Pedro Sánchez: “Debemos empezar ya la desescalada en la tensión política”
Pedro Sánchez hace un llamamiento a la “desescalada de la tensión política” en plena crisis del coronavirus a las puertas de comenzar la ronda de contactos con las fuerzas políticas para intentar llegar a un gran acuerdo por la reconstrucción económica y social que se ha bautizado como una reedición de los Pactos de la Moncloa de 1977. A ese encuentro están invitados también los gobiernos autonómicos, cuyas críticas Sánchez califica de “constructivas” y evita entrar en un cruce de recriminaciones tras la tensa videoconferencia que ha mantenido con los jefes de los ejecutivos regionales: “No va a haber ningún reproche, ninguna palabra gruesa, la desescalada de la tensión política es fundamental”.
“Los presidentes autonómicos plantean sus demandas legítimas -ha expresado en una rueda de prensa tras esa reunión telemática-. Hasta las críticas las doy como bienvenidas, me parece bien tener esa actitud de humildad”. Sánchez, que reconoce que se han podido cometer “errores” ante el “reto descomunal” con el que se ha enfrentado el Gobierno pero también las administraciones territoriales, ha asegurado que todas las medidas las basa en los criterios que le traslada el comité científico que asesora al Gobierno. Por eso, ha justificado, no siempre hay tiempo de consensuarlas con los líderes autonómicos.
Sánchez ha asegurado que también ha contado con el visto bueno de ese comité científico a la hora de levantar la “hibernación” de los sectores económicos no esencial. El jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, que forma parte de ese grupo asesor, aseguró el jueves que no les habían consultado sobre esa decisión y se mostró partidario de mantener la paralización un tiempo más.
Esa decisión, que no ven con buenos ojos sus socios de Unidas Podemos, ha sido aplaudida por algunos presidentes autonómicos, como los de Euskadi, Navarra o Cantabria, pero la rechazan otros como Quim Torra, que ha enviado una carta a Sánchez en la que amaga con tomar decisiones por su cuenta a este respecto.
Tanto en la videoconferencia como en la comparecencia posterior, Sánchez ha insistido en que no se ha producido un levantamiento del confinamiento sino que la vuelta al trabajo de los sectores no esenciales es la consencuencia del fin del permiso retribuido recuperable que caducó el jueves y que se puso en marcha para aprovechar la “pausa” propia de la Semana Santa. El presidente ha deslizado que no ha recibido ninguna presión para llevar a cabo ese levantamiento.
“La decisión política la tomo yo, el mando único; pero en base a criterios científicos, no de otra índoles -ha afirmado-. Cuando me dijeron que teníamos que tomar medidas de este tipo las puse en marcha”. “Hoy el comité científico está diciendo que con esta dinámica venceremos pronto al virus”, ha dicho el presidente, que insiste, no obstante, en que queda un largo camino por delante y que la normalidad no se recuperará hasta que haya una vacuna eficaz contra la enfermedad.
“Una única presión: la del comité científico”
“No estamos adoptando ninguna medida nueva, al contrario seguimos confinados”, ha expresado Sánchez, que ha asegurado que, a partir de este lunes, se adoptan más garantías respecto a la seguridad sanitaria en el transporte así como en los centros de trabajo dado que se repartirán 10 millones de mascarillas entre quienes utilicen el transporte público para ir a trabajar -aunque la recomendación es ir en vehículo privado, a pie o en bicicleta-. Además, ha explicado que los trabajadores con síntomas de la Covid-19 o que hayan estado en contacto con contagiados no tendrán que ir a sus puestos de empleo. Igualmente, ha asegurado que los empleados en situaciones de más vulnerabilidad -como mayores, embarazadas o con patologías- también estarán exentos siempre y cuando su médico les dispense la baja. “La situación no va a ser lo mismo para las personas que van a reanudar su trabajo mañana”, ha dicho sobre los trabajadores que volverán a partir del lunes a sus puestos tras el permiso retribuido recuperables que comenzó el 30 de marzo.
“El Gobierno va a trabajar bajo una única presión: la del comité científico”, ha aseverado Sánchez, que ha advertido de que aún queda un largo camino para la “victoria” al virus. El presidente ha dicho que quedan “al menos” dos semanas de confinamiento total y ha advertido que las medidas de desescalada se irán tomando en función de los datos: “Evaluaremos la evolución de la pandemia y actuaremos con mayor restricción o menor restricción, pero siempre con asesoramiento del comité científico y con un objetivo claro: salvar vidas y garantizar la salud”.
Sánchez huye de “reproches” y clama por la unidad
Para Sánchez, que emplea el léxico bélico para referirse a la lucha contra la pandemia, los datos de contagiados y fallecidos por Covid-19 son “alentadores” y ha asegurado que las cifras aún abultadas de estos días no se recogen aún la situación de paralización casi total de la economía que se decretó hace dos semanas. Esa situación tendrá su reflejo a mediados de la semana que ahora comienza.
“Desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, nunca la humanidad se había enfrentado a un enemigo tan letal para la salud y tan pernicioso para nuestra vida económica y la social. Desde que iniciamos el confinamiento han pasado cuatro semanas de lucha firme de toda la sociedad española contra el virus en las que hemos asistido a situaciones durísimas, pero también cuatro semanas que están a punto de cambiar el curso de esta guerra”, ha afirmado en su discurso Sánchez, que también ha admitido que en este mes se han detectado “fallos y debilidades” pero también “aciertos y fortalezas”.
“Nada nos va a detener hasta vencer en esta guerra”, ha reiterado el presidente, que ha insistido durante toda su intervención en la necesidad de que la lucha sea conjunta en un llamamiento a las distintas administraciones: “La potencia destructiva del virus no distingue territorios ni colores políticos. No elige las ciudades, tampoco elige los países por el color político de su gobierno. Estamos inmersos en una guerra total que nos incumbe a todos”: “Todos sabemos que cuando venzamos esta guerra, que la vamos a vencer, estoy convencido, necesitaremos todas las fuerzas del país: políticas, institucionales y sociales para vencer la postguerra.
Necesitamos a todos: las propuestas de todos, el concurso de todos, la unión de todos“.
“Dentro de unas semanas concluirá el confinamiento y entraremos de lleno en la fase de la reconstrucción. La mejor noticia que podrían recibir los españoles al salir de sus casas es saber que sus representantes políticos han sido capaces de superar sus diferencias y diseñar juntos un gran Plan de reconstrucción económica y social para volver a poner en marcha el país. Haré todo lo que esté a mi alcance para conseguir esa unión”, ha sentenciado Sánchez a las puertas de descolgar el teléfono para iniciar los contactos con las fuerzas políticas que han mostrado muchas reticencias a entrar en cualquier pacto -especialmente el PP, que lo considera un “señuelo”- así como los agentes sociales.
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