Vox exige a PP y Cs la normalización de su discurso de extrema derecha como primera medida para apoyar gobiernos
Vox mantiene su presión a Ciudadanos para que se siente con los líderes del partido de extrema derecha en las mesas de negociación para formar los ejecutivos que están en el aire y necesitan el apoyo de las tres derechas, entre ellos, los de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. “Será imposible ningún tipo de gobierno alternativo en este momento si no hay diálogo político con Vox, si no se representa a los votantes de Vox y si no se nos trata con respeto y con normalidad, como a cualquier otra fuerza política”, ha advertido Santiago Abascal este miércoles en una rueda de prensa, en la que su formación no ha permitido la entrada a eldiario.es.
De esta forma, el presidente de Vox pide al partido de Albert Rivera que le incluya en las mesas de negociaciones como a un interlocutor más y levante así el cordón sanitario a sus ejes programáticos de extrema derecha. “Sin Vox no hay alternativa posible a la izquierda”, ha alertado Abascal, reivindicando la posición de su partido, que se sabe determinante tanto para que el PP mantenga el Gobierno autonómico en Madrid y Murcia, como para propiciar el cambio en el Ayuntamiento de la capital.
En estas negociaciones han decidido cambiar la estrategia adoptada para desbancar a Susana Díaz tras los resultados autonómicos del 2 de diciembre. “El problema de la fórmula andaluza es que hemos comprobado que es muy difícil velar por las políticas pactadas con el PP. Hemos comprobado que alguno de los puntos del acuerdo en materia de Memoria Histórica y migratoria no se ha cumplido”, ha apuntado Abascal.
Por ahora, el líder de esta formación se limita a reivindicar la normalización de su partido como requisito indispensable para seguir adelante en la negociación. “No ponemos sobre la mesa ninguna medida ni propuesta que imposibilite el diálogo. Queremos acudir a esas mesas de negociación, con lealtad y plantear las cosas con flexibilidad, según la representación política que tenemos”, ha reseñado.
Aunque también ha anunciado que este jueves el Comité Ejecutivo Nacional se reunirá y “tratará con precisión cuáles son las líneas rojas programáticas y cuáles son las pretensiones de Vox”. En este órgano del partido también se debatirá si solicitarán la entrada del partido en el Ejecutivo de alguna Administración. Por ahora, Abascal asegura que todavía no han tomado esta decisión, a pesar de que la candidata autonómica Rocío Monasterio reseñó este lunes que “probablemente, entrar en el Gobierno es la mejor manera” de hacer valer su representación electoral.
Abascal eleva la presión sobre Ciudadanos para que esta formación se retrate y se siente en la misma mesa que los líderes de extrema derecha si quiere su apoyo. De esta manera, se repetiría la foto que los representantes de las tres derechas se hicieron en la plaza de Colón para solicitar la convocatoria de elecciones a Pedro Sánchez.
En contra de cordones sanitarios
Vox continúa peleando para su normalización en el panorama político, tras conseguir representación electoral y espacio en medios de comunicación. Si finalmente se fragua esta imagen, Vox superaría otro de los cordones sanitarios que tenían impuestos fuera de Andalucía hasta ahora: compartir mesa de negociación con un partido como Ciudadanos, liberal tanto en temas económicos como sociales.
Desde Ciudadanos, el candidato a la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se desmarcaba de la inclusión de este partido en su equipo. “Quiero formar un gobierno con el PP. Exclusivamente. El resto tendrá que decidir si apoyarlo o dar el Gobierno a Gabilondo y Errejón”, advertía. Abascal ha reconocido que tres días después de las elecciones no ha habido interlocución entre Vox y Ciudadanos, pero sí admite “algún contacto informal” con los populares y con Pablo Casado.
En esta intervención ante periodistas, Abascal también ha advertido sobre la evolución de su espectro político tras el maratón electoral que comenzó el 2 de diciembre con las elecciones andaluzas. “La España de hoy no es igual a la España de hace seis mesas. Vox se ha consolidado y aporta una nueva perspectiva”, ha incidido sobre su irrupción en las instituciones.
Más allá de la presión sobre Ciudadanos, Abascal no ha realizado autocrítica alguna a pesar de haber perdido 1,3 millones de votantes en un mes, entre el 28A y los comicios europeos del 26M. “El chantaje del voto útil ha surtido efecto, en cierta medida”, ha apuntado. “La autocrítica ya nos la hacéis los medios”, se ha limitado a plantear sobre su resultado electoral el pasado domingo.