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El formato de la mesa entre gobiernos empantana la negociación entre el PSOE y ERC

Reunión de los equipos negociadores de PSOE y ERC en Barcelona.

Arturo Puente / Irene Castro

Los equipos negociadores del PSOE y ERC no encuentran una fórmula de consenso sobre cómo debe producirse la negociación entre gobiernos que ambos están dispuestos a iniciar tras la investidura. Los socialistas sostienen que estas conversaciones deben canalizarse mediante un mecanismo vinculado a la comisión bilateral que contempla el Estatut, mientras que los de Oriol Junqueras defienden que ese es un foro demasiado rígido y encorsetado y no aceptan otra cosa una nueva mesa donde negociar. En la reunión que este martes han celebrado en Barcelona, ambas partes han constatado que este es el principal escollo de la negociación.

En un encuentro previo mantenido en secreto por los equipos negociadores el lunes, el PSOE puso negro sobre blanco la propuesta de diálogo que ya había hecho en la última reunión. Se ofrece que los gobiernos hablen a través de un instrumento que cuelgue de la llamada Comisión Bilateral Generalitat-Estado contemplada en el artículo 183 del Estatut, una fórmula que podría complementarse con una mesa de partidos u otras opciones. Pero para Esquerra esta opción es del todo insuficiente. Como mucho están dispuestos a aceptar que la Bilateral pueda tener un papel de apoyo o paralelo a la negociación entre gobiernos que proponen, pero en ningún caso ser el cauce principal por donde discurra el diálogo durante toda la legislatura.

Con la negociación paralizada en este punto durante ya varias reuniones –las conocidas y algunas otras que no han trascendido– los partidos han tratado de negociar sobre el segundo punto, referente a demandas en el campo de los derechos sociales y políticos. Los republicanos tienen previsto hacer peticiones concretas al PSOE sobre cuestiones como la reforma laboral, la ley mordaza o sobre las leyes sociales catalanas impugnadas por el Gobierno. Pero la sensación que se ha instalado en el partido es que ese no será el punto más problemático, porque el PSOE está dispuesto a hacer concesiones, también debido al acuerdo con Unidas Podemos.

ERC no tiene previsto sumergirse en la negociación clásica sobre las leyes a derogar o reformar mientras el PSOE no avance sobre la mesa de negociación. Según entienden los republicanos, la secuencia lógica tras aceptar que existe un “conflicto político” entre Catalunya y España es crear una nueva herramienta para resolverlo. Admiten, eso sí, respaldar esa mesa de nueva creación en el Congreso, en el Parlament o en ambos a la vez, si llegado el caso el PSOE se lo plantease.

Con todo, los republicanos no se muestran pesimistas. “Estamos encallados, pero creemos que el PSOE acabará aceptando buscar un formato de negociación desligado de la Bilateral”, aseguran. El comunicado conjunto enviado a los medios reflejaba ese optimismo y, según los republicanos, también enviaba un mensaje a sus socios de JxCat cuando hablaba de “reconocimiento institucional mutuo”. ERC entiende que, con esa frase, el PSOE comienza a reconocer al president Quim Torra y al Govern como interlocutor.

A pesar de que en el último encuentro de los equipos negociadores la delegación encabezada por Adriana Lastra se dio de bruces con la voluntad de sus interlocutores de dilatar el entendimiento, en Ferraz son más optimistas respecto al desenlace de las negociaciones. No obstante, asumen que su plan inicial de celebrar la investidura la próxima semana no es factible después de la reunión de esta martes en Barcelona, que concluyó con un comunicado conjunto, pero sin una fecha cerrada para la siguiente.

En ERC aseguran que, en vista del ritmo actual, la negociación puede ir para “muy largo” y afean al PSOE la insistencia en los plazos en cada reunión.

“Ellos hasta el 19 no pueden hacer nada”, admiten fuentes socialistas sobre la decisión que tomará ese día el Tribunal de Justicia Europeo sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. En Moncloa esperan que ese organismo no entre en el fondo de la cuestión y que se limite a dejarlo como está, dado que el juicio ya se ha celebrado.

No obstante, en el PSOE han visto con optimismo desde el primer momento la negociación con ERC. Los socialistas siempre han creído que, pese a la complejidad del escenario en Catalunya, los republicanos catalanes acabarían facilitando la investidura de Pedro Sánchez. A pesar de su deseo de que la investidura sea antes de que concluya el año, en el PSOE abren la puerta a que se retrase hasta que los republicanos catalanes estén dispuestos a facilitarla.

