Fue la destitución más sorprendente y la que menos se ha explicado. Ni siquiera José Luis Ábalos conoce los motivos por los que Pedro Sánchez decidió prescindir de él como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y como secretario de Organización del PSOE en la profunda remodelación del Gobierno que llevó a cabo en julio y que tendrá su resultado final con la designación de la nueva dirección del partido en el congreso de mediados de octubre. “Hay cuestiones que ni pregunto”, ha afirmado Ábalos en una entrevista en Más Vale Tarde (La Sexta) en la que ha atribuido su salida al “desgaste personal”.
En cuestión de días, Ábalos pasó de ser uno de los hombres de confianza del presidente a ser apartado del poder. Él era conocedor de la remodelación del Gobierno, al menos de algunos aspectos, pero fue el mismo 10 de julio cuando Sánchez le citó en Moncloa para comunicarle que ya no continuaría formando parte del Consejo de Ministros. Desde entonces no ha vuelto a hablar con el líder socialista, de quien fue uno de los principales colaboradores desde 2016, cuando le apoyó en plena batalla en el PSOE. “Hemos tenido momentos de mayor intensidad de menor intensidad. No le doy ninguna vuelta a eso”, ha dicho sobre la relación con Sánchez y ha intentado normalizar no haber tenido ningún contacto con él al asegurar que la prioridad en este tiempo para todos ha sido “descansar” y que el presidente ahora tiene que “despachar” con quienes están trabajando codo con codo con él.
“Para ser ministro solo hay que tener un requisito: que el presidente te designe. En su margen de discrecionalidad (...) hace las composiciones que estima pertinentes”, ha expresado Ábalos en su reaparición en la que ha rechazado que esa decisión haya supuesto una decepción. El exministro ha asegurado que seguirá a “disposición” del partido, por ahora como diputado raso a la espera de que la dirección le encuentre un encaje. Por ahora la intención en la cúpula socialista es mantenerle en el Congreso. “En aquel momento se trataba de remodelar el Gobierno no de buscar una solución para nadie”, se ha pronunciado sobre la posibilidad de que en julio le hubieran dado una salida. Por ahora se incorpora también como tertuliano en el programa Todo es Mentira (Cuatro), una decisión que ha causado estupor en las filas del partido.
Ábalos ha evitado quejarse sobre las formas en las que se produjo su marcha y, especialmente, la falta de referentes socialistas en su adiós en el ministerio. Preguntado por si echó de menos la presencia de dirigentes del partido, ha respondido: “En ese momento no. Me llamó la atención los comentarios. No era mi despedida, era la toma de posesión de la nueva ministra”. Él mismo ha recordado que en ese momento “todavía no había cursado” su renuncia a la Secretaría de Organización y en Ferraz ya daban por hecho el relevo en manos de Santos Cerdán. Sánchez le había trasladado que tampoco quería que siguiera al frente del partido.
Ha evitado hacer autocrítica y ha asegurado que no se pregunta ni cuestiona qué hizo mal para salir del Gobierno. De hecho, se ha defendido especialmente de algunos aspectos controvertidos de su mandato, como la reunión con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y el rescate a la compañía Plus Ultra. Ambos casos, ha recordado, están judicializados y los tribunales le han dado la razón.
También se ha puesto a la defensiva ante un corte que han emitido en el programa en el que él decía que no le echaba nadie -que pronunció cuando la derecha le había puesto en la picota- y ha asegurado que se refería al “compromiso” político. “Si la política son los cargos, entonces se pueden reír y divertirse mucho”, ha dicho el exministro, especialmente dolido con las campañas de la extrema derecha, que ha definido como un “acoso permanente”.
“Tengo un cierto desgaste personal y aún lo acuso”, ha afirmado Ábalos sobre la “presión” que ha recibido. “Llevaba tres años y un mes de una intensidad tremenda”, ha expresado el exministro, que se ha referido a la “entrada de la ultraderecha” en el Parlamento, al gobierno de coalición y a la pandemia. “En el ámbito privado uno se ha visto muy afectado”, ha zanjado.