En Ciudadanos están “muy contentos” con el multitudinario acto del pasado domingo en el que el partido y el propio Albert Rivera hicieron toda una exhibición de exaltación de “nacionalismo español” y de fuerza. Un acto que incluyó como 'sorpresa' la intervención de Marta Sánchez y su particular versión del himno nacional que puso en pie a un público entregado y que emocionó hasta las lágrimas a la propia cantante.
Aunque algunos de los asistentes al macroacto reconocieron en privado a la salida que les pareció algo desmesurada la “exaltación españolista” desplegada, la alegría de los de Rivera por el éxito es real y generalizada. De hecho, los dirigentes de Ciudadanos han hecho piña a la hora de valorarlo. Prefieren quedarse con las felicitaciones y alabanzas que están recibiendo que con las numerosas críticas que también están cosechando por el excesivo fervor de nacionalismo español que derrocharon, con despliegue de banderas, de vivas a España y de lagrimeo ante la interpretación del himno por parte de la cantante.
Pero también por los discursos que se escucharon en el auditorio del Palacio de Congresos del IFEMA, para muchos impregnados de “casposidad” y “rancio patrioterismo”. “El delirio patriotero de Rivera”, lo calificaba el periodista Ruben Amón en un artículo de Opinión en El País.
En Ciudadanos creen que el acto fue un éxito
Sin embargo, en Ciudadanos el día después solo ha servido para la autocomplacencia. Todo salió como estaba previsto. Hubo ensayos previos y una cuidada puesta en escena. Los símbolos del partido fueron sustituidos por una enorme bandera rojigualda y los oradores fueron también elegidos cuidadosamente para que en las historias que narraron en el escenario quedara reflejada esa idea de la “España diversa” que asegura perseguir el partido con el lanzamiento de la nueva Plataforma.
“Queremos buscar lo que nos une a todos los españoles, más allá de ideologías, territorios y batallas políticas”, y promover “un proyecto de país moderno, reformista e integrador”, dijo Inés Arrimadas este lunes, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva en la que se analizó los resultados del evento.
Horas antes, el propio Rivera, en una entrevista en el programa Espejo Público, de Antena 3, se mostraba también muy satisfecho del acto de presentación de la Plataforma y defendía su idea por considerar que se trata de un proyecto para construir “un país fuerte, democrático y proyectándose a Europa”.“Todos los españoles tenemos que asumir sin complejos que somos un gran país y, para ello, necesitamos un un proyecto con valores y democrático”.
En el partido también se han apresurado a rechazar de plano cualquier comparación entre el “nacionalismo español” con los nacionalismos que exhiben los partidos independentistas en Catalunya, o el PNV en el País Vasco y que Rivera tanto critica. La comparación con el de Le Pen hasta les escandaliza.
La propia Arrimadas explicó en la misma rueda de prensa las “diferencias” que ellos ven entre uno y otro. “El nacionalismo catalán tiene un discurso identitario y excluyente”, porque “habla de españoles que viven en Cataluña, en vez de catalanes que se sienten españoles”, y alude a “diferencias genéticas” entre las personas y a una España que “expolia a los catalanes”, señaló Arrimadas.
Y Ciudadanos, por el contrario, dijo, tiene un proyecto “para 47 millones de personas, también para las que votan a opciones nacionalistas”, que reivindica el “patriotismo civil” que “respeta la diversidad”.
El proyecto de Rivera, alabado por Aznar
Esa idea fuerza de que somos “un gran país” y esa llamada a recuperar el “orgullo de ser españoles” y del uso de nuestros símbolos sin “complejos” es precisamente el discurso del líder de Ciudadanos que ha encandilado a José Maria Aznar.
El expresidente del Gobierno y líder del PP ve en Rivera un líder a su imagen y semejanza, con un proyecto sólido que cree que no ha sabido salvaguardar su sucesor –designado por él–, Mariano Rajoy.
Sobre todo en Catalunya ante el desafío independentista. Las alabanzas de Aznar al líder de Ciudadanos y sus invitaciones a participar en foros han sido numerosas y paralelas a las críticas que ha lanzado a Rajoy al que acusa de haber dilapidado su “legado”.
Rivera, sin embargo, prefiere mirarse en el espejo de líderes de otros países europeos que han lanzado proyectos similares a su 'España Ciudadana': en la Francia del movimiento 'En Marche!' ('En Marcha') y Emmanuel Macron; en el expresidente demócrata Barack Obama; o en el presidente argentino, Mauricio Macri.
En Ciudadanos están convencidos de que lo que se escuchó este domingo en el macroacto de presentación de la Plataforma son los mensajes que calan en sus votantes. Un sector, que ven cada vez más amplio, de ciudadanos cansados del bipartidismo, y especialmente desencantados con el PP de Rajoy.
Pero lo que más ha satisfecho a los de Rivera es la airada reacción del PP frente al “éxito” de su iniciativa.
El PP, entre el enfado y la alarma
Y es que la demostración de fuerza de Ciudadanos no ha caído nada bien en las filas populares. Públicamente y en privado, los populares hacen notar su enfado mientras tratan de transmitir la idea de que “no fue para tanto”. Este mismo lunes el portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, ha criticado a Rivera por repartir “carnés de españoles”.
Hernando ha avisado de que la formación naranja “no es el PP, ni el centro derecha”, sino “el caballo de Troya de la izquierda que algunos quieren utilizar para destruir al centro derecha”. “Espero que la gente no se deje manipular”, ha apostillado.
“Rivera ha dado botes por distintas ideologías y formaciones: ja sido de UGT, ha dicho que es socialdemócrata, liberal y ahora quiere ser del PP, pero el PP lleva muchos años colaborando para la democracia y la estabilidad institucional y no tiene que recibir lecciones de patriotismo de nadie”.
El portavoz del PP ha pedido al líder naranja que “se modere” y “no confunda patriotismo con patrioterismo” porque es “perverso” sostener que sólo se es “buen patriota” si se apoya a Ciudadanos.
A Hernando le ha perecido también una “impostura rayana en la desfachatez” que Rivera rindiera homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal secuestrado y asesinado por ETA en 1997, sin hacer alusión a que era del PP ante una representación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) que acudió al acto.
Ese malestar se ha profundizado más este lunes, cuando el portavoz de la formación naranja en Madrid, Ignacio Aguado, ha plantado a Ángel Garrido en la toma de posesión como presidente de Madrid precisamente por estar reunido a esa misma hora con la AVT, un colectivo hasta ahora muy cercano al PP.
La sensación que cunde entre los de Rajoy es que Ciudadanos está apropiándose de símbolos asociados inequívocamente con el PP. Entre otras cosas, también en esa defensa a las víctimas del terrorismo, de la que siempre han hecho bandera los populares.
La alarma ha saltado y en privado, algunos dirigentes reconocen que tienen que “espabilarse” para evitar que Ciudadanos haga suyo el espacio del centro-derecha que ellos habían ocupado hasta ahora.