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Rivera delega en Arrimadas la gestión de la guerra total entre Ciudadanos y Valls

Albert Rivera en su encuentro con Pedro Sánchez en el congreso

Carmen Moraga

Ciudadanos ha entrado en una guerra abierta con el que fue su fichaje estrella para optar a la Alcaldía de Barcelona. Manuel Valls ha cargado duramente contra el partido tras la ruptura del grupo municipal y ha recibido respuesta por parte de Inés Arrimadas: “Lecciones, ninguna”. Entretanto, Albert Rivera sigue fuera de los focos desde que el pasado sábado Valls y otros dos ediles dieran sus votos a Ada Colau para evitar que el candidato de ERC Ernest Maragall se convirtiese en alcalde de Barcelona. El líder de Ciudadanos tiene previsto reaparecer este jueves en Bruselas en el encuentro de los liberales europeos que se muestran vigilantes ante las alianzas de Ciudadanos con la extrema derecha de Vox.

Hasta ahora, Rivera ha guardado silencio descargando toda la gestión de la crisis en Arrimadas. Salvo algunos comentarios que ha dejado caer en las redes sociales y una entrevista en Telecinco que concedió al programa de Ana Rosa Quintana al día siguiente de reunirse con Pedro Sánchez en el Congreso, nada se ha sabido de él estos días.

El líder de Ciudadanos ha estado 'desaparecido' una semana sin convocar actos públicos ni ofrecer ruedas de prensa, algo que choca con su habitual hiperactividad mediática. Por ese motivo su presencia este jueves en Bruselas para asistir a la reunión ALDE Pre-Summit de los liberales europeos, preparativa al Consejo Europeo, ha levantado una gran expectación.

Ante su ausencia, ha sido la portavoz nacional la que ha estado dando la cara estos días. Rivera no se ha pronunciado sobre ninguna de las polémicas que han salpicado al partido aunque ha hecho algunos comentarios en Twitter celebrando el acuerdo con el PP en el Ayuntamiento de Madrid que ha llevado a Begoña Villacís a ocupar la Vicealcaldía de la capital con los votos de Vox.

No ha dicho una sola palabra sobre las exigencias del partido de extrema derecha para entrar en los gobiernos junto a ellos y el PP, o sobre el acuerdo 'secreto' que han cerrado los de Abascal con los de Casado, que está condicionando la negociaciones en la Comunidad de Madrid. La versión del partido es que no hay tales pactos con Vox y que una cosa es “hablar” y otra “negociar”, como sostuvo Arrimadas en El Objetivo de La Sexta para defenderse de las críticas de Macron y de sus socios europeos.

El líder de Ciudadanos tampoco ha querido salir al paso de los duros comentarios del economista y otrora asesor de Cs, Manuel Conthe, que llamó “payasos” a los dirigentes del partido por proponer una alternancia de dos años en el Ayuntamiento entre Martínez Almeida y Villacís.

Silencio ante las andanadas de Valls

Pero el silencio más clamoroso ha sido tras la ruptura con Manuel Valls por su decisión de apoyar a Ada Colau como alcaldesa de Barcelona para evitar que gobernara el independentista y líder de ERC, Ernest Maragall. La postura del exprimer ministro desencadenó la división de los seis concejales de su Plataforma Barcelona pel Canvi: tres votaron a favor y los otros tres en contra.

El lunes la dirección de Ciudadanos se reunía en la sede del partido, pero sin Rivera. Desde su equipo se justificó su ausencia “por cuestiones de agenda”, sin especificar más, pero se remarcó que el líder había estado conectado con los demás dirigentes por teléfono. Pese a ser una decisión suya, Arrimadas fue la encargada de anunciar la decisión de la ruptura con Valls mientras Villegas se lo notificaba al exprimer ministro francés.

En el partido algunos compañeros aseguraron en privado que la portavoz pasó un mal rato ya que ella no era partidaria de tan drástica decisión. De hecho, la noche anterior había asegurado que el partido seguiría trabajando con Valls, pese a considerar que se había “equivocado”.

Al día siguiente de conocerse que la Plataforma iba a formar “dos grupos” municipales diferentes en el Ayuntamiento barcelonés, el exministro de Trabajo y ex dirigente del PSC, Celestino Corbacho, se retractaba y se alineaba de nuevo con Cs y Rivera que fue en realidad quién le atrajo al proyecto de Valls.

Este miércoles Valls aprovechaba su primera rueda de prensa como concejal para cargar con dureza contra Rivera al que ha atacado por pactar con un partido reaccionario como Vox: “Ciudadanos se ha convertido en el partido que pacta de hecho con una formación iliberal, reaccionaria y anti-europea”, ha asegurado, para seguidamente advertir a su líder que “no vale esconderse tras el PP, cada uno es responsable de sus actos, en Barcelona y en Madrid”.

“La estrategia del cuanto peor mejor es equivocada y dejan huérfanas a todas las personas que el 21D confiaron en el mensaje de coraje de Inés Arrimadas”, ha apostillado después el exprimer ministro francés intencionadamente, dejando con ello entrever su sintonía con la portavoz nacional de Cs.

A pesar de las duras andanadas, Rivera ha permanecido de nuevo callado. Y ha sido Arrimadas la que ha vuelto a dar la cara. Lo ha hecho desde Navarra, donde gracias a un acuerdo 'in extremis' con los socialistas, Unai Hualde, de Geroa Bai, presidirá la Cámara regional abriendo así la puerta al “gobierno de progreso” que busca la socialista María Chivite e impidiendo que Navarra Suma -la coalición de UPN, Cs y PP- presida la comunidad Foral.

“Valls ha salido a criticar ferozmente a Ciudadanos y a defender a Colau diciendo que no es tan mala. No formamos ya parte de ese proyecto, nosotros tenemos grupo propio con más concejales que Valls y vamos a seguir siendo la voz del constitucionalismo”. “A nosotros no nos va a dar lecciones nadie porque nos hemos partido la cara en Catalunya y hemos recibido amenazas de muertes, agresiones persecuciones por lo que vamos a seguir defendiendo el constitucionalismo”, ha zanjado.

Rivera, entre tanto, se ha limitado a criticar el pacto navarro en Twitter pero no ha dicho ni pío sobre las arremetidas que le ha lanzado Valls.

Además de Arrimadas, también contestaba a Valls el eurodiputado Luis Garicano, que acaba de ser elegido vicepresidente de Renew Europa, el grupo parlamentario que suma a los liberales de ALDE y a la República en Marcha de Emmanuel Macron.

“Nosotros no vamos a pactar con Vox, no vamos a estar en ningún Gobierno con ellos. No hemos hecho ningún acuerdo con Vox, y Begoña Villacís ha vuelto a decirlo hoy con muchísima claridad. De ninguna manera vamos a hacer ningún acuerdo con Vox ni vamos a entrar en ningún Gobierno donde estén ellos. Yo sinceramente no estaría en un partido que pactara con... Es que es una decisión unánime de la Comisión Ejecutiva, quiero que esté claro, y una cosa que no existe no te puede afectar negativamente”, exclamó Garicano desde Bruselas, en donde este jueves estará Rivera y por fin se pronunciará sobre la avalancha de acontecimientos que se han sucedido en estos días.

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