Cara a cara entre Podemos y los policías que maniobraron para que no llegara al Gobierno en 2016
De todas las revelaciones judiciales y periodísticas sobre el paso de los inspectores jefe José Ángel Fuentes Gago y Bonifacio Díaz Sevillano por la brigada política de la Policía hay un episodio que les sitúa a ambos trabajando codo con codo para evitar la llegada de Podemos al Gobierno en 2016. Se trata del viaje a Nueva York para obtener un testimonio contra el partido morado de un exministro de Hugo Chávez. “Si nos ayudan a que no lleguen los de Podemos (al Gobierno), mejor para todos”, se oye decir a Fuentes Gago en una grabación publicada por moncloa.com en 2019 y que recoge el encuentro entre el expolítico chavista y los mandos policiales españoles.
Ambos mandos son los primeros comparecientes ante la comisión del Congreso que investiga la Operación Kitchen que detentan la figura de imputados en la Audiencia Nacional. Precisamente, la causa judicial abierta contra ellos y otros miembros de la brigada política será el principal argumento que los dos primeros citados con esta condición aleguen para evitar contestar a las preguntas de los diputados. En el caso de comparecientes que les precedieron, otras limitaciones como el carácter secreto de las materias por las que se les inquirió, no fue obstáculo para que respondieran sobre cuestiones distintas. Entre los grupos a los que se enfrentarán figura Unidas Podemos, el perjudicado directo de aquellas maniobras parapoliciales.
Fuentes Gago y Díaz Sevillano son los policías que viajaron en secreto, emboscados en una operación que volvía a adulterar las funciones de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía. El jefe interino de la Unidad, un mando sin experiencia aupado a la especialidad por su proximidad al entonces partido en el Gobierno, viajó en compañía de una subordinada y redactó un informe que fue publicado en ‘Abc’ y nunca judicializado, la práctica habitual de la policía política de ese momento. Estos dos policías firmaban el atestado, como se podía comprobar en la citada información. Lo que se desconocía entonces es que no viajaron solos a Nueva York.
El 3 de abril de 2019, moncloa.com publicó una grabación en la que aparece Fuentes Gago ofreciendo a Rafael Isea, ministro venezolano de Industria huido a Nueva York, un testimonio contra Podemos a cambio de identidades nuevas y protección para su entorno. Isea estaba en Nueva York tras ser acusado de corrupción en Venezuela y buscar cobijo en Estados Unidos, donde colaboraba con la DEA.
Fuentes Gago añade que se presenta ante él con el “mandato” del ministro del Interior entonces, Jorge Fernández Díaz, y del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Es la primera vez que el nombre de Rajoy aparece directamente señalado en las maniobras de la brigada política, algo que se repetirá después en varias ocasiones como muestra el sumario de la Operación Kitchen.
En el momento de la maniobra restaban dos meses para las elecciones generales de junio de 2016, a las que Podemos llegaba con los 69 escaños obtenidos en los comicios del diciembre anterior y la posibilidad de formar Gobierno con el PSOE. El Tribunal Supremo había rechazado días antes la querella contra Iglesias y Errejón en la que se adjuntaba el informe PISA (por 'Pablo Iglesias Sociedad Anónima') sobre la falsa financiación irregular de la formación.
En el informe policial consecuencia de aquella operación que redactó la UDEF aparece un testimonio de Isea en el que señala, “sin ningún tipo de duda”, la veracidad de un documento sobre el supuesto pago de 7 millones de dólares por parte de Hugo Chávez a la Fundación Ceps, a la que estuvieron vinculados varios fundadores de Podemos.
Entrevistado por La Sexta tras conocerse la grabación, Isea declaró: “Era una copia. La firma es la mía. Y la del comandante Chávez es la del comandante. Pero es una copia”. Y añadía que los policías españoles nunca le enseñaron un original. Es él quien desvela la presencia de un tal “Bonifacio” en los encuentros en Nueva York.
Isea añadió después que se sintió “utilizado” por los policías españoles cuando vio su firma en el informe publicado en la prensa y que nunca atendieron las promesas para con su familia. El informe policial nunca se incorporó a una investigación judicial.
Recorrido por la brigada política
Fuentes Gago y Díaz Sevillano también comparten haber sido la mano derecha del comisario Eugenio Pino cuando éste era director adjunto operativo de la Policía y, de facto, el jefe de la brigada política. Ambos ejercieron como una suerte de jefe de gabinete, una labor de asistencia al DAO que escondía los manejos que protagonizaron contra la oposición. Díaz Sevillano llegó a ser juzgado y absuelto en primera instancia, junto a Pino, por intentar introducir un pendrive robado en la causa contra los Pujol.
La huella de Fuentes Gago aparece en varios asuntos relevantes de la brigada política: la cuenta falsa de Trias, la reunión de Fernández Díaz con el director de Antifrau, el informe exculpando a Villarejo por el pequeño emporio de empresas en paraísos fiscales… Tanto él como Díaz Sevillano fueron recompensados con sendas medallas pensionadas y destinos dorados en embajadas. La Fiscalía Anticorrupción y el juez del caso Villarejo les consideran al tanto e implicados en el espionaje a Bárcenas de acuerdo a las grabaciones incautadas y los testimonios recabados.
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