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Todos los cargos públicos de Sumar y su dirección tendrán que formarse en violencias machistas y masculinidades

Todas las personas que formen parte de los órganos directivos y de coordinación de Sumar y quienes ocupen cargos públicos de la formación tendrán que seguir formaciones sobre violencias machistas, lenguaje, masculinidades, y construcción y ejercicio del poder. Es uno de los puntos del Plan Estratégico Feminista que Sumar presentará este sábado en su asamblea fundacional y al que ha accedido elDiario.es. El documento quiere ser la guía para construir un “marco interno” que permita poner en marcha “prácticas feministas” dentro de la organización. Tendrá presupuesto propio y un organismo interno se encargará de ponerlo en marcha, de ejecutarlo, hacer seguimiento y evaluarlo.

El Plan está dividido en cuatro áreas. En la que tiene que ver con la representación, Sumar garantiza la paridad de género en sus órganos de dirección y coordinación. Será “prioritario” tener una representación equilibrada en las actividades propias y “se velará” por el mismo principio en actos externos. Las políticas de contratación también tendrán en cuenta la paridad en los equipos y se pondrá atención para no replicar una “distribución sexista de roles profesionales”.

“Se elaborarán acciones específicas para incrementar la participación y representación de personas LGTBI+, migrantes y racializadas en todos los niveles de la organización”, dice el documento, que asegura que la perspectiva feminista deberá estar presente en la política y en la comunicación externa e interna.

Los usos del tiempo y la palabra y la plena disponibilidad se han demostrado barreras para la participación política de las mujeres. Sumar quiere combatir esa inercia con “dinámicas” como “la limitación del tiempo y el uso paritario en los turnos de palabra, y el uso de técnicas de dinamización y facilitación feminista”. No se podrán tomar decisiones en espacios de decisión informales, subraya la organización.

Aunque no habla de medidas concretas, el documento apunta a “implementar dinámicas” que aseguren que los tiempos políticos sean respetuosos “con los procesos participantes” y con espacios donde se puedan compartir las discrepancias “de manera respetuosa y constructiva”. También las actividades de la organización deberán planificarse teniendo en cuenta la conciliación.

“Tenemos que incorporar las necesidades de conciliación, porque muchas veces se exige una participación que imposibilita cualquier desarrollo de la vida personal y eso expulsa especialmente a las mujeres”, se lee en la introducción del documento. El Plan habla, por ejemplo, de formatos que exijan menos presencialidad y de horarios compatibles “con otras actividades de sostenimiento de la vida, con espacios para infancias, etc.”. “Se crearán procedimientos internos para garantizar el derecho a la desconexión digital y un buen uso de los canales y herramientas que eviten la hiperconectividad”, añaden.

Protocolo contra el acoso

El Plan Estratégico Feminista incluye la creación de un protocolo de prevención y acción contra el acoso y la violencia sexual, y otro contra comportamientos machistas, LGTBifóbicos, racistas o discriminatorios. Serán documentos aparte cuyo trabajo tiene que ponerse en marcha.

Más allá de esos protocolos, el documento de Sumar habla de “generar mecanismos” para identificar situaciones o inercias que puedan dar lugar a comportamientos “violentos y poco empáticos” y de crear estructuras en la organización que permitan resolver los conflictos “priorizando la intervención a partir del diálogo y la mediación”. Para las personas que estén en primera línea de la política, sea en el partido o en las instituciones, habrá medidas de “acompañamiento, protección y autocuidado”.