Nueve canciones, cinco spots electorales y cuatro fotos para 40 años de la España de la Transición

La España de la Transición creó su banda sonora, su álbum de fotos y sus iconos –hombres– que 40 años después siguen evocando una época que se homenajea este miércoles en el Congreso, el palacio en el que se cerró cómo iba a ser el tránsito desde la dictadura entre las élites del franquismo y del antifranquismo, del interior y del exterior.

Adolfo Suárez. Venía de ser el ministro de la Falange –secretario del Movimiento–, y fue señalado por las élites franquistas, con el rey Juan Carlos a la cabeza, para encarnar el tránsito desde la dictadura.

Suárez pilotó la ley de reforma política –el harakiri de las Cortes franquistas–, y ganó las elecciones de 1977 y 1979 con la UCD, una amalgama de familias que saltó por los aires tras el fracaso electoral de 1982.

Felipe González. Era el PSOE del interior, el que vivía dentro de la España franquista, frente al del exterior, que se sentía heredero del socialismo republicano. Se impuso internamente con el entierro del marxismo dentro del ideario socialista –luego vendrían el republicanismo, la banca pública, la OTAN, la privatización de empresas públicas, los GAL...–, y externamente con la mayoría absoluta de 1982 con un número de escaños nunca repetida.

Ya en las elecciones de 1977 los españoles le señalaron como quien podría llegar a encarnar la España salida del franquismo, frente al PCE, principal partido de la oposición franquista.

Santiago Carrillo. Si en el PSOE se impuso el partido del interior frente al del exterior, en el PCE quien mantuvo el mando fue el partido del exterior, del exilio, personificado en Santiago Carrillo.

La imagen de Carrillo, Dolores Ibárruri, Ignacio Gallego, Marcelino Camacho y otros dirigentes históricos comunistas en las Cortes de 1977 representaban el fin del exilio, el fin de la dictadura, el comienzo de la reconciliación que terminó pactando con las élites la monarquía y la ley de amnistía... Y también el regreso al imaginario de la República que no fue secundado mayoritariamente en las urnas.

Manuel Fraga. Exministro de Francisco Franco, embajador en Londres, representó con Alianza Popular el puente en la Transición con el franquismo orgánico, institucional y sociológico. Tras la eclosión de UCD, Suárez fundó el CDS. Una parte se marchó al PSOE –Francisco Fernández Ordóñez, por ejemplo–, y otra a AP –Javier Arenas–. AP con el tiempo se reconvirtió en el Partido Popular, con el que José María Aznar y Mariano Rajoy han ganado elecciones –1996, 2000, 2011, 2015 y 2016–.

La Banda Sonora: nueve canciones

Canto a la libertad

Esta canción de José Antonio Labordeta, que luego fue diputado de Chunta Aragonesista, ha ganado simpatizantes a través de las generaciones y ha sido adoptada por muchas causas históricas.

Al vent

Si la anterior es el reclamo de Aragón, esta canción de Raimon representó el reclamo de Valencia frente al franquismo. El germen de Al vent se puede situar a principios de los sesenta, cuando se celebró el quinto centenario de la muerte de Ausiàs March, uno de los adalides de la poesía en valenciano.

Libertad sin ira

Pocas como ésta se han vinculado tanto a la figura de Adolfo Suárez y al significado de la reconciliación nacional que se abanderaba –que se terminó traduciendo en la impunidad de los crímenes del franquismo–: “Dicen [sic] los viejos de este país que hubo una guerra”, pero la gente pedía “vivir su vida en paz” para vivir “en libertad sin ira”.

Como casi todas, el canto despreocupado de Jarcha se identificó de la noche a la mañana con el tránsito hacia la democracia. Pocas de las canciones de la lista se pueden relacionar con la ideología o antecedentes de Suárez, pero esta es la elegida para poner acordes a sus panegíricos. Libertad sin ira surgió paralelamente a la apertura de Diario 16, pero la letra estuvo inicialmente censurada. Los hippies nacionales, con barbas y pelos largos, pantalones de campana y guitarra en mano personificaban aquel sentimiento revitalizante que se vendía en las pancartas. 

Al alba

Al alba estaba escrita para ser cantada en las manifestaciones. Aute dijo que la escribió con urgencia justo después de los fusilamientos de 1975, su valor reivindicativo era fundamental y el tiempo corría en su contra.

Para la libertad

Serrat representa la lucha por las libertades y contra la censura. Ese etéreo concepto inspiró muchas de sus composiciones por las que fue vetado en radio y televisión y obligado a exiliarse en México. Tras llevar el catalán -la lengua prohibida del régimen- a Eurovisión, el cantautor se convirtió en todo un mito para los soñadores de Cataluña. Este poema de Miguel Hernández se suma a otras como Tres heridas, Penélope y Hoy puede ser un gran día, que se convirtieron en himnos optimistas, compartidos y que alentaban la lucha, al igual que lo hizo el barcelonés. 

Habla pueblo habla

Vino tinto fue un grupo de estudiantes murcianos cuya trayectoria se asemejó bastante a la de Jarcha. Simplemente el final de estos fue bastante infeliz en comparación. De ellos se recuerda la canción Habla pueblo, habla, que se hizo muy popular en diciembre de 1976 al ser empleada por el gobierno para apoyar la participación en el referéndum de la Ley para la Reforma Política. Su tono folk no trascendió mucho más allá, pero algunos melancólicos también recordarán Volver en vino, El viejo, Duerme negrito o Viejo capitán.

España en Marcha

'España en Marcha', el poema de Gabriel Celaya mencionado por Irene Montero en su discurso. “¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo”, reza el poema en uno de sus versos. El concepto España en marcha, título de un poema de 1955 de Gabriel Celaya, también fue empleado por el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, el 20 de mayo en la Puerta del Sol de Madrid. Por un lado, explicaba el secretario general de Podemos, están “los corruptos sin escrúpulos que se creen que se pueden reír de España desde la tribuna del Congreso”. Por otro, “una España que viene”, que “quiere construir un futuro; una España en marcha que quiere construir un nuevo país”.

L'Estaca

“Nuestro país no tiene un Grândola, Vila Morena”, explicaba Pablo Iglesias cuando le preguntaba eldiario.es por L'Estaca y otras canciones que ha recuperado Podemos en sus actos: “Jugamos con los elementos disponibles. Hay algunos que se quejan. Recuerdo que hay un compañero de Podemos que decía ”pues está más cerca de España el rollo maquinero de Soraya Sáenz de Santamaría que Quilapayún“. Que es como ”ya campeón, entonces, ¿qué ponemos en el mitin?“. Ponlo tú, no me digas que vamos a poner La Oreja de Van Gogh, que me gusta, me encanta La Oreja de Van Gogh, pero no sé si con esto construimos un himno. Esto forma parte de un trabajo de producción cultural que hay que hacer y creo que hemos resignificado muchas cosas. El pueblo unido jamás será vencido asusta a un porcentaje muy pequeñito, la conocemos porque somos hijos de quien somos, pero la gente no se la sabe. Ni Garzón se la sabía en el mitin. Yo creo que eso se puede resignificar en un sentido muy positivo.

Grândola Vila Morena

Más tarde, el Grândola Vila Morena, de José Alfonso, himno de la Revolución de los Claveles (abril portugués de 1974), sonó cuando Ada Colau y Xavi Domènech entraron en la asamblea fundacional de Un País en Comú.