El pasado 23 de julio Vox consiguió más del 36% de los votos en la zona militar de El Pardo, quedando a sólo medio punto del PP. En 2019 fue el partido más votado en esa sección, que fue donde consiguió los mejores resultados de todo Madrid. Posiblemente esto no sea ninguna noticia, ni que el ejército y la ideología conservadora estén, de algún modo, conectados. Un episodio reciente ocurrió a finales de 2020, cuando un grupo de oficiales retirados enviaron una carta al Rey denunciando al Gobierno “social-comunista.” Poco después se descubrió que varios ex-oficiales hablaban en un grupo de WhatsApp de fusilar a 26 millones de españoles, es decir, aquellos que apoyaban partidos de izquierda o independentistas.
Tampoco es algo único de España. Por ejemplo, en 2017, hubo un escándalo en Alemania tras descubrirse que varios militares de extrema derecha estaban planeando atacar a refugiados y políticos de izquierdas. A finales del año pasado, la policía alemana arrestó a decenas de personas de extrema derecha por presuntamente planear un golpe de Estado. Entre los detenidos, había varios militares retirados y en activo. En Francia, en 2021, un grupo de militares publicaron una carta denunciando lo que ellos consideraban como concesiones al islamismo por parte de Emmanuel Macron. La carta se hizo pública justo el día en el que se cumplía el 50 aniversario del Algiers putsch, un intento de golpe de Estado por parte de generales retirados que tuvo lugar en 1961.
A pesar de todo esto, no existía, que sepamos, ninguna investigación empírica que explore esta relación con datos cuantitativos. Y eso es justamente lo que hemos hecho, en un artículo científico que se publicará próximamente en la revista americana The Journal of Politics. En él, tratamos de responder a tres preguntas, centrándonos en España: ¿son los militares más proclives que la población civil a apoyar a la extrema derecha? ¿Contribuyen las bases militares a aumentar el voto a la extrema derecha en sus alrededores? ¿Y en qué países es más probable que observemos esta relación entre las fuerzas armadas y la ideología conservadora?
Para responder a la primera pregunta, juntamos un gran número de encuestas para poder comparar la intención de voto entre miembros de las fuerzas armadas (FFAA), que son un porcentaje bajo de la población, y el resto de población civil. En concreto, conseguimos reunir más de 140.000 entrevistados en todos los barómetros del CIS entre septiembre de 2018 y marzo de 2021. Lo que encontramos al analizar estos datos es que la intención de votar a Vox es mucho más probable entre individuos que forman parte de las FFAA que entre el resto de la población, incluso (o especialmente) cuando comparamos a militares de derechas con civiles también de derechas. El siguiente gráfico muestra cuánto más apoyo a Vox hay entre los militares respecto a los civiles, según se ubique ideológicamente cada encuestado. Por ejemplo, el apoyo a Vox es unos 20 puntos mayor entre los militares que se colocan en un 7 en la escala ideológica que entre los civiles que también se colocan en un 7:
Gráfico 1
Curiosamente, si nos fijamos en cómo ha cambiado el efecto de estar en el ejército en el voto a PP a Vox a través del tiempo, lo que observamos es que es justamente cuando Vox emerge como partido relevante a finales de 2018 que empezamos a ver este gap entre militares y civiles:
Gráfico 2
En la segunda parte nos preguntamos, en realidad, dos cosas. Primero, si en las secciones censales donde hay bases militares, y donde estadísticamente viven más militares, se vota más a Vox. Y segundo, miramos no sólo si los militares votan más a Vox, sino también si los individuos que viven cerca de bases militares también votan más a Vox, ya sea por el contacto en el día a día con militares, o por estar expuestos a símbolos nacionalistas (españoles) que también están muy presentes en el discurso de la extrema derecha española.
Para ello, recopilamos los resultados electorales de 2019 a nivel de sección censal y, a partir de información pública, codificamos dónde se encuentran las bases militares. Los resultados muestran que las secciones censales con bases militares, en promedio, apoyan más a Vox, pero también lo hacen las secciones censales que se encuentren geográficamente cerca a estas bases. No sólo eso, si no que también encontramos que este efecto de difusión ideológica parece tener lugar, especialmente, en barrios con renta más alta. Es decir, los barrios ricos con bases cerca son más proclives a votar a Vox que otros barrios ricos que no tienen bases cerca, pero lo mismo no ocurre entre barrios más humildes.
El gráfico de debajo muestra cómo cambia el voto a Vox según su cercanía a una base militar, mirando el efecto para un barrio rico (verde) y para un barrio más humilde (en azul). Para medir la cercanía, en el eje x, usamos el inverso del logaritmo de la distancia, una medida donde los valores más altos indican más cercanía:
Gráfico 3
En la última parte del artículo intentamos generalizar estos resultados a otros países. El siguiente gráfico muestra la diferencia en ideología entre militares y civiles en cada uno de estos países, donde los valores positivos (más a la derecha) significan que los militares son más de derechas, y las barras negras que la diferencia es estadísticamente significativa:
Lo primero que llama la atención es que España es el país donde la diferencia es mayor. Pero más allá de eso, nuestra lectura de estos resultados es que los militares son más de derechas en países en los que el ejército tiene una tradición histórica ligada al control interno y de la unidad nacional. Mientras que en algunos países, como Estados Unidos, hay una larga tradición de que el ejército no se involucre en asuntos de orden público dentro del país, en otros ha tenido un papel más importante en cosas como el control de intentos revolucionarios o de defensa de la unidad nacional, ya sea contra un enemigo interno o externo.
De hecho, un hilo conductor parece ser el nacionalismo y el papel del ejército en su defensa. Si nos fijamos en los países más arriba en la tabla, donde los militares son más de derechas relativo a la población civil, aparecen este tipo de amenazas a la soberanía nacional, ya sean desde dentro o desde fuera. Francia tuvo la guerra colonial (con su intento de golpe de estado) y el terrorismo corso, Grecia y Portugal tuvieron dictaduras militares en la que se tachaba a los comunistas de enemigo nacional, Finlandia ha vivido con una amenaza constante de invasión, los Países Bajos lucharon una guerra colonial y se podría decir que Noruega ha tenido una política militar definida por la amenaza de invasión (que también podría aplicar a Suiza).
La posición de España posiblemente se explica porque suma todos los puntos: el ejército ha tenido tradicionalmente un rol importante en el control interno y, sólo en los últimos 50 años, España ha tenido una dictadura basada en gran parte en la defensa de la unidad nacional, un conflicto violento con un grupo terrorista en Euskadi y un intento separatista.
Nuestro trabajo es un intento de explorar esta posible relación entre los militares y la extrema derecha, usando datos cuantitativos. Lo que encontramos no quiere decir que todos los militares sean de derechas, ni mucho menos, si no simplemente que el apoyo a la extrema derecha es, de media, mayor dentro de los cuarteles que fuera de ellos. En cualquier caso, dado la importancia de las relaciones cívico-militares en cualquier democracia y del hecho de que es un colectivo con acceso a armas y entrenamiento, no está de más investigar sobre estos temas.