminado, como si la panorámica que caracterizaba al pueblo y nos unía en identidad, hubiera sido borrada.

Los Duques del Infantado recogieron el día 4 las llaves del Castillo de Manzanares que se encuentra ya cerrado al público y que fue restaurado y cuidado durante años con fondos de la Comunidad de Madrid, ya que se encontraba totalmente abandonado y destruido cuando fue cedido. Los niños del pueblo reciben como regalo de Reyes el cierre de un lugar que ha sido una referencia para ellos, un lugar de aprendizaje del que disfrutar y en el que visitar épocas pasadas que representa la familia que lo reclama. La duquesa, acompañada por varias personas, entró entre risas al Castillo que arrebata al pueblo para rentabilizarlo y sacar provecho de un bien que agrupaciones de familias y vecinos del municipio consideran de todos y que no puede caer en manos de particulares con fines especulativos. Así como despojaron al pueblo de su único parque infantil de referencia que ahora permanece en una situación de abandono, ayer continuaron recogiendo lo que les ha sido otorgado por el mero hecho de nacer y fruto de la traición y el pillaje de sus antepasados, negándoselo a otros niños que no han tenido la misma suerte. Las personas del municipio y sus menores se encuentran desolados por esta circunstancia que sin duda tendrá un gran impacto para el municipio y para las muchas personas que lo visitaban. La nobleza demuestra una vez más que sólo atiende al interés de sus bolsillos y nunca al interés común. Ayer, en unas fechas tan especiales y como un triste presagio de las olas ultraliberales que acorralan nuestras vidas, regresábamos a casa con un castillo en sombras, que ya no está iluminado, como si la panorámica que caracterizaba al pueblo y nos unía en identidad, hubiera sido borrada.