Manuel Chaves: el histórico presidente que el PSOE borró de su memoria
Si uno escribe el nombre de Manuel Chaves en el buscador de la web del PSOE lo primero que encuentra es una noticia fechada en julio de 2016 en la que el entonces secretario de organización, César Luena, aseguraba: “Asumió su responsabilidad y dimitió”. Las declaraciones del, por entonces, número dos del partido, hacían referencia a la decisión que el propio Chaves había tomado un mes antes, coincidiendo con su procesamiento: entregar su carné del PSOE y apartarse de la organización que había dirigido durante mas de una década.
La vinculación de Manuel Chaves con el caso de los ERE se ha llevado por delante cualquier recuerdo sobre su papel al frente de una formación que presidió durante 12 años. Apenas queda rastro de su figura como ministro con Felipe González ni como vicepresidente en el gobierno de Zapatero. Tras 19 años al frente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves ha sido borrado de la memoria del Partido Socialista y esa es quizás la condena más severa para un político que acaba de recibir una pena de nueve años de inhabilitación cuando lleva un trienio fuera de la vida pública.
En junio de 2016 Chaves inició su particular camino al olvido. Coincidiendo con su procesamiento en el caso ERE tanto él como su sucesor, José Antonio Griñán, decidieron adelantarse a su partido y solicitar la baja en la militancia del PSOE. Había pasado un año desde la noticia de su imputación, a la que Chaves había reaccionado entregando sin resistencia su acta como diputado en el Congreso. Aquella primera renuncia cogió al histórico dirigente socialista en medio de una comisión parlamentaria que abandonó teniendo que cruzar el remolino de periodistas que le esperaban en la puerta.
Amigo personal de Felipe González, con quien compartió despacho laboralista, Chaves ingresó en el PSOE en 1968. Él era uno de los presentes en los pinares de Puebla del Río, al sur de Sevilla, cuando se realizó la famosa “foto de la tortilla”. Aquella imagen tomada en 1974 encuadraba en un día de paseo campestre a varios de los dirigentes del 'clan andaluz' que acabarían por empujar el poder de un PSOE que llegaría al Gobierno en 1982. Además de Chaves y Felipe González, la imagen también retrata a otros dirigentes como Alfonso Guerra, Carmen Romero o José Antonio Barragán.
Llegó al Congreso tras resultar elegido por Cádiz en la primeras elecciones de 1977, cargo que revalidó en 1979, 1982, 1986 y 1989. En 1986 fue nombrado ministro de Trabajo por Felipe González, un puesto que abandonaría en 1990 para convertirse en candidato a la Junta de Andalucía. Ganó las elecciones y su paso por la presidencia andaluza le mantendría 19 años en el cargo.
En julio de 2000, el 35º Congreso del PSOE lo eligió para presidir el partido, puesto en el que se mantendría hasta 2012. Con Zapatero en la presidencia, Chaves fue ministro de Política Territorial (2009) y vicepresidente (2011).
Ha esperado la sentencia de los ERE “más como un alivio que como una condena”, aseguran desde su entorno. Al salir esta mañana de la Audiencia de Sevilla tras conocer la sentencia, algunos periodistas le escucharon decír: “Sí, me han condenado”.
El expresidente andaluz siempre ha admitido que “no se ha hecho nada ilegal a sabiendas” y aún retumban en las hemerotecas sus primeras impresiones sobre el caso de los ERE que definió como una cuestión “de tres o cuatro golfos”.
Aquella primera impresión no tardaría en cambiar para un Chaves que comprendió que con su procesamiento se acababa una vida aparejada al PSOE. En Ferraz aseguran que “supo irse sin hacer ruido”. La sentencia que hoy se ha publicado constituye el epílogo de una vida política en la que lo fue todo: en el PSOE y en Andalucía. Su entorno sostiene que a partir de ahora, y sabiendo que su condena a diferencia de la de Griñán que conlleva seis años de cárcel, solo lo inhabilita para ejercer una actividad a la que ya había renunciado, Manuel Chaves ejercerá a partir de ahora a tiempo completo su papel de jubilado y abuelo.