El rey, Sánchez y Aragonès inauguran un MWC con más de 80.000 participantes

L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), 27 feb (EFE).- El rey, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, han inaugurado este lunes el congreso mundial de móviles (MWC), que reune en Barcelona hasta el 2 de marzo a más de 80.000 participantes y a más de 2.000 empresas.

El mayor evento de tecnología móvil del mundo ha abierto sus puertas en un clima de plena normalidad tras unas ediciones anteriores condicionadas por la pandemia.

Aunque la previsión oficial es que el evento tenga un impacto económico de unos 350 millones de euros, el consejero delegado, John Hoffman, aseguró el sábado que incluso podrían alcanzarse los 400 millones y superar los 85.000 asistentes, si bien aún lejos de los 109.000 asistentes registrados en 2019, en la edición previa a la pandemia.

ARAGONÈS Y COLAU POSAN JUNTO AL REY PERO EVITAN EL BESAMANOS

En el plano institucional, tanto Aragonès como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han evitado participar en el recibimiento al rey a su llegada al MWC.

Al igual que en la cena oficial de la feria celebrada anoche, ambos no se han situado entre la fila de autoridades a la llegada del rey, que ha sido recibido por Sánchez, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; el presidente de Fira, Pau Relat; el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman; y la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, entre otras autoridades.

Aragonès y Colau han esperado a la comitiva en el interior del recinto de Fira y se han sumado a continuación al grupo para asistir a una reunión en la que algunas empresas tecnológicas les han expuesto novedades de esta edición del MWC.

Acto seguido, todos ellos han participado en la foto de familia de inauguración del evento, en la que el presidente del Gobierno y el de la Generalitat han flanqueado al rey, mientras que Colau se ha situado en la segunda fila del grupo.

Tras la foto de familia, el rey ha continuado su recorrido por el congreso acompañado de Calviño y Colau, en tanto que Sánchez y Aragonès se han separado de la comitiva al tener ambos concertadas reuniones con empresas tecnológicas.

Tras iniciar el itinerario en el espacio de GSMA, la patronal de las operadoras móviles y organizadora de la feria, Felipe VI ha visitado los pabellones de España y Barcelona, además de los de Orange, Telefónica y Vodafone.

En declaraciones a los periodistas, Colau ha explicado que ha acompañado al rey durante su recorrido en su condición de “anfitriona”, al tiempo que ha justificado su ausencia en el besamanos al considerar “muy anticuado” este protocolo.

Aunque no estaba previsto, Felipe VI ha parado también en el estand de Cisco, después de que la multinacional estadounidense anunciara el pasado mes de noviembre que situará en Barcelona su primer centro de diseño de semiconductores de próxima generación en la UE.

El rey ha proseguido su agenda en la capital catalana con un almuerzo con Calviño y directivos de empresas tecnológicas en el Palacete Albéniz, la residencia de la familia real en la capital catalana, y por la tarde regresará a la feria para visitar otros expositores.

UN MWC MÁS ALLÁ DE LOS MÓVILES

La edición del MWC de este año reserva un papel central a los móviles, como en años anteriores, pero también acoge presentaciones y demostraciones de cómo la tecnología y la digitalización están impactando de lleno en la sociedad y en todos los sectores económicos, entre ellos el de la automoción.

De ahí que la GSMA decidiera cambiar ya desde hace unos años la denominación oficial del congreso desde Mobile World Congress a MWC, para reflejar mejor que este evento no es ya solo una feria de móviles.

El 5G, los teléfonos plegables, las cámaras mejoradas, la carga rápida de los dispositivos o la inteligencia artificial son algunas de las tendencias tecnológicas en auge que se podrán ver en esta edición del MWC.

Aragonès ha presagiado que el MWC será un “éxito rotundo” y ha asegurado que la economía digital es ya “uno de los sectores estructurales de la economía catalana”.