La dilación, fuente de “incertidumbre”

Y siguen pensando que sucederá tarde o temprano. “La verdad es que sí”, respondió Carmen Calvo al ser preguntada por la prensa si veía más cerca la investidura de Sánchez tras el último encuentro con ERC, informa Europa Press. La vicepresidenta en funciones puso en valor el “trabajo razonable y necesario” que está realizando el PSOE en las negociaciones. A la tercera cita oficial de las delegaciones han precedido otras tantas además de contactos entre las dos formaciones al más alto nivel para ir allanando el camino. Fuentes socialistas aseguran que el entendimiento está muy avanzado, pero reconocen que el calendario para la formación independentista es complicado.

La dilación de las negociaciones dista mucho de la estrategia que siguió Sánchez en el acuerdo con Pablo Iglesias. En Ferraz reconocen que puede suponer un problema ante la posibilidad de que haya factores que acaben desestabilizando la vía de ERC y esa inquietud crece en la organización. “Cuanto más se retrase, más riesgo se corre de que lo boicoteen”, señala un dirigente socialista catalán. Uno de los elementos que no desdeñan en la dirección socialista son las suspicacias que la negociación con ERC levanta en el propio partido. El alcalde de Valladolid y portavoz de la Ejecutiva socialista, Óscar Puente, reconoció que las negociaciones le generan “incertidumbre” y admitió que “no está del todo claro” que la necesidad de que haya un Gobierno cuanto antes “se vaya a concretar”.

A pesar de que Sánchez sostiene que el PSOE está unido y que desde Ferraz mantienen contactos con las federaciones para apaciguar los ánimos, algunos barones socialistas también han dejado claro el pavor que les genera la dependencia de ERC. El presidente aragonés, Javier Lambán, celebró que el líder socialista pretenda reunirse con Inés Arrimadas y apuntó en la dirección de recabar el apoyo de Ciudadanos para “encontrar una salida a este diabólico laberinto, que haga innecesario el concurso de un partido tan indeseable para la gobernabilidad como es ERC”. “Preferiría que la estabilidad política en España no pase por los desestabilizadores”, insistió Emiliano García-Page. Con Unidas Podemos en la ecuación, Ciudadanos descarta apoyar la investidura de Sánchez y su apuesta es que el PP permita un Gobierno en solitario del PSOE.

Los socios minoritarios apuran la negociación

Mientras el PSOE centra sus esfuerzos negociadores con ERC, algunos de los socios que necesita para sacar adelante la investidura circularon por Zarzuela en el marco de las consultas del rey, que previsiblemente designará formalmente candidato a Sánchez este miércoles. Los representantes de En Marea se mostraron optimistas respecto a la marcha de las conversaciones de socialistas y republicanos. Unidas Podemos está al margen, no obstante, de la negociación.

El Partido Regionalista Cántabro volvió a dar por hecho su apoyo, aunque advirtió de que no lo hará si se hacen “cesiones” en materia de “indultos, ni de referéndum, ni de presos políticos ni nada parecido”. También el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, dejó entrever su respaldo, aunque aseguró que mantienen las conversaciones para que “no haya retrocesos” respecto a lo que pactaron anteriormente. Su compañera de Coalición Canaria, Ana Oramas, no dejó clara su posición y se limitó a arremeter contra Sánchez por el “horror” de dejar que la estabilidad dependa de los independentistas.

Oramas se quejó de que el grueso de la negociación se esté llevando a cabo con ERC, al igual que Joan Baldoví, que se mostró favorable a permitir la investidura tras recibir una propuesta por escrito de los socialistas en respuesta a la que formuló en el anterior periodo de negociaciones fallidas. El representante de Teruel Existe no dio por cerrado su apoyo tras haberse reunido en una ocasión con Lastra y haber mantenido un contacto telefónico. Presionó, además, para que los socialistas favorezcan la creación de un Grupo Regionalista. Los 21 integrantes del Grupo Mixto buscan fórmulas para descargarlo y tener mayor visibilidad.

“Tenemos toda la voluntad [de apoyar la investidura], pero esa voluntad se debe confirmar. Queremos apuestas claras, decididas y valientes, no titubeantes, por la justicia social y la transición ecológica”, afirmó el líder de Más País, Iñigo Errejón, en su comparecencia tras reunirse con Felipe VI.

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