“No podemos manifestarnos, ni expresar con libertad los abusos que se cometen dentro del Ejército español pero sí acudir a la presentación de un libro que los denuncia”. Así explica el teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura, autor de Un paso al frente (Tropo Editores, 2014), el acto en el que participarán media docena de asociaciones de militares, suboficiales de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y organizaciones de apoyo a la Tropa y Marinería de España, y que tendrá lugar el domingo 11, en la FNAC de Callao en Madrid.
La editorial y el autor esperan una afluencia “masiva”, dado el interés que ha despertado en las últimas semanas este texto que “destapa las miserias, autoritarismo y corrupción de un cuerpo anclado en el siglo XX”. Desde su lanzamiento, el libro está en el top de los más vendidos de Amazon. Sin embargo, lo que preocupa a Gonzalo Segura es la “tremenda cacería” en cuarteles de Zaragoza, Valencia, Córdoba y Canarias, donde “compañeros han sido duramente amenazados, incluso con la expulsión y el arresto, para que no asistan, compren ni hablen de la novela”.
Gonzalo Segura, con 12 años de trayectoria y destinado en Pozuelo de Alarcón desde 2009, explica que militares de tropa le han escrito correos electrónicos y mensajes en redes sociales para trasladarle “el miedo que los altos mandos están infundiendo en ellos, diciéndoles que serán grabados y controlados si van a las presentaciones”. Desde la editorial aseguran que en los actos públicos, como en el Día del Libro en la capital aragonesa, han sido las mujeres de los militares quienes han acudido a por una gran parte de los ejemplares, agotados ya en su primera edición.
El vicepresidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles, AUME, Iñaki Unibaso, afirma que le constan esas presiones y anima a los soldados a que las denuncien y participen en esta presentación “legal, libre y cultural”. La AUME y las principales asociaciones de España estarán presentes, con sus delegados en Madrid, para apoyar los testimonios del teniente, con los que se sienten identificados.
Unibaso encuentra en la novela “capítulos muy reconocibles” sobre la historia de estas asociaciones, donde se narra la privación de libertad a uno de sus miembros, sancionado con 33 días de arresto por pedir acabar con gastos superfluos. “Podemos cambiar los nombres, fechas y lugares y todos sabemos de qué y quiénes nos está hablando, porque son episodios reales como la vida misma”, añade el vicepresidente de la AUME.
Al acto también han sido invitados los partidos políticos aunque pocos, como Izquierda Unida, han confirmado su asistencia. La intención del autor es que esta presentación marque un antes y un después en la historia de las Fuerzas Armadas y sirva de punto de encuentro para generar “un fenómeno social” y sacar adelante iniciativas que permitan una mayor independencia a la hora de investigar la corrupción en el Ejército.
Por ello, según el autor, la presencia de representantes políticos en el acto es fundamental, de cara a poder plantear una pregunta parlamentaria dirigida al Ministerio de Defensa, relativa a la “necesidad de realizar auditorías independientes que acaben con las irregularidades y el despilfarro del dinero público que cometen algunos altos mandos”.
El oficial ha escrito Un paso al frente sin informar a sus superiores, consciente de que podrían haber intentado boicotear la publicación, que pone en cuestión el modelo de las Fuerzas Armadas, “un sistema de castas que mide con doble rasero a militares de tropa y suboficiales, frente a los privilegios insultantes, delictivos y poco éticos de algunos oficiales”.
El libro parte de denuncias que él mismo ha planteado ante la justicia y habla de desfases presupuestarios en la compra de combustible, comida, equipos informáticos y armamento. A través de la historia de tres militares – un oficial, un suboficial y un soldado-, Gonzalo Segura explica los privilegios de los altos cargos en clubes deportivos, las distinciones a aquellos que no hacen demasiado ruido y los castigos para los que, por el contrario, no comulgan con la filosofía de sus superiores.
El teniente está convencido de que sus denuncias, realizadas en 2012 por vía militar, acabarán archivadas, por lo que el libro ha sido “un escape a esa frustración” y una respuesta a “una obligación moral con los ciudadanos”. Ahora teme por su futuro como militar y reconoce que tiene papeletas para ser expulsado.
Afirma que ha manejado una gran cantidad de información desde que entró en la Jefatura de los Sistemas de Telecomunicaciones y Asistencia Técnica (JCISAT), encargada de gestionar y mantener todas las redes de comunicaciones del Ejército. Ha dirigido grupos de trabajo con centenares de personas a su cargo y le han ordenado la cancelación de trabajos de inventario realizados durante meses y que han costado millones de euros.
“A punto de terminarlo, el informe ya reflejaba desfases de hasta un 35 por ciento en materiales informáticos. Al pedir explicaciones me he encontrado con silencio y más silencio. Y eso es, precisamente, lo que quiero romper con este libro y con aquellos que acudan el domingo”, concluye